
Por: Colaborador Invitado — 2 de enero, 2006
Aunque para muchos, la realización de difusión en medios y relaciones públicas es algo “sin chiste y sin ningún trabajo fuerteâ€, la realidad es otra, tomando en cuenta que en nuestro paÃs, hasta los mismos productores ven a esta actividad como algo que no beneficia “en nada a su obraâ€, haciendo a un lado la realidad: si no hay difusión, control en medios y relaciones públicas, sencillamente la puesta en escena no excederá los tres meses en cartelera.
Difundir el teatro en México no es fácil. Y esto sucede porque los involucrados directamente en los proyectos, básicamente en el área de producción, creen que invertir en una buena campaña de relaciones públicas y prensa es tirar el dinero a la basura, cuando gracias a estas labores, se ahorran gastos impresionantes en estas áreas y se ayuda a convertir a sus producciones en algo obligado de ver en la cartelera teatral capitalina.
Y algo muy importante es la de encargar esta labor a profesionales en este ramo. Y lo digo porque, a muchos productores, se les hace fácil encargar esta complicada labor a sus “cuates reporterosâ€, dejando caer esta ardua y estructurada labor en labores de chambitas, denigrándola hasta lo más bajo.
Aunque muchos no lo quieran creer, el teatro es un producto y como tal, se debe de invertir en él horas de trabajo y de análisis para presentarlo al público de una manera digna y crear conciencia de que se trata de un elemento clave dentro de la cultura popular mexicana. Como cualquier producto, hay que venderlo, ofrecerlo como lo mejor que existe en el mundo y hacer que el cliente (el público), se “anime†a verlo y a recomendarlo.
Para lograr tal motivo, el primer cliente a quien el teatro y la propuesta escénica debe de impactar es a la persona encargada de manejar las relaciones públicas y el control en medios de comunicación. Si ese primer espectador no está convencido con la propuesta escénica, simple y sencillamente la quÃmica no se da y el proyecto no contará con ese impacto que se requiere para que, sencillamente, la gente se arrebate los boletos para asistir a una función.
En EF comunicaciones estamos más que concientes de esta dinámica y lo básico, independientemente de los costos y cuestiones laborales, es que el producto nos convenza y llame totalmente nuestra atención. Si no existe una relación de esta Ãndole, preferimos no trabajar con ellos. Es como si se tratara de nuestra vida sentimental: cuando no le gusta a nuestras familias, comentamos sus cualidades y las razones por las cuales nos enamoramos en varias ocasiones y los invitamos a conocerla, hasta que los logramos convencer y se forma una muy buena relación entre parientes.
El teatro es una de las pasiones de esta agencia de relaciones públicas y control de medios, y nos encanta involucrarnos en proyectos de esta Ãndole ya sean comerciales o culturales, porque aquà les damos el mismo trato y son conocidos por todo el público.
Afortunadamente, la gran mayorÃa de las obras con las que hemos y estamos trabajando han tenido muy buena respuesta por parte de la prensa y el público; y esto ha sido gracias a que a nosotros nos gustan, hallamos la manera de venderla y compartimos con el público la magia que encierra entre y frente a bastidores.
La idea es crear una enorme necesidad de presenciar el espectáculo teatral e involucrarse en la magia que el teatro nos ha dado desde muchos años atrás… Fabián de la Cruz Polanco, Jefe de Difusión y Relaciones Públicas, Efcomunicaciones.
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