
Por: Susana Fernández — 1 de octubre, 2007
¿Existe una relación entre el lenguaje artÃstico que es la danza y el esfuerzo fÃsico que representa el box? ¿Es posible un vÃnculo entre disciplinas tan disÃmbolas? ¿El encuentro violento que sucede sobre el ring puede tener similitudes con el encuentro armonioso que se da sobre el escenario?
Estas son algunas de las interrogantes que plantea, con ingenio y un gran trabajo de investigación documental, Patricia Camacho, investigadora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza “José Limón†del CENART, autora del libro Danza y Box: Bálsamo y herida, novela que a través de los ojos de una mujer lleva a los lectores por los años 50s, significativa época para la danza y el box en nuestro paÃs.
En medio de una historia de amor que surge entre dos jóvenes con diferentes intereses, se va conociendo el México de héroes con Raúl, “El ratónâ€, MacÃas, Fili Nava, Ricardo, “El pajaritoâ€, Moreno. Un paÃs donde nombres como Guillermina Bravo, Josefina del Valle eran los protagonistas de las crónicas de la cultura y el Palacio de Bellas Artes recibÃa a artistas tan destacados como John Sakmari y Tulio de la Rosa, que aún cuando se nacionalizó mexicano, era de origen venezolano.
Danza y Box: Bálsamo y herida es un desafÃo por mostrar que el arte puede encontrarse en diferentes expresiones, aun en aquellas que a primera vista parecieran ser las más alejadas, la autora va adentrando al lector en dos mundos paralelos que se viven con igual pasión. Las crónicas de los triunfos, grandes premios monetarios, fama y grandes reconocimientos para los pugilistas contrastan con las crónicas más mesuradas de los estrenos –en espacio mas no en pasión–, asà como de los movimientos innovadores como los llamados descalzos y otras noticias que rebelan los dogmas y conservadurismos de una sociedad que encontraba peligrosa a la danza.
De esta forma novelesca, pero construida sobre verdades que hoy nos parecen aberrantes, como la homofobia y discriminación por ejercer determinada profesión, recordamos que hubo un tiempo en que los bailarines fueron perseguidos y atacados por atreverse a bailar.
Asà a través de un ameno relato, la autora rompió con la ortodoxia académica, apostó por el arte y su capacidad de abrir horizontes, de impulsar la mente y la imaginación más allá de toda limitante, al presentar dos oficios sin menosprecio del uno al otro, desde la óptica de un reportaje novelado que crea un paralelismo entre bailarines y pugilistas, donde el cuerpo se convierte en instrumento de trabajo de alto rendimiento.
Resultado de la suma de esfuerzos entre el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, el Centro Nacional de las Artes, el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza “José Limón†y del Programa Educación por el Arte, en colaboración con la editorial Leer y Escribir, Danza y Box: Bálsamo y herida es un texto ligero que se disfruta de inicio a fin.
“SerÃa maravilloso ver este libro en las manos del lector que consume el libro vaquero como en las del funcionario. Danza y box: bálsamo y herida aborda la construcción de la masculinidad a partir del trabajo, en este sentido trata temas como la homofobia, los pagos salariales, el retiro laboral y la seguridad social. Por ello, es preciso que las autoridades reconozcan las necesidades de bailarines y deportistasâ€, Patricia Camacho.
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