![](https://interescena.com/wp-content/themes/interescena2015B/images/logo.png)
Por: Claudia Magun — 13 de junio, 2012
“Es una historia sobre dos personas que tienen todo para odiarse pero buscan el camino de la reconciliación†David Psalmon.
En este segundo semestre del año, David Psalmon incursionó en la escena teatral capitalina con un interesante texto que explora con aguda inteligencia el odio y el perdón: IRA, suave lluvia para heraldos negros.
Una coproducción de la CompañÃa TeatroSinParedes, la Coordinación Nacional de Teatro del INBA y el fmx-Festival de México, marco donde fue estrenada el pasado 10 de mayo en el Teatro El Granero Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque.
Un texto que Javier Malpica desarrolló sobre una nota que Psalmon encontró en el periódico: Jo Berry, hija de un polÃtico británico fallecido en un bombardeo de IRA (Irish Republican Army) en 1985, decidió buscar al asesino identificado como Patrick Magee, no con el propósito de vengarse sino para acabar con el odio y con esto encontrar lo positivo del suceso.
Además de basarse en este hecho real, Malpica aportó una historia paralela que sirviera de contrapunto, inspirado en un hecho verÃdico sobre la desaparición de Michelle Whitacker. “Son dos personas que tienen todo para amarse pero acaban odiándose. Pensé en una madre y un hijo que llevan a un camino muy diferente al del perdónâ€, comentó el dramaturgo Javier Malpica.
En IRA, suave lluvia para heraldos negros, el director se adentra en otra reflexiva aventura sobre la realidad humana, tema que domina y que se ha constatado en su intensa trayectoria teatral que ha convencido a muchos de aquellos que amamos el teatro.
A lo largo de su trayectoria, Psalmon nos ha obsequiado en su condición de creador de escenas con un profundo tratado sobre la condición humana que el este artista proyecta con esa acentuada tentación que tiene por desbaratar el alma de los protagonistas de la dramaturgia: el ser humano.
Pero además de su visión escénica, David Psalmon sabe que el teatro no sólo es contenido, sino que el teatro debe ir más allá del contexto como tal, el teatro debe ser entendido como un espectáculo que cautive al público, y con esa visión realista que le caracteriza y esa habilidad escénica que maneja, en su propuesta siempre va más allá del teatro, sus obras siempre se caracterizan, además de ser gratificantes como trabajo escénico, por ser concebidas como un divertimento, una experiencia que ofrece la fascinación del texto empero con una narrativa visual.
Entre algunas de las obras que Psalmon ha producido con TeatrosinParedes en diferentes espacios se pueden mencionar muchas, aquà algunos de los tÃtulos que dejaron huella en la escena nacional: Combate de negro y de perros (2003), un texto del francés Bernard-Marie Koltès, sobre la confrontación de dos mundos opuestos, el de la luz y el de la oscuridad; La excepción y la regla (2006), una aventura clown basada en un texto de Bertolt Brecht; Un rico, tres pobres (2008), otra versión clown sobre una obra de Louis Calaferte que expone a la sociedad sobre el escenario; Emigrados (2008), una “abstracción†del dramaturgo polaco, finalmente francés, Slawomir Mrożek quien con este tÃtulo, busca realzar la dimensión universal de la migración a partir de una comedia de humor que trata sobre la fragilidad de nuestra condición humana, la miseria de nuestro cotidiano; y El cielo en la piel (2010), una obra del talentoso Édgar ChÃas quien con su siempre perspicaz pluma expone en este texto la condición de opresión de la mujer contemporánea.
Otra de las magnÃficas intervenciones de David Psalmon con TeatrosinParedes, es El que dijo que si, el que dijo que no, un tremendo ejercicio escénico que resultó una de las mejores experiencias teatrales que el publico capitalino vivió este año en el Benito Juárez, un historia que lleva al espectador por una ópera balkánica que evoca la única obra didáctica escrita por Bertolt Brecht, la cual plantea una historia sobre la disyuntiva de elegir entre el bien del individuo y el beneficio de la comunidad.
Un planteamiento escénico muy interesante donde surgen dos finales distintos que Brecht escribió y la decisión final la tiene el público, quien tendrá que decidir el desenlace de la obra. El que dijo que si, el que dijo que no, anda en busca de un nuevo espacio para iniciar temporada, seguramente pronto lo veremos en la cartelera capitalina.
Las obras de Psalmon, se pueden calificar como ejercicios completos que en su desarrollo llevan ese impecable movimiento escénico resultado de una muy acertada dirección que de la mano de los actores descubre esos personajes que el autor ha dibujado. Además con gran ingenio acierta con la perfecta ambientación que se requiere para enmarcar la historia –escenografÃa, iluminación, vestuario y por supuesto música–, esa historia que el director descubre o que lo descubre a él para existir en la escena, aquella que cautiva al espectador.
Como en IRA, suave lluvia para heraldos negros, en la cual Psalmon en complicidad con Malpica nos presenta en el Teatro el Granero del Centro Cultural del Bosque, una lectura que como dice el autor: “Es una obra para reflexionar sobre nuestros propios odios y nuestros propios caminos hacia el perdónâ€.
Esta es una producción que lleva en el elenco a Hernán Mendoza y FermÃn MartÃnez alternando el personaje de Henry Rivera, Norma Angélica, VÃctor Maraña, David Hevia, Beatriz Luna y Sergio Ramos, nos abre la posibilidad de identificarnos con personajes de gran fuerza que transitan por sentimientos como el rencor, el odio y la incomprensión, empero, mientras algunos de ellos, los superan mediante el diálogo y siguen adelante, en otros se agudiza y acaba por distanciarlos.
Esta es una idea densa pero cautivadora, que presume de una escenografÃa, creación de Aura Gómez Arreola y Ana Patricia Yáñez, la cual con gran cierto recrea un ingenioso espacio en ruinas con vidrios rotos y mobiliario desgastado, que encuadra el relato de Jane Winter, quien luego de la muerte de su padre en un atentado en Londres, busca a su asesino, Ewan McBride, con la intención de acabar con los fantasmas que la atormentan, y por otro, contar la historia de Rebeca y Henry Rivera quienes desde Estados Unidos enfrentan la desaparición de su hijo Dylan en medio de un momento de tensión familiar.
El video arte es un trabajo de Daniel Ruiz quien se las arregla conjuntamente con la iluminación de Sergio López para enmarcar el trazo escénico de la historia. El vestuario, muy bien logrado, sale la imaginación de Adriana Olivera.
Por su parte, la música, una idea original de Daniel Hidalgo y Alex Daniels, en su sonoridad acompaña las escenas de estas dos anécdotas que como dice Javier Malpica: “fueron punto de inspiración, pero las escribà con total libertad dramática porque no pretendà hacerlas testimoniales por respeto a las historias verdaderasâ€.
IRA, suave lluvia para heraldos negros, es una propuesta que hay que ver con respeto, es una más de las brillantes propuestas que nos ofrece TeatroSinParedes, un colectivo que apuesta por una estética propia en la que los lenguajes y los géneros se entrelazan con el objetivo de proponer un panorama de México y el mundo contemporáneo.
“Son historias que ocurren en otras latitudes pero que nos conectan con lo que sucede aquà y ahora, a partir de una premisa en la que dos extraños enseñan que grandes tragedias pueden solucionarse mediante el diálogo, mientras que pequeños dramas cotidianos siguen destrozando a la humanidadâ€, David Psalmon.
Un listado de enlaces a centros culturales, música, teatro, danza, infantiles, festivales y medios y más.
Excelente articulo, muy bien redactado.
Me provoco ir a ver la obra