
Por: Claudia Magun — 16 de febrero, 2006
Con un recorrido por las principales obras de Arturo Márquez, entre ellas Danzón No. 2, considerada una de las partituras representativas de la mexicanidad, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) rendirá un merecido homenaje al músico sonorense por su trayectoria con la realización del concierto El danzón según Márquez, en el cual la Orquesta Mexicana de las Artes. Ensamble de Solistas, dirigida por Eduardo GarcÃa Barrios, interpretarán las obras más destacadas del homenajeado.
“Será el primer concierto que tendré en Bellas Artes con mi música. Se trata de un resumen del trabajo que he hecho alrededor del danzón. Cada una de las obras ha sido revisada para que se pudiesen tocar con un ensamble de solistas†Arturo Máquez.
Nacido en la ciudad de Ãlamos, Sonora, en 1950; Márquez empezó a componer música a los 16 años. Estudió violÃn, piano y trombón, pero el piano le dio una primera idea de la armonÃa y pronto comenzó a componer sus primeras melodÃas.
Entre 1969 y 1970 dirigió la Banda Municipal de Navojoa, Sonora; de 1970 a 1975 estudió en el Conservatorio Nacional de México; en 1976 ingresó al taller de composición del INBA y en 1980, al concluir dicho taller, el gobierno de Francia le otorgó una beca de perfeccionamiento para estudiar por dos años en ParÃs con el maestro Jacques Castérède.
En 1987 obtuvo el segundo lugar en el Concurso Nacional de Composición Felipe Villanueva. Entre 1988 y 1990 asistió al Instituto de Artes de California, becado por la Fundación Fulbright, donde incursionó en la computación aplicada a la música.
Actualmente, el maestro Márquez se desempeña como investigador y coordinador de difusión en el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez (CENIDIM).
El concierto que se llevará a cabo este sábado 18, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, comprende una semblanza del repertorio de este autor que se ha convertido en un clásico contemporáneo.
La Orquesta Mexicana de las Artes… interpretará una de las piezas más conocidas de Márquez: Danzón No. 1, que de acuerdo con el mismo músico, “formalmente retoma el concepto rÃtmico del danzón tradicional y está inspirada en la ejecución de una especie de danzón-bolero que escuché en una calle del centro de la Ciudad de Méxicoâ€.
La segunda obra que se ejecutará para continuar con el programa, es Danzón No. 3, una pieza donde las cuerdas juegan un importante papel en el desarrollo tonal, y según señala Aurelio Tello, destacado pedagogo musical, pianista, compositor y director coral… “se trata de un danzón apacible, sereno, que recupera el señorÃo intrÃnseco de este baile fino de salónâ€.
Danzón No. 5 Portales de madrugada, es la pieza con la que prosigue el repertorio, un intenso juego de sÃncopas, donde los giros se enlazan entre las voces internas, el tratamiento instrumental, el avanzado plan modulatorio y el sentimiento de la música urbana son las caracterÃsticas de este trabajo.
Para continuar con este festÃn sonoro, la Orquesta dará vida a una pieza creada con un alto grado de sofisticación rÃtmica y métrica: Danzón No. 4.
“Esta obra nos lleva de la mano, suave no más, por una senda cadenciosa y festiva, diciéndole adiós a la cuadratura, a la obviedad y al lugar común. Es la mejor evidencia de que no hay expresión sin artesanado, pero que el solo oficio no sirve si la música que de él se genera no fascina al escuchaâ€, afirma Aurelio Tello.
En la segunda parte de este concierto-homenaje ––en honor a quien se hiciera acreedor de la Medalla Ortiz Tirado durante la XXI emisión del Festival Ãlamos (2005)––, los músicos interpretarán Octeto Malandro, calificada por Márquez como: “una especie de antidanzón, una obra que se introduce en los rincones rÃtmicos del danzón para mostrar su naturaleza, desarticulando su cuadratura y métrica”.
Por su parte, La pasión según San Juan de Letrán (tercer movimiento de Máscaras para arpa y orquesta), quinta pieza de estel evento, en palabras del maestro Tello, se trata de: “una pieza en la que el autor impone el ritmo sonero mexicano pero con carácter danzonero. Dicho de otro modo, toma la estructura rÃtmica del son, pero aplica la estructura melódico-armónica del danzón, es una mezcla sincrética de fólcklor campirano y música urbanaâ€.
De todas las versiones de cámara de los danzones, Danzón No. 8, la siguiente pieza en el programa, es la que más conserva una esencia sinfónica, aunque la conformación instrumental presenta rasgos singulares. Está basado en lo que en algunos danzones tradicionales se conoce como el ritmo afro. En esta obra, el compositor retoma esta idea y hace un homenaje a Maurice Ravel que desde el punto de vista de la forma es totalmente distinto a los otros.
“Danzón No. 8, en tanto reafirma la vena creadora de Márquez y su decantado artesanado, se constituye en privilegio de nuestro tiempo, en testimonio de nuestras vivencias, en compendio de nuestras experiencias sonoras, en rotunda huella de nuestro paso por el mundo que conocimos y en el cual nos tocó vivir†destaca Aurelio Tello.
Para cerrar con broche de oro este concierto, el Ensamble de Solistas interpretará la obra cumbre de Arturo Márquez: Danzón No. 2, concebida por el compositor durante un viaje que realizó a Malinalco, esta pieza fue influenciada por el pintor Andrés Fonseca y la bailarina Irene MartÃnez, expertos en bailes de salón, quienes le transmitieron el gusto por este género, en visitas a Veracruz y al Salón Colonia en la Ciudad de México.
“Danzón No. 2, es la más significativa obra sinfónica de los año 90 del siglo pasado. Su inserción en el circuito orquestal ha sido inmediata y públicos de diversas latitudes la conocen como una de las partituras representativas de la mexicanidad junto a obras como Sensemayá de Revueltas, la SinfonÃa India de Chávez, los Sones de Mariachi de Blas Galindo y el Huapango de Moncayoâ€, resalta el maestro Tello.
Con una sofisticada estilización de aquello que define al danzón, Danzón No. 2 fue compuesto por encargo de la Dirección General de Actividades Musicales de la UNAM y dedicada a su hija Lily Márquez. Se estrenó el 5 de marzo de 1994, en la Sala Nezahualcóyotl con la Orquesta Filarmónica de la UNAM.
Con una visión contemporánea, Arturo Márquez lleva el ritmo tradicional de la música de salón a una colorida paleta orquestal, donde la estructura estética se disfruta con el virtuosismo del concierto académico y el divertido acento de ese espÃritu de la música popular.
“Arturo Márquez es uno de nuestros más grandes compositores y, yo dirÃa, de la historia musical de México, ya tiene un lugar asegurado entre los grandes compositores que ha dado nuestro paÃsâ€. Gustavo Rivero Weber, Coordinador Nacional de Música y Ópera del INBA.
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