
Por: Roberto Sosa — 6 de julio, 2012
“La obra surge del personaje de Desdémona como una necesidad de hablar de la violencia de género, de revalorar a la mujer, darle voz a sus angustias y fortalecer la mirada del personaje. Una extensión de Otelo traducida de manera dislocada y arriesgada, un universo de poder, celos y desamor. Se centra en una guerra externa e interna y hace una analogÃa sobre nuestra propia condición humanaâ€, Marco Vieyra.
La creatividad en el trabajo escénico tiene que ver con muchos factores, el tener los suficientes recursos económicos sirve para lograr un buen resultado, más no es garantÃa; existen creadores que sin un gran presupuesto logran hacer cosas interesantes, o tener todos los recursos y desperdiciarlos en obras intrascendentes.
Sin embargo cuando se tiene un buen presupuesto y se utiliza creativamente, con la idea clara de lo que desea hacerce y además se cuenta con un gran equipo en cada uno de los renglones que componen el quehacer teatral, el resultado es intrÃnsicamente bueno.
Al entrar a ver Oscuro lo primero que llama la atención es su trazo escénográfico; un foso lleno de arena en forma rectangular y a su espalda un fondo de madera inclinada con plataformas que sirven de podio y también como entradas o salidas de la escena; en la parte de arriba de esta pared, en el extremo izquierdo, un músico acompaña el desarrollo de la pieza.
Todo esto como marco para la interpretación, para el discurso escénico; un lenguaje que habla del poder, dos hombres se confrontan y se unen, una mujer en medio de la pugna, el “objeto†que equilibra desde una óptica que tiene en “Oteloâ€, la referencia.
Un excelente trabajo escénico de Philippe Amand que en complicidad con la iluminación –la cual también lleva la firma de Amand– enmarca a los personajes en su enfrentan con demonios personales, sus guerras Ãntimas y sociales, la guerra en que vivimos todos. La música en vivo es un concepto sonoro de Juan Pablo Villa.
Desde mi punto de vista, Oscuro tiene poco o casi nada de Otelo (una de las obras más conocidas de Shakespeare), en éste se descubre un triángulo que pasa por lo emocional entre dos personajes masculinos y uno femenino; el poder que se ejerce, que se revierte y que destruye.
Es una versión “enana†de Otelo, como lo dice el programa de mano; es un Otelo sin celos que no golpea, no mata; un Yago que no miente, que no intriga; y una Desdémona que si engaña, que ama, pero no se ciega, sin pañuelo que la delate. Un texto que nos lleva al interior de tres personajes que se confrontan, que se desean y que terminan por destruirse.
Cabe destacar la participación de Fantasma, un caballo de verdad que aparece en este pequeño escenario. El corcel es un personaje más, enriquece la escena, la vuelve mágica, la llena de metáforas; el bien entrenado animal se roba la escena en cada aparición. En muchas ocasiones se han presentado caballos en los escenarios, pero sólo entran y salen, aquà el equino es parte fundamental del montaje. A pesar de lo reducido del espacio, Fantasma interactúa, “corre†por el escenario, participa en escenas muy bien logradas y al final el cuadrúpedo cierra la historia de forma poética en medio de un caos.
Oscuro es un montaje interesante que parte de una idea que tiene que ver con el imaginario, con lo irreal. El entorno nos remite a un presente lleno de violencia, la confrontación por encima de la razón; el poder como un medio y la forma de sometimiento al deseo inmediato, a la supremacÃa. Las emociones trazlada a los personajes sobre un escenario que mueve el imaginario colectivo, en complicidad con nuestra propia sensibilidad.
Edgar ChÃas escribe Oscuro, como metáfora del negro Otelo, de Shakespeare; Marco Vieyra dirige la obra desde una perspectiva casi apocalÃptica, una obra muy visual con un elenco de gran presencia integrado por Plutarco Haza (Jako), Ricardo Esquerra (Otter), Luciana Silveyra (Des), Claudia Florescano (jinete), Enrique Fraga (rejoneador) y VÃctor Ortiz (hombre), un grupo de actores muy bien manejados en el escenario que ofrecen al público un espectáculo que va directo al territorio de las emociones, al universo del poder, los celos y el desamor, para hacer una analogÃa de la condición humana.
“La obra es la versión moderna de Otelo, un texto muy retador para cualquier histrión. Nos habla de las cosas personales que suceden en el mundo moderno, desde las relaciones homosexuales hasta el mundo de los negocios turbios. Yo creo que es también un reto para el públicoâ€, Plutarco Haza.
Oscuro es una co-producción del Instituto Nacional de Bellas Artes y el Instituto Potosino de Bellas Artes, que se presenta de jueves a domingo, hasta el 29 de julio, en el escenario del Teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque.
“Como director teatral, me interesa lo que sucede actualmente con la violencia de género, de ahà que intentemos hacer una analogÃa sobre la oscuridad, esa la batalla interna entre la luz y las sombras de cada uno de los seres humanos. No mostramos una batalla solamente exterior sino también interior, es decir que la oscuridad del ser humano repercute en la sociedad, la polÃtica y las bajas pasiones. El teatro debe sacudir a la vidaâ€, Marco Vieyra.
Un listado de enlaces a centros culturales, música, teatro, danza, infantiles, festivales y medios y más.
Deja un comentario