Teatro

Hay algo podrido en Dinamarca: Shakespeare en los jardines del CENART

Por: Arturo Carrasco — 15 de marzo, 2014

Marisa Gomez lleva a escena Hay algo podrido en Dinamarca. Centro Nacional de las Artes, marzo 2014 “Sí, todos somos Hamlet u Horacio o Gertrudis o Claudio o Polonio o Laertes o Guildenstern u Ofelia. Todos somos ellos, dudando, tramando, confabulando, meditando, reflexionando, burlando, ofendiendo, traicionando, odiando, amando, muriendo; y demás verbos que pudieran extenderse en una lista casi interminable como posibilidades ha tenido la humanidad ante la caída inminente de un reino decadente incapaz de percibir la necesidad de cambio”, Marisa Gómez.

En esta época donde ocurren tantos conflictos en el mundo, una aseveración como la que encabeza el título de este artículo sería algo más que controversial, una afirmación así podría ser causa directa de un enfrentamiento político, a fin de evitar problemas internacionales, sería mejor contextualizarlo.

Marisa Gomez lleva a escena Hay algo podrido en Dinamarca. Centro Nacional de las Artes, marzo 2014 ¿De qué hablamos cuando citamos algo tan chusco como Hay algo podrido en Dinamarca?, pues nos referimos nada más y nada menos a una de las obras de literatura más importante de la historia: Hamlet, pieza escrita por William Shakespeare, la cual a 400 años de su creación sigue siendo una referencia para la dramaturgia lo cual la ha llevado a ser objeto de un sinfín de interpretaciones y adaptaciones.

En esta ocasión la directora Marisa Gómez, dramaturga egresada de la Escuela Nacional de Arte Teatral, lleva al escenario del Centro Nacional de las Artes (CENART) este gran clásico a partir de una versión libre, la cual adaptó a la época actual sin por eso perder la fuerza de este texto que narra la historia del Príncipe de Dinamarca, a quien se le pide vengar el asesinato de su padre a manos de Claudio, su tío, actual rey y esposo de Gertrudis, su madre.

Marisa Gomez lleva a escena Hay algo podrido en Dinamarca. Centro Nacional de las Artes, marzo 2014 Hay algo podrido en Dinamarca destaca por su interacción con su entorno, esto es, la intervención escénica que realiza en paredes, pasillos, jardines y espacios arquitectónicos del CENART con el fin de transformarlos en distintos escenarios que simulen el Castillo de Elsinor, lugar donde se desarrolla la trama.

El pretender esta interacción con el espacio se hace principalmente con el fin de involucrar activamente al espectador en la propuesta, de convertirlo en un miembro más de la corte danesa y que, junto a los actores, recorra los diferentes espacios donde transcurre la obra. Además de lo anterior, este proyecto cuenta con música en vivo de los Beatles, lo cual le da un toque ecléctico y diferente.

Este montaje es realizado por la compañía Masha Soluciones Escénicas y Escena Teatro A.C. La escenografía y utilería fue realizada por Miguel Tavera, mientras que la iluminación está a cargo de Mario Oliver. La confección de vestuario es de Víctor Zavala y el diseño sonoro es trabajo de Antar Ahumada.

Marisa Gomez lleva a escena Hay algo podrido en Dinamarca. Centro Nacional de las Artes, marzo 2014 Los actores encargados de recrear esta visión contemporánea de la tragedia shakesperiana son: Francisco Mena, Jorge Gustavo García, Héctor Hugo Peña, Laura Vega, Néstor Galván y Natalia Solián. Para su realización, este proyecto cuenta con el apoyo del Programa de Apoyo al Desarrollo de Públicos para las Artes Escénicas 2013-2014 del CENART.

Para Marisa Gómez, quien además de ser directora se desempeña también como productora, el llevar a escena Hay algo podrido en Dinamarca en este contexto es con el fin de “realizar un trabajo de investigación escénica a fin de explorar las diversas aristas que ofrece el texto de William Shakespeare”.

A su parecer “Estudiar Hamlet se vuelve una necesidad de especular acerca de los múltiples caminos que el autor nos presenta para explicarnos a este personaje trágico, e intentar llevar a la escena visiones contrapuestas y al mismo tiempo complementarias que revelan características de nuestra condición humana”.

Marisa Gomez lleva a escena Hay algo podrido en Dinamarca. Centro Nacional de las Artes, marzo 2014 Hay algo podrido en Dinamarca realiza una breve temporada (hasta el 30 de marzo) en la Plaza de las Artes y Plaza Legorreta del Centro Nacional de las Artes, sábados y domingos a las 8 de la noche. Es importante tener en cuenta que aunque la entrada es libre, por las mismas características del espacio donde se desarrolla la trama, el cupo está limitado a 65 espectadores, por lo cual se recomienda llegar temprano si es que se quiere ser parte la corte danesa y testigo del desmoronamiento de la Casa Real de Elsinor.

…Por cierto (para no dejar a quien este leyendo esto con alguna duda) la frase “hay algo huele podrido en Dinamarca” es una frase que le decía el fiel Marcelo a Horacio y al propio Hamlet y que el primero repite como preludio de la próxima tragedia que se avecina.

“Ver reflejada la actualidad social en un texto isabelino, no es alentador. Lo único que sí es regocijante es compartir la visión del autor respecto a la destrucción. Solo en el silencio nacerá la música, sólo a partir de un baño de sangre que únicamente rescata al testigo, es que podrá reconstruirse alguna nación o noción de FUTURO. Y cínicamente, sonreír hacia mis adentros al confirmar que no seré yo quien tenga que contar a los demás esta historia infame. Pero hasta esta circunstancia terrible, podría o debería tener una vuelta de tuerca. Y de eso intentamos hablar a ustedes, de esta frase oscura, acuñada en el centro de mi humor negro: “siempre puede ser peor”… y ¿quién lo duda?”, Marisa Gómez.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.