Teatro

Jacinto y Nicolasa: la búsqueda de la justicia va más allá del escenario

Por: Arturo Carrasco — 6 de mayo, 2014

Jacinto y Nicolasa, obra de Camila Villegas y direccion de Alberto Lomnitiz, se presenta en el Centro Cultural Helenico, mayo 2014 ¿En qué radica la justicia?, ¿en buscar que cada quien reciba lo que le corresponde o en atender las necesidades de las ciudadanos?, ¿quizás está en el balance entre lo moralmente aceptado y lo mejor para todos? En este sentido, es difícil llegar a una respuesta única sin embargo, debemos reconocer que en la búsqueda de respuestas todos deberíamos ser partícipes en la medida de nuestras capacidades, ya sea para defender lo que consideramos justicia, o bien, para ayudar a dar a conocer aquellos casos que vayan en contra de aquello que sopesamos como justos.

Reconociendo lo anterior, la dramaturga Camila Villegas ha escrito Jacinto y Nicolasa, obra que cuenta con la atinada dirección de Alberto Lomnitiz y la participación de Olivia Lagunas y Bernardo Velasco, dos actores que han logrado una construcción de los personajes firme y creíble de una forma libre de prejuicios y preconcepciones como suele ocurrir en estos casos.

Bernardo Velasco actua en Jacinto y Nicolasa, obra de Camila Villegas y direccion de Alberto Lomnitiz, se presenta en el Centro Cultural Helenico, mayo 2014 Jacinto y Nicolasa es una obra que se integra de dos monólogos titulados Los Lunes de Jacinto y Nicolasa sueña, los cuales buscan llamar la atención sobre un suceso cotidiano pero no por eso menos importante: la falta de justicia que prevalece por parte del Estado mexicano hacia los indígenas, en este caso los Tarahumaras de Chihuahua.

“Se trata de uno de esos textos dramáticos en el que la principal tarea del director –después de admirar el texto y elegir cuidadosamente a los actores que mejor puedan darle vida a los dos protagonistas– es no estorbar. No estorbar al trabajo de los actores, ya que, como en la mayoría de los monólogos, el peso de la puesta en escena recae sobre sus hombros. Y no estorbar a un texto que logra la alquimia de cantar –como debe cantar la música o la poesía- y al mismo tiempo presentar un tema éticamente interesante (la relatividad del concepto de justicia) y socialmente significativo (la marginación y opresión de los pueblos nativos de México, específicamente de la nación Rarámuri)”, Alberto Lomnitz.

Olivia Lagunas actua en Jacinto y Nicolasa, obra de Camila Villegas y direccion de Alberto Lomnitiz, se presenta en el Centro Cultural Helenico, mayo 2014 Es así que Villegas consigue un texto dramático revelador de una historia que parece distante, pero que, como comenta la propia autora, “está inspirado en situaciones frecuentes que sacuden la conciencia y emociones del espectador al encarnar con realismo a dos indígenas que evidencian la integridad, el honor, la dignidad y las costumbres de su raza”.

En el primer monólogo, Camila Villegas nos presenta a Jacinto, joven tarahumara quien se decide culpable de haber asesinado a su compadre y por decisión de su comunidad, los rarámuri, se entrega a la policía estatal de Chihuahua. Cuando acude ante el juez, resulta que éste no se encuentra, por lo cual cada lunes tiene que emprender una caminata de tres días al pueblo más cercano para dar seguimiento a su propio caso.

Durante el tiempo que dura su marcha convive consigo mismo y reflexiona sobre los sucesos que lo llevaron a cometer el crimen, lo cual le lleva a comprender su caso e incluso poder vivir con la culpa y aceptarla para vivir en paz, sin embargo, finalmete llega la justicia y no siempre con buenas noticias.

Alberto Lomnitiz dirige Jacinto y Nicolasa, obra de Camila Villegas que se presenta en el Centro Cultural Helenico, mayo 2014 En el segundo monólogo, conocemos a Nicolasa, una madre en búsqueda de su hijo de trece años el cual ha sido secuestrado por un grupo de encapuchados de quienes no conoce nada, sólo que se llevaron a su pequeño “Chelis”.

Ahora, con la angustia devorando sus entrañas, ha buscado ayuda en las autoridades de quienes no obtiene nada, sólo la indiferencia y la cuota monetaria para hacer las investigaciones. Por lo cual sólo le queda acompañarse de sus sueños, esperanzas y el apoyo de su comunidad para hacerse de justicia. Al final la vida le regresa lo que tanto ha buscado pero con una realidad diferente…

Es importante mencionar que estas historias están basadas en casos reales, de ahí la relevancia de las mismas, y es que con este montaje no se busca alentar el morbo ni acusar a nadie, sólo dar a conocer dos casos que deben llamar la atención, sobre todo porque tienen la particularidad de mostrar la forma en que en nuestro país se imparte justicia en las comunidades indígenas.

Jacinto y Nicolasa, obra de Camila Villegas y direccion de Alberto Lomnitiz, se presenta en el Centro Cultural Helenico, mayo 2014 Para la realización de este proyecto de Tepalcate Producciones, se contó con el apoyo del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, (organización que encabeza la defensa jurídica de los indígenas) con el fin de retratar lo más ampliamente posible lo acontecido en ambos casos. Por esta misma razón, también se utilizó para el montaje de la obra elementos propios de la región, como es la indumentaria que visten ambos actores, ropa propia de los rarámuris.

Lo mismo ocurre con el diseño escenofónico de Rodolfo Sánchez Alvarado, el cual recrea el ámbito rural de la zona tarahumara a partir de una elaborada partitura creada en base a sonidos de la naturaleza e instrumentos musicales rarámuris. En el caso de la escenografía ésta refleja una austeridad total, sin más elementos que un par de sillas de madera y una iluminación diseñada por Martha Benítez, dotada de una gran plasticidad que permite al espectador imaginar de manera vívida los cambios de situación que se suceden en el devenir de la obra.

Alberto Lomnitiz dirige Jacinto y Nicolasa, obra de Camila Villegas que se presenta en el Centro Cultural Helenico, mayo 2014 Jacinto y Nicolasa, una confrontación entre las concepciones mágicas del universo tarahumara y la violencia que existe en diferentes regiones de nuestro país, un poderoso texto que muestra la fragilidad a la que puede llegar cualquier historia sobre crimen y castigo se presenta los lunes, hasta el próximo 21, en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.

Al final solo queda la invitación para ver esta puesta en escena, no sólo por las buenas actuaciones y el magnífico trazo escénico realizado por Alberto Lomnitz, sino porque apela a un valor humano que no debemos olvidar: la búsqueda de justicia.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.