Danza

Por los pasos de la Compañía Nacional de Danza… Entre Giselle y Coppélia

Por: Enrique R. Mirabal — 1 de junio, 2014

Compania Nacional de Danza presenta Coppelia en el Palacio de Bellas Artes, junio 2014 El Palacio de Bellas Artes, la sede oficial de la Compañía Nacional de Danza (CND), ha albergado recientemente dos ballets de repertorio que han obtenido una magnífica respuesta del público, muestra segura de que, cuando se ofrecen buenas coreografías con música e historias atractivas, se despierta el interés por asistir al teatro.

La fille mal gardée, un delicado divertimento que se conserva entre los ballets más antiguos de los que se tiene certeza de su existencia, funcionó como señuelo perfecto para llevar a niños y jóvenes a ver ballet gracias al buen tino de haberlo programado en horarios de matinée. Un esfuerzo loable de la directora de la CND, Laura Morelos, por renovar y hacer crecer la afición por el ballet.

Con el ballet Giselle, un clásico insustituible, se proyectó a dos bailarinas jóvenes al estrellato: Mayuko Nihei, con dotes innegables para bailar papeles románticos y clásicos y la recién nominada primera bailarina Ana Elisa Mena, cuyo debut en Giselle le sirvió de lanzamiento a la línea de fuego de la compañía. Para los próximos días, Coppélia es la elección que da continuidad al esfuerzo por crear nuevos balletómanos.

La reposición de esta obra que no se había presentado desde hace 15 años, será de seis funciones: jueves 12 sábado 14, domingo 15, martes 17, jueves 19 y sábado 21 de junio, el escenario por supuesto, el Palacio de Bellas Artes y Ana Elisa Mena como figura estelar de la temporada acompañada por Erick Rodríguez.

Compania Nacional de Danza presenta Coppelia en el Palacio de Bellas Artes, junio 2014 El argumento, sugerente y fantástico, sigue la historia de E.A.T. Hoffman en la que los muñecos cobran vida y cautivan corazones ingenuos gracias a los pases mágicos del lunático inventor, el Doctor Coppelius del que deriva el nombre de la seductora muñeca del título, si bien el principal personaje del ballet es la aldeana Swanilda, traviesa y dispuesta a todo por recuperar a su amado Franz de los embrujos de Coppelius.

Tanto las escenas de pantomima que rigen la acción como los múltiples divertimentos que aparecen a lo largo de los tres actos del ballet, ofrecen grandes oportunidades para el lucimiento técnico y artístico de las bailarinas. No hay que aclararlo, fue la norma en el siglo XIX, el reinado absoluto pertenece a la mujer.

Compania Nacional de Danza presenta Coppelia en el Palacio de Bellas Artes, junio 2014 La extraordinaria música compuesta por Leo Delibes para el Coppélia es un elemento clave para disfrutar lo que acontezca sobre el escenario. La poderosa y rica partitura compuesta por el francés fue muy admirada por Tchaikovski e influyó notablemente en las pautas y estructuras sinfónicas que el ruso imprimió a su música para el ballet.

De la coreografía original de Arthur Saint-Léon para el estreno en París en 1870 no quedan más que las crónicas periodísticas de la época. El ballet fue coreografiado por Marius Petipa para la puesta del Teatro Mariinsky y de ésta se han nutrido las subsiguientes versiones por todo el mundo. Sería injusto no destacar las aportaciones del italiano Enrico Cecchetti, un coreógrafo y maestro al que mucho le debe la evolución de la danza clásica en Rusia. Los ingleses dan crédito a su labor en la producción del Royal Ballet.

En los Estados Unidos de Norteamérica, el ruso León Fokine –no confundir con su pariente Mijail- fue el artífice de la principal producción por la que se rigieron los miembros del American Ballet Theatre.

Compania Nacional de Danza presenta Coppelia en el Palacio de Bellas Artes, junio 2014 Enrique Martínez, el cubano que demostró que el apellido Alonso no era privativo del ballet clásico en la Isla, creó esta versión que bailaron grandes figuras del ABT como Eleanor D´Antuono, las dos Cynthias, Gregory y Harvey.

En México, para el estreno de esta versión en la CND, Enrique Martínez seleccionó especialmente –en aquellos años– a una jovencísima Laura Morelos, que no aparecía entre las primeras bailarinas de la compañía, para bailar su Swanilda.

Desde ese feliz acontecimiento en el que dio cátedra de maestría técnica y artística y hasta su temprano retiro, Laura Morelos fue la intérprete ideal de Coppélia y de muchas coreografías más que no es necesario mencionar porque comprenden todo el repertorio de Compañía Naional de Danza. Fotos: José Silva.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.