Desamor o la fugacidad: dos historias sobre las cotidianidades del amor

Por: Arturo Carrasco — 12 de julio, 2012

“La sola presencia del otro me modifica por completo… En la medida que comprenda que me afirmo a mi mismo cuando me miro en el otro seré más generoso y encontraré la verdadera trascendencia, porque yo soy el otro”, Isaac Pérez Calzada.

Como ha ocurrido en los últimos tres años, este 2012 se realizó el IV Rally de Teatro Independiente, un escaparate para nuevas propuestas de diversas manufacturas que cumple con el compromiso de hacer llegar a más personas el quehacer teatral.

En esta ocasión el espacio en el que convergen las tres obras ganadoras de la edición de este año, cada una con su estética y lenguaje propio, es el Centro Cultural Foro de la Comedia (El Foco Arte Hoy), espacio en el cual podemos apreciar la obra Desamor o la fugacidad, un suceso escénico conformado por dos piezas: De Paso, escrita por Juan Tovar y Beatriz Novaro y Round de sombras, original de Carmina Narro.

Desamor o la fugacidad nos relata dos historias cuyo hilo conductor son los resentimientos y la ira contenida en seres que apenas se dan cuenta de la violencia emocional y psicológica que ejercen contra sí mismos.

En la primera historia se nos muestra un momento en la vida de dos jóvenes que bien podrían ser cualquiera de nosotros y que, después de una noche de fiesta, terminan juntos en un hotel de mala muerte. Este relato de deseo-odio se mezcla con elementos propios de la vida urbana que permiten su transcurrir y le dan sentido al hecho de terminar con un perfecto desconocido la misma noche en que por primera vez se encuentran.

Conforme avanza la trama vemos como se va construyendo un discurso sobre los encuentros y desencuentros, entre los que se cruza el amor, la obsesión y los prejuicios en que viven los protagonistas.

Aunque se intenta dar cierta profundidad a la obra a través de algunos diálogos, esto no deja de ser un intento que termina por caer en los lugares comunes, como el hecho de que la chica estudie filosofía y él (que se describe como un hombre trabajador) curse la carrera de administración.

Esta situación le resta un poco de fuerza a la historia y en todo caso sirve sólo para llenar tiempo hasta llegar a la parte central de la obra que nos permite conocer más de cerca las profundidades psicológicas y existenciales de los personajes, las cuales, pese a la idea de liberalismo que significa el aceptar un encuentro fortuito sin mayor problema, se manifiestan a partir de las contradicciones propias del espacio sociocultural que habitan y que se reflejan claramente en el comportamiento de Silvia, la protagonista.

En la segunda idea conocemos a Andrés, un químico biólogo, y a Julia, una corredora de bolsa, que se reúnen en una cena para hablar sobre algunos detalles de su divorcio.

En esta historia, al igual que la primera, vemos el conflicto que vive una pareja con la diferencia de que en este caso la pugna es resultado no del deseo sino del desgaste provocado por la vida cotidiana entre dos seres que no se quieren más, o al menos uno de ellos ya no, lo cual los ha conducido a una relación que se manifiesta en el desprecio al otro.

Este amor en decadencia que se muestran los personajes se caracterizará por expresarse de la única forma en que puede hacerlo: la burla y la ironía entre ambos personajes, aunque con un mejor acierto por parte de la mujer. Al final, el miedo será lo que marque el destino de los dos y lo que da fin a su angustiosa relación que, paradójicamente, significara un nuevo comienzo para los dos.

Desamor o la fugacidad es una producción de la Compañía Romo y Valderrábano y lleva en la dirección de escena a Isaac Pérez Calzada, en la actuación se aprecia el trabajo de Iván Romo, Erika Rendón, Gilda Valderrábano, Tsayamhall Esquivel y Zahín Serrano; asimismo, la escenografía fue realizada por Patricia Yáñez, quien recibió el premio por su diseño del Cuarto Rally de Teatro Independiente por su trabajo realizado en esta obra.

Desamor o la fugacidad todavía se presenta el viernes 21 y 28 de julio en el FOCO (Tlacotalpan 16, Col. Roma Sur), una historia sobre la identidad y la memoria emotiva que plasma la imposibilidad de relacionarnos con el otro.

“En esta obra nos planteamos el porqué tanto jóvenes como adultos conforman una sociedad incapaz de reconocerse y comunicarse, primero a nivel individual y luego con los demás. El porqué los jóvenes prefieren relaciones fugaces, pero no por falta de compromiso, sino debido a su incapacidad de permanecer con otra persona. Y el porqué una pareja aparentemente sana emocionalmente que tras insistir en lo que no tiene remedio cae en el abismo”, Isaac Pérez Calzada.