
Por: Enrique R. Mirabal — 8 de marzo, 2008
Aunque la música es, indudablemente, la columna vertebral de toda ópera tradicional, no hay que olvidar que es una representación teatral, un espectáculo para ser visto, oÃdo y disfrutado, de igual modo, por su escenografÃa, vestuario, efectos escénicos si los hubiera y, adicionalmente, bailables y acrobacias.
Lograr un equilibrio entre los factores que intervengan en un montaje operático es reto casi exclusivo del director de escena sin olvidar que éste debe tener conocimientos básicos de música. Cuando se rompe este acuerdo tácito, el público puede quedar a expensas de los delirios creativos de quienes intervienen en el proyecto.
Todo lo anterior viene a cuento por la expectativa que ha suscitado la Carmen, producción millonaria que la compañÃa alemana Art Concerts en asociación con OCESA presentará en el Auditorio Nacional los próximos martes 11 y miércoles 12 de marzo a las 21:00 horas.
Para montar este espectáculo, se requirió una participación numerosÃsima de cantantes, músicos, bailarines, extras y un equipo técnico de primer nivel. La supervisión musical es de Walter Haupt y la dirección escénica es responsabilidad de la turca Yekta Kara con experiencia previa en la Opera de Estambul.
La dinámica de los espectáculos monumentales que Ars Concerts ha paseado por foros de Europa y América es bien conocida por los mexicanos que presenciaron Aida y Carmina Burana en fechas recientes.
Otros empresarios han hecho lo propio por atraer un sector del público que, por diversas causas se habÃa mantenido reticente a asistir a la ópera. El principal señuelo es la inclusión de uno o varios elementos que despierten una curiosidad adicional a la del melómano que va esencialmente a oÃr música y a catar cantantes.
En Aida, el fuego fue el gancho taquillero pero igual podrÃa ser el agua, el hielo, un palacio, un castillo con fuegos artificiales o ruinas arqueológicas como telón de fondo. Hemos visto o sabido de Aida junto a templos egicpcios, Turandot dirigida por Zhang Yimou en los restos del PekÃn imperial, Carmen en plazas de toros y varias puestas con temas mitológicos o clásicos en teatros romanos o griegos.
Según datos proporcionados por Ars Concerts, Carmen es el primer espectáculo de producción internacional en el que se trabaja con una proyección animada a gran escala con el uso de una pantalla de 25 X 12 metros que interactúa con lo que sucede en la escena. Además habrá efectos especiales y de iluminación. El encargado de las ideas escénicas, sistemas y las proyecciones es Wolfang von Zoubek.
Esperamos, no faltaba más, muchos números de baile gitanos, flamencos y pases de banderillas (no se menciona si aparecerá algún toro de carne y cuernos en la escena).
El elenco variopinto se conforma con la mezzosoprano checa Andrea Kalivodová (Carmen), el tenor colombiano Ernesto Grisales (Don José), el barÃtono argentino Claudio Malgesini (Escamillo) y la soprano mexicana Eugenia Garza en el papel de la virginal Micaela, contraparte femenina de los arranques temperamentales y la sensualidad exacerbada que todos esperan de Carmen. La Orquesta de las Américas y el Coro de México acompañan a los invitados en una velada que incluirá diálogos subtitulados del texto original en francés.
Basada en una novela de Prosper Merimée, la desgarrada historia de Carmen, hermosa mujer, sensual y libre que hizo triunfar a George Bizet, ahora espera triunfar a la manera que se acostumbran los espectáculos en el escenario del coloso de Reforma.
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