El reencuentro con Moliere

Por: María Teresa Adalid — 8 de marzo, 2006

“Ni delgado, ni grueso; más bien alto que bajo, de noble porte, de andar elegante. Tenía la nariz gruesa y la boca grande, labios carnosos, morena la tez, pobladas y negras las cejas, y cuando las fruncía, en las diferentes actitudes, su rostros adquiría una expresión irresistiblemente cómica. Era de carácter tranquilo, conversable, generoso. Gustaba de perorar y, cuando leía las comedias a sus amigos actores, quería que asistiesen también sus hijos para formarse una idea de sus reacciones naturales y espontáneas”, tal es la descripción de mademoiselle de Croisy con respecto al hombre que ha dotado de sentido cómico, lo triste y ridículo que resulta ser la hipocresía de la sociedad.

Un hombre cuyas obras Tartufo, El avaro, El misántropo, Las mujeres sabias, han sido representadas en diferentes escenarios alrededor del mundo. El hombre comúnmente llamado Jean Poquelin, mejor conocido como Moliere, vuelve a surgir en un escenario mexicano pero fusionando tanto talento nacional como francés bajo la inquietud de la Compañía de Teatro La Bizagra.

El médico fingido, obra escrita en su juventud, Amor médico, de 1665, con tres actos en prosa y El enfermo imaginario, la cual marcó los últimos días de la vida de Moliere, presentada en 1673 en el teatro Palais Royal. En ese entonces a Moliere lo aquejaba la fiebre y justo sufrió un ataque en la cuarta representación de la misma obra, muriendo así en su domicilio.

A partir de estas tres obras, Amor médico, El médico fingido y El enfermo imaginario, es como Arnaud Charpentier y Fermín Zúñiga hacen una adaptación y fusión, cuyo fondo trágico expresa las inquietudes y revueltas donde Moliere luchó contra la blasfemia, la mentira y la hipocresía de su sociedad, tomando como arma teatral a la risa.

El Molière hipocondriaco es un proyecto apoyado por la embajada de Francia en México, el Instituto Francés de América Latina (IFAL) y la Federación de Alianzas Francesas de México y el Liceo Franco-Mexicano. La idea corrió a cargo de La Biznaga, compañía nacida en México en 1999, la cual, después de varios acercamientos, se convirtió en un grupo francomexicano, con la idea de crear un puente entre ambas culturas a través del teatro.

La puesta en escena Moliere Hipocondriaco se destaca por ser una obra bilingüe, con funciones en francés y español en las que un actor habla en francés y el resto responde en español. La trama traza un juego de desdoblamiento mediante Comedia d´ell Arte y el teatro psicológico; este juego consiste en que los mismos actores interpretan a su vez a otros actores. De este modo, el actor es el centro del espectáculo; cada uno interpreta a más de cinco personajes y realiza cambios de vestuario a la vista de los asistentes, logrando un ejercicio actoral, es decir narra el mundo del teatro. A su vez, muestra la condición de Molière como hombre de teatro y la cercana relación que guardaba con la hipocondría, situación que llevó al escenario a manera de ataque en contra de los falsos médicos.

Moliere Hipocondriaco se presenta hasta el 26 de marzo, en el Foro de las Artes del CENART. Dirige Arnaud Charpentier, quien también actua, alternando la interpretación con Miguel Ángel Ortiz, y compartiendo el escenario con Ofelia Córdova, quien alterna con Dora García, y el actor Luis Rodríguez. La escenografía e iluminación es de Blanca Forzán y la musicalización de Toño Canica.