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Por: Gabriela Jiménez Bernal — 14 de junio, 2013
Delfos se presenta el próximo sábado 15 y domingo 16 de junio en el Palacio de Bellas Artes. La música en vivo estará a cargo de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, bajo la batuta del maestro José Areán.
Hace un siglo, el mundo fue testigo del nacimiento de una de las piezas dancÃsticas más reconocidas en toda la historia de este arte: La consagración de la Primavera de Ãgor Stravinski (estrenada en el Théâtre des Champs-Élysées, en ParÃs en mayo de 1913), tÃtulo que hoy posee una larga lista de propuestas que han surgido en diferentes regiones del orbe. Pero hoy, a cien años de distancia, una de las compañÃas de danza mexicana con mayor renombre la ha volteado en una versión sui géneris que busca perturbar al espectador.
Se trata de la prestigiada agrupación Delfos Danza Contemporánea que, bajo la dirección de Claudia Lavista y VÃctor Manuel Ruiz, han hecho de este montaje una singular creación de La consagración….
El Palacio de Bellas Artes será el escenario donde la compañÃa, con dos décadas de trayectoria, mostrará esta creación coreográfica que representa un parte aguas en la creación coreográfica, ya que simboliza una maduración estética tanto del grupo como de sus integrantes.
Las funciones serán el sábado 15 y el domingo 16 de junio cuando el coloso de mármol reciba a Delfos, que estará cobijada por la música en vivo de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, bajo la batuta del maestro José Areán.
Como un atractivo más para los amantes de la danza, la Delfos también ha programado para ambas funciones una de las coreografÃas que les ha dado grandes satisfacciones y que estrenó en 2009 en el Festival Internacional Cervantino: Bolero, con la incomparable música de Maurice Ravel.
Reto estético, acorde a evolución de Delfos
Grandes figuras de la danza mundial han hecho sus propias lecturas dancÃsticas de La consagración de la primavera. Basta mencionar los legados que dejara Maurice Béjart o Pina Bausch.
A 100 años de la creación de esta joya, en Delfos surgió una necesidad estética de llevarla a escena con su propio lenguaje, su propio sello que lo ha colocado durante dos décadas como uno de los máximos exponentes de la danza contemporánea en México.
Sin pretender ser los más vanguardias u originales del mundo, Claudia Lavista y VÃctor Manuel Ruiz han logrado una propuesta honesta, basada en el trabajo de investigación. La influencia que han recibido de otras manifestaciones artÃsticas, como la pintura, también les ha permitido que la agrupación tenga un sello especial: creaciones de gran plasticidad. Y su estilo de gran destreza fÃsica ya se advierte en los egresados de la escuela que también dirige el equipo de Lavista frente al Océano PacÃfico, allá en Mazatlán, Sinaloa.
En esta ocasión, el grupo asumió un nuevo reto con La consagración…, la cual llega justo en un momento clave al interior de la agrupación mazatleca, en una etapa de profunda maduración. Sobre ello hablan sus creadores: Claudia Lavista y VÃctor Manuel RuÃz.
“Para nosotros montar esta pieza ha sido un proceso muy importante porque estamos en un proceso de autoanálisis, de investigación. Hemos querido dejar la parte cómoda que fuimos ganando durante 20 años de trabajo y estamos rompiendo con nuestro propios esquemas aunque ese no era el objetivo, simplemente replantearnosâ€, VÃctor Manuel RuÃz.
En tanto que Lavista comenta: “El año pasado celebramos nuestros 20 años con recopilaciones. Este 2013 pensamos en La consagración de la primavera pero no con un afán de innovarnos o ser vanguardistas. Ese nunca ha sido nuestro estilo. Simplemente fue una necesidad de autenticidad, de saber dónde nos encontrábamos y este montaje nos permitió hacer tal reflexión. Quizá la obra siempre estuvo ahÃ, guardada en nosotros, pero ahora se fue desenvolviendo sola y nos fuimos dando cuenta que como grupo nos reencontramos en un mismo espacio no obstante nuestra propias diferenciasâ€.
Más que hacer una copia de alguna versión de esta pieza, Delfos hizo una propuesta totalmente fÃsica, donde el reto era que los siete intérpretes que aparecen en escena no se vean como bailarines, sino como personas comunes.
La destacada bailarina dijo que la estancia de Delfos en Mazatlán sigue siendo el factor primordial para que la compañÃa se mantenga, ya que ese aparente aislamiento de la Ciudad de México les ha permitido sentar las bases para fortalecerse y concentrarse en su propuesta.
Obra vigente, perturbadora
Tanto Lavista como RuÃz están convencidos que, no obstante la antigüedad de La consagración de la primavera se trata de una obra muy vigente, ya que sigue reflejando situaciones que acontecen en nuestra sociedad actual. Eso, sumado a la propuesta sui géneris que harán de la misma, hace que ellos mismos la califiquen como una pieza “perturbadoraâ€.
La coreógrafa señala que la obra es multireferencial, cargada de muchos simbolismos de lo que ocurre en nuestra cotidianidad, invadida por una simultaneidad de imágenes todo el tiempo.
Cabe destacar que en este montaje se contó con la colaboración de Mauricio Ascencio en la concepción visual, asà como en el diseño de vestuario y escenografÃa.
Gran aventura musical
Para el maestro José Areán resulta una gran experiencia ser parte de este proyecto donde se va a requerir la participación de un centenar de músicos, ya que asà lo exige la música de Stravinski.
De esta manera describió la versión propuesta por Delfos: “Es una pieza sin concesiones, que deja sin aliento. Como espectador me deja alarmado, me deja escalofrÃos y lleno de preguntas. A cien años de su estreno regresa con un sentido profundo inmediato que nos incita a reflexionar y pensarâ€.
En cuanto a la música de Stravinski, el director de Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México asegura que no pierde actualidad: “Posee una fuerza brutal. Lograr trasportar esta pieza a nuestra postmodernidad realmente fue una necesidad artÃsticaâ€.
A la pregunta de si existen algunas similitudes entre Stravinski y Ravel, el maestro Areán señala:
“Hay una oposición absoluta. Sus obras sor rÃtmicas pero muy diferentes entre sÃ. En Bolero hay una repetición continua, obsesiva y obstinada del ritmo, hay regularidad y simetrÃa. En La consagración de la primavera ocurre lo opuesto. La rÃtmica es la violación de la simetrÃa y expectativa, por eso es tan inquietante. Lo único común entre ambos compositores es que sus obras fueron experimentos del siglo XX y se asociaron a la danza de forma innovadoraâ€.
Presentaciones
Las funciones de Delfos en el Palacio de Bellas Artes serán el sábado 15 de junio, a las 18:00 horas, y el domingo 16 de junio a las 17:00 horas.
El grupo adelantó que después de su estreno en el coloso de marmol la pieza se volverá a interpretar en la Sala Miguel Covarrubias de la UNAM, donde se contará con la participación especial del ensamble Tambuco. Y después se llevará a Mazatlán, Sinaloa.
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