
Por: Enrique R. Mirabal — 1 de marzo, 2008
Una larga lista de violinistas formados en los conservatorios rusos ha sentado sus reales en las salas de concierto en abierta competencia con músicos de procedencia diversa, incluidos los arrogantes italianos. Con David Oistraj a la cabeza, Valeri Klimov, Viktor Tretyakov, Leonid Kogan, Vladimir Spivakov, Liana Issakadze, los jóvenes Vadim Repin y Maxim Vengerov, más Jascha Heifetz, Nathan Milstein y Gidon Kremer, entre los que emigraron de la Rusia/Unión Soviética ofensivamente anti-semita, las menciones serÃan interminables. Virtuosos de impecable técnica, musicalidad a toda prueba y una disciplina espartana, los rusos, ucranianos más los bálticos que Stalin se apropió ostentan lo mejor de una escuela de inevitable referencia en la literatura violinÃstica de todos los tiempos.
Gidon Kremer, uno de los más insignes representantes de la tradición rusa, nació en 1947 en Riga, Letonia(Latvia). Fue un precoz ejecutante que logró la tutela del maestro Oistraj. En 1967 ganó su primer premio internacional, el Queen Elisabeth de Bruselas, otro premio en Montreal, y el renombrado (en aquel entonces) premio Tchaikovsky (1970).
En las décadas siguientes conquistó los públicos de Europa occidental y Norteamérica con un prestigio bien cimentado que se mantiene inalterable hasta la fecha. Ha tocado en los principales teatros acompañado por las orquestas más famosas de Europa y América. Ha colaborado con distinguidas batutas, incluidos Leonard Bernstein, Herbert von Karajan, Christop Eschenbach, Nikolaus Harnoncourt, Lorin Maazel, Riccardo Muti, Zubin Mehta, James Levine, Valery Gergiev, Claudio Abbado y Sir Neville Marriner. Su repertorio abarca todos los conciertos para violÃn y también se ha aventurado con compositores contemporáneos como Henze y Stockhausen, pasando por el Concierto a la memoria de un ángel de Alban Berg.
Kremer fundó la Kremerata Báltica en 1996 con jóvenes músicos de Estonia, Lituania y Letonia, pocos años después de que estas repúblicas obtuvieran su independencia de la URSS. El conjunto ha ido creciendo hasta llegar a los 50 integrantes y su director y fundador es, como era de esperarse, el principal solista al violÃn.
En el año de 1981, el violinista invita a un grupo selecto de músicos de todo el mundo para participar durante dos semanas, cada verano, en un festival que realiza en Lockenhaus, Austria. A partir de 1992, estos músicos realizan giras a lo largo y ancho del planeta como la Kremerata que estará en el Palacio de Bellas Artes los dÃas 4 y 5 de marzo.
El programa del martes 4 de marzo está conformado por las siguientes obras:
Concerto de Brandenburgo Nr. 3 de J S Bach, Concerto para cembalo y cuerdas del polaco Gorecki con Reinut Tepp, como solista y la SinfonÃa de cámara de Shostakovich. En la parte final, dos composiciones menos conocidas por el público mexicano: De Desyatnikov, Wie der alte Leiermann, con Gidon Kremer, como violÃn solista y de Astor Pazzolla/Pushkarev, la Suite Punta del Este, con G. Kremer y Andrei Pushkarev, en el vibráfono.
El segundo programa, el miércoles 5 en Bellas Artes, se integra como sigue: De Cherubini, Pater Noster, versión para violÃn y orquesta de cuerdas con Gidon Kremer como solista. De Kancheli, Little Prayer con Kremer al violÃn y Giedre Dirvanauskaite, al violoncello. Concluye con las Siete últimas palabras de Haydn, todas bajo la conducción artÃstica de Kremer.
CaracterÃsticas inusuales reviste este concierto de Gidon Kremer y la Kremerata Báltica que regresan a México con un programa que trasciende las lógicas exigencias de precisión, ajuste y balance sonoro.
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Buenos dias! Men encataria que me dijieran cuando van actuar en España. Si se puede de alguna forma contactar con el representante para actuar en una pequeña localidad.
Un saludo
Esther Albarran 620337803
GRACIAS