
Por: Arturo Carrasco — 8 de febrero, 2013
Dentro de los festejos por los 60 Años de La Capilla, Boris Schoemann regresa para conmovernos con su siempre talentosa percepción y lleva a escena esta propuesta con una visión divertida y trágica a la vez. Esta temporada se extenderá todos los domingos hasta el 14 de abril…
En una ciudad cualquiera, que bien podrÃa ser la nuestra o no, usted decide, pueden ocurrir tantas cosas, escribirse cientos de historias que transcurren dÃa a dÃa entre sus edificios, parques y calles… historias que pueden ser tan variadas como lo que ocurre al interior de un coche, o bien, la plática de las personas que se encuentran detrás de las paredes de los departamentos, también pueden ser las vidas que se observan por ahà en el diario transitar y que, como los perros que se esconden por los rincones, van intentando vivir… viviendo.
En esta ciudad el bienestar y la justicia social son hechas a un lado por preocupaciones más importantes como el resultado de un partido de futbol o el final de una novela, mientras que en un submundo que sobrevive a base de sueños y deseos, la vida de dos niños transcurre entre la ausencia de un futuro, el rechazo y el sueño de poder, y quizá algún dÃa, edificar un mundo que les ha sido negado.
Estó es lo que sucede en Kiwi, una de las obras más exitosas de la compañÃa Los Endebles que se estrenó formamente en la Muestra de Artes Escénicas en la Ciudad de México, basada en un texto del dramaturgo Daniel Danis que aborda el tema de los niños de la calle y el abandono.
Aunque estos temas se prestan para el sentimentalismo, que poco ayuda, aquel del tipo “pobrecitosâ€, lo cierto es que los creadores de esta producción no piden que volteemos a ver a estos seres sólo para compadecerlos sino para volverlos visibles y, por lo tanto, existentes, lo que significa darles el derecho a la vida que se les ha negado.
Daniel Danis, plantea a través de este texto que las grandes ciudades parecen ser la promesa del bienestar, del desarrollo y prosperidad; pero el autor no se queda en esta cómoda apariencia, en vez de eso decide asomarse al submundo de esta ilusión, a las alcantarillas de una “sociedad modernaâ€.
En esta propuesta nos trae una historia que no es un cuento de hadas donde al final los obstáculos se vuelven inexistentes, al contrario, más que dar una moraleja, este dramaturgo canadiense busca llamar nuestra atención acerca de la indiferencia y exclusión en que viven estos seres dentro de una sociedad que sólo piensa en su necesidad y placer propio, lo cual no los aleja tanto de muchos de nosotros que subsistimos o peleamos por encontrar la felicidad.
Kiwi es un montaje de Boris Schoemann que no puede ser más que calificada como fuerte, quizás cruda, pero, como toda la miseria del mundo, conmovedora. Es la historia de una pequeña que, tras ser abandonada por sus tÃos, reinicia su vida al lado de su nueva familia: un grupo de niños de la calle que se han construido su propio hogar y refugio, y que sobreviven dÃa a dÃa cuidándose entre ellos.
Con pequeños y simples placeres, los chamacos se esfuerzan por crecer en un mundo en el que no sólo no tienen un lugar, sino en el que además resultan un estorbo del que hay que deshacerse. La historia de Kiwi y sus amigos es el campo de batalla en el que confluyen la desigualdad y el abuso de la amistad, la solidaridad y el ahÃnco de lograr por cualquier medio salir adelante.
Kiwi se ha presentado con gran éxito en diversos espacios en nuestro paÃs desde 2001, gracias a su historia y también al papel de sus protagonistas Olivia Lagunas y Guillermo Villegas quienes a través de su capacidad histriónica y pasión en el escenario logran que sus personajes transformen la indiferencia en un acto de coraje y reflexión por parte del espectador. La obra cuenta con la música de JoaquÃn Lopez “Chasâ€, la escenografÃa de Jorge Kuri y el vestuario de Pilar Boliver.
En este inicio de año, Kiwi se estuvo presentando en el Teatro La Capilla como parte de los festejos por el 60 aniversario de este foro en Coyoacán, con un gran recibimiento por parte del público, por lo que este 10 de febrero arranca con una nueva temporada que llevará a cabo funciones los domingos, hasta el 14 de abril, por supuesto, que el mismo escenario de La Capilla.
Kiwi es uno más de los proyectos en los que, como siempre, Boris Schoemann busca que el público reflexione, con esta historia de Daniel Danis nos invita a cuestionarnos sobre: ¿Qué estamos haciendo con nuestros niños? Ellos son el futuro, pero ¿qué presente les estamos dando? ¿Qué esperanzas? Hay infinidad de grados de desinterés e impunidad en lo que refiere a la juventud, desde la educación hasta la seguridad que se les puede proveer.
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