Sarah Chang, una más de las cerezas en la celebración de 80 años del Palacio de Bellas Artes

Por: Claudia Magun — 2 de junio, 2014

Sarah Chang, violiinista, se presenta en el Palacio de Belas Artes, junio 2014 “El violín, como instrumento, casi forma parte de nosotros y, al frotar las cuerdas, buscamos un color y una forma de expresarnos. Es como una extensión de nuestro cuerpo”, Sarah Chang.

A los tres años su madre le transmitió melodías al piano para ser tocadas con un solo dedo, a los cuatro le fue obsequiado un pequeño violín, un año después, la interpretación del Concierto para violín de Max Bruch le valió su ingresó a la famosa Academia Juilliard de Nueva York. A los ocho tocó junto a Zubin Mehta y la Filarmónica de Nueva York y a los 10 grabó su primer disco, titulado Debut.

Hoy, con 33 años de vida (10 de diciembre de 1980) y 25 años en los escenarios, Sarah Chang, nacida en Filadelfia (EEUU), pero de raíces coreanas, se ha convertido en una de las figuras más llamativas. Una mujer guapa, super bien vestida, de gran distinción escénica y, por supuesto, destacada intérprete perteneciente a esa generación que hoy se posesiona como solistas principales de las orquestas más destacadas y se afirma como la futura élite de la música culta.

La Chang pertenece a esa ola de músicos de origen asíatico que a pesar de que son contratados para ofrecer conciertos en los más importantes escenarios del mundo, han tenido que superar la inspección de varios de los críticos musicales de la vieja ola que sólo los reconocen como “técnicamente muy perfectos pero musicalmente muy distantes” y desdeñan su sensibilidad interpretativa argumentando la falta de un estilo propio, además de que sí son valuados como estrellas, llegan a catalogarlos como personajes mediáticos, que no sopesan los valores de la escuela tradicional.

Sarah Chang, violinista, se presenta en Bellas Artes, junio 2014 Sin embargo, son muchos los que han celebrado el talento de Sarah Chang, como el enigmático violinista y director de orquesta, Yehudi Menuhin, quien la describió como “la más maravillosa, la más perfecta, la violinista más ideal que he escuchado”, no ha sido la única batuta que ha quedado cautivado por el intelecto y capacidad de aquella niña prodigio alumna de Dorothy DeLay, también conquistó a Zubin Mehta, Riccardo Muti, Plácido Domingo, Sir Colin Davis, Kurt Masur, Sir Simon Rattle, James Conlon y muchas más de las figuras icónicas que hoy dominan el universo orquestal.

“Yo estudio al autor porque me parece necesario. Y no estoy hablando de echar sólo un vistazo rápido a su biografía, sino de profundizar en el conocimiento de cada creador, en su estilo y ver por qué ha escrito de una determinada forma. Interpretar implica saber qué hay detrás de las notas”, Sarah Chang.

Sarah Chang, violinista, se presenta en Bellas Artes, junio 2014 Con esta afirmación, la violinista nos devela el porque ha llegado a los niveles que requiere cualquier gran interpretación de la música clásica, esta ardua y tenaz disciplina la ha llevado a participar con las mejores orquestas del mundo, desde la Filarmónica de Nueva York a la Filarmónica de Berlín, pasando por la Sinfónica de Chicago, la Filarmónica de Viena o la del Concertgebouw de Amsterdam.

Asimismo, su trayectoria discográfica (iniciada en 1992) ha permanecido por más de 20 años bajo el sello de Emi Classics, una interesante recopilación que comprende obras de Vivaldi, Dvorak, Sibelius, Shostakovich, Prokofiev, Mendelssohn, Brahms, Bruch, Ravel, Franck, Saint-Saënsy, Tchaikovsky, Beethoven, Bach, Massenet, Sarasate, Strauss y Paganini, por demás un amplio catálogo que la han llevado a los primeros lugares de ventas en Europa, Estados Unidos y Asia.

Sarah Chang, violinista, se presenta en Bellas Artes, junio 2014 Su talento ha sido avalado con reconocimientos muy significativos para cualquier músico, a lo largo de su carrera ha recibido relevantes premios como el de la Accademia Musicale Chigiana, el Young Artist of the Year de la revista Grammophone, el Echo de la Schallpalttenpreis de Alemania, Newcomer of the Year en los International Classical Music Awards de Londres, el premio Nan Pa de Corea y el Avery Fisher Prize, uno de los más prestigiosos premios concedidos a instrumentalistas.

Para los mexicanos, el nombre de Sarah Chang no nos es ajeno, su presentación el 8 de junio en el Palacio de Bellas Artes precede a 3 anteriores visitas a nuestro país, entre estas su actuación con la Orquesta de Minería, bajo la dirección del maestro José Areán, concierto donde se llevó el reconocimiento y cariño del público.

Sarah Chang, violinista, se presenta en Bellas Artes, junio 2014. Foto Seihon Cho En esta invitación especial en el marco de las celebraciones por los 80 años de Bellas Artes, el concierto de Sarah Chang, acompañada al piano por Julio Elizalde, contempla un programa donde se escucharán Cantabile de Niccolò Paganini; Chacona de Tomaso Vitali; Suite de West Side Story de Leonard Bernstein y Sonata No. 2 de Sergei Prokófiev.

La invitación de Sarah Chang, reconocida violinista cuya visión musical, virtuosismo, técnica y emotividad es su máxima carta de presentación, representa una más de las cerezas que el Palacio de Bellas Artes nos ofrecerá este año con motivo de sus 80 años como escenario de los grandes acontecimientos culturales en la Ciudad de México.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.