
Por: Susana Fernández — 16 de marzo, 2006
Producido por la Asociación Cultural Xquenda A. C, la producción ejecutiva de Susana Harp y la producción musical de Héctor Infanzón, el grupo Pasatono presentó el pasado dos de marzo en la Casa Lamm, su segundo disco titulado Tonos de nube, un recorrido por diversas expresiones de la cultura musical mixteca, que se traduce en géneros, estilos y dotaciones que brindan diferentes espacios, momentos anecdóticos, mÃticos, festivos y emocionales.
Representado por una selección de piezas, como: El maromero, La petenera, el Zopilote mojado, Dios nunca muere y Don porfirio, entre otras, Tonos de nube es un compendio que representa la tradición oral y algunas piezas de compositores como José López Alavés, Ãlvaro carrillo, Rubén Luengas, Leonides Rojas y Macedonio Alcalá, entre otros.
Fundado en 1998 por tres músicos-investigadores (etnomusicólogos), dedicados a la investigación, divulgación, ejecución y creación de música de la tradición Mixteca, Pasatono es integrado por Patricia GarcÃa López (violÃn, mandolina y bandolón), Rubén Luengas Pérez (dirección musical, bajo quinto, bajo requinto, cencerro y voz), Edgar Serralde Mayer (Cajón, cántaro, tambora, guacharasca, baterÃa, claves, güiro, voz). Además, Julio GarcÃa Sánchez (tololoch), fue invitado para la grabación de este disco.
El origen del grupo se remonta a la presentación del fonograma Ñuu Savi, música tradicional de la Mixteca (Volumen 1.), -que se llevó a cabo en la Escuela Nacional de Música, en septiembre de 1998- donde Patricia, Rubén y Edgar se reunieron por primera vez para interpretar música de la tradición mixteca.
A lo largo de estos ocho años, Pasatono se ha dedicado a preservar los sonidos de los instrumentos en vÃas de extinción como el bajo quinto, el cántaro, el banjo, el bandolón y el violÃn de factura mixteca.
Utilizando una variedad de instrumentos tradicionales de la antigua cultura oaxaqueña, el espectáculo de Pasatono es un retrato sonoro que enmarca sonidos de la chilena -como principal género mixteco-, el pasodoble, el son y la canción -música más conocida de la Mixteca-; pasando por las músicas antiguas que los abuelos nombraron “yaa sii†(música alegre) y remontandose a la casi inimaginable presencia entre los pueblos indÃgenas de géneros como el danzón o el swing, se han presentado en diversos espacios escénicos nacionales y extranjeros como el Centro Nacional de las Artes, La Casa del Risco, Centro Cultural Tijuana, Centro Cultural Santo Domingo, Lincoln Center Plaza en Nueva York, Museo Metropolitano de Nueva York, Centro Cultural La Raza en San Diego California y en la Universidad de Boulder Colorado, entre otros importantes foros culturales.
El concepto de Pasatono es continuar la tradición musical de la Mixteca como un punto de partida sólido y fuerte en convivencia con nuevas propuestas estéticas. Como mixtecos contemporáneos, Pasatono reconoce los nuevos tiempos y sus contrastes, los mismos que se reflejan en su música.
“Asà son los tonos, los tonos de la lengua y de la música, los tonos de las nubes. Un dÃa sopló un aire fuerte y llevó una nube grande con gente a México, y una más grande para el Norte, hasta Estados Unidos; ahà los bajó, ellos llevaron sus tonos a esos lugares y trajeron otros a ñuu savi, como la nube que entra el año nuevo por el lado de la montaña o del otro lado, anunciando cómo va a estar ese año, anunciando con tonos de nube.†Rubén Luengas Peréz.
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