Danza

¡Dios mío!… más que una exclamación inconsciente

Por: Gabriela Jiménez Bernal — 19 de junio, 2014

Shanti Oyarzabal presenta ¡Dios mio! en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, junio 2014 En una versión actualizada, Shanti Oyarzabal presenta ¡Dios mío!, montaje de teatro corporal sobre lo absurdo del comportamiento humano, una única función en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, el sábado 21 de junio.

Como protagonistas de rituales urbanos cotidianos que los llevan al límite de lo absurdo, 12 protagonistas, entre actores y bailarines, interpretan a víctimas del orden y del caos, miembros de una masa enajenada donde su individualidad está al borde del abismo.

Tal es la esencia del montaje ¡Dios Mío! propuesta de teatro corporal contemporáneo que celebrará el 20 aniversario de su creación y estreno, registrado en el año de 1994, en la ciudad de Berlín, Alemania, concebida por maestro Shanti Oyarzabal, recientemente nombrado miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte (2014-2016).

Sobre el creador…
Hablar del maestro Shanti Oyarzabal es referirse a un hombre con una amplia experiencia en el universo de la escena nacional e internacional. Realizó estudios en antropología social, pantomima y actuación en México. Sin embargo, sus deseos de enriquecer más su formación lo llevó a París, donde estuvo con grandes maestros del arte.

Basta mencionar la formación que recibió como mimo corporal bajo la tutela de un icono del género: Etienne Decroux, quien fuera maestro del gran Marcel Marceau. Asimismo, destacan los talleres que tomó con el grupo de Danza Butoh Sankai-Juku y con los maestros Yves Lebreton y Shriro Daimon. Así como su labor como docente en reconocidas instituciones educativas, como la Escuela de Bellas Artes en Berlín.

Shanti Oyarzabal presenta ¡Dios mio! en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, junio 2014 Su pasión y conocimientos artísticos han encontrado una gran plataforma de proyección en la compañía Teatro Inercia, que fundó en 1990, y con la cual se ha presentado en festivales de teatro y mimo de países como Alemania, Polonia, Bélgica, Noruega, España, Francia y Rumania.

Cuando regresó a nuestro país, su esfuerzo y dedicación fue reconocido al ser beneficiario del Programa Creadores Escénicos con Trayectoria 2009-2012 del FONCA. Y hoy, después de una fructífera trayectoria, ha sido nombrado miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte (2014-2016).

Origen de la obra…
El maestro Oyarzabal vivió en Berlín durante dos décadas. Y fue justo en 1994 cuando llevó a cabo un taller escénico donde surgió ¡Dios Mío! En la capital alemana el creador reunió a un grupo de 12 personas con las cuales explotó al máximo el lenguaje corporal, detonando una pieza de profunda fuerza física y mental, la cual se presentó en un singular escenario: un depósito de tranvías en Berlín.

Shanti Oyarzabal presenta ¡Dios mio! en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, junio 2014 ¡Dios Mío!, como propuesta escénica…
Más allá de la exclamación inconsciente y automatizada que los seres humanos han hecho de la frase ¡Dios Mío!, este montaje busca que el espectador haga un viaje en el que no hay posibilidad de agarrarse a una idea racional, de entender lo que se ve, sino más bien, de sentirlo.

No cuenta una historia como tal. Simplemente presenta un abanico de situaciones y vivencias escénicas que reflejan lo absurdo del comportamiento humano. Es una sucesión de estados de ánimo extremos y particulares por los cuales transitan los personajes empujados de una escena a otra por un flujo imparable.

El maestro Oyarzabal explica que si bien no hay una dramaturgia, sí se plantea el momento en que un individuo y la masa se salen del marco que los contiene, cuando los extremos se rozan y el absurdo se instala en la vida cotidiana.

Shanti Oyarzabal presenta ¡Dios mio! en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, junio 2014 “La obra es una oscilación constante entre el orden y el caos; un juego interminable donde los sentimientos y las emociones de los personajes se mezclan y se desbordan, formando un mosaico de vivencias y situaciones que desatan un sinnúmero de asociaciones en el espectador”, Shanti Oyarzabal.

En ¡Dios Mío!, es el cuerpo el que habla a través de 12 intérpretes, quienes magistralmente explotan su expresividad, cobijándose con elementos escenográficos simbólicos y mínimos, como marcos y un centenar de abrigos que aparecen en escena y que son la extensión del cuerpo, permitiéndoles guardar los pensamientos y esconder el alma.

Mensaje y estructura de la obra…
Más que un mensaje, la propuesta del maestro Oyarzabal busca plantear una paradoja sobre la cual se puede reflexionar: “La paradoja de la obra es que, independientemente de las diferencias que existen entre los individuos, todos nos confrontamos como masa y como especie a un mismo destino del cual no podemos librarnos individualmente”, explica el creador.

Shanti Oyarzabal presenta ¡Dios mio! en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, junio 2014 ¡Dios Mío! está conformada por ocho escenas que se van desarrollando a lo largo de la obra: Amanecer, Cuadros de una exposición, Galería, Ceremonia, Caos, Fuego, Mambo-Tango y Final.

El teatro corporal de Shanti Oyarzabal…
Uno de los temas fundamentales que siempre ha abordado el maestro Oyarzabal en sus propuestas es el conflicto existencial del ser humano donde lo esencial no es lo que se dice, sino lo que se comunica con todo el ser.

Por lo que se refiere a su estilo, Shanti Oyarzabal prefiere que no se le encasille dentro del teatro clásico ni dentro de la danza. Opta por romper las fronteras establecidas entre ambas disciplinas: “Estoy entre los dos universos, porque tomo elementos de cada uno y sólo trato de dar una perspectiva de las posibilidades de expresión que tiene el cuerpo”.

Con la dirección de Shanti Oyarzabal y la interpretación de Ana Monroy, Teresa Carlos Yáñez, Jessica Esther Moreno, Alejandra Lugo, Carolina Contreras, Yadira Pérez, Edgar Omar Moreno, Gabriel Martínez, Dettmar Yáñez, Medin Villatoro, Sergio Solis y Uriel Ochoa, la versión actualizada de ¡Dios Mío! -la cual cuenta con la iluminación de Carolina Jiménez y la composición musical de Eduardo Palacio– se presentará este 21 de junio en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Una propuesta de teatro corporal que fusiona el lenguaje creativo, el espacio, la iluminación y el sonido, de tal manera que todos los elementos en la escena generen un espectáculo capaz de confrontar al espectador consigo mismo. Foros: Miguel Angel Gomez Villaverde.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.