Danza

La Cenicienta… cuento de hadas en el Palacio de Bellas Artes

Por: Marcela Chávez — 8 de junio, 2012

Antes de sonar las doce campanadas, La Cenicienta se presentará el 24, 26 y 28 de junio en el Palacio de Bellas Artes.

Compañía Nacional de Danza presenta La Cenicienta en el Palacio de Bellas Artes, junio 2012 Con la presencia de los bailarines Elisa Ramos y Yasmany Hernández, quienes serán una de las parejas principales de La Cenicienta este año, la Compañía Nacional de Danza (CND), a través de Sylvie Reynaud –su directora– anunció la nueva temporada de este cuento de hadas que en su versión coreográfica es uno de los consentidos del público mexicano.

La Cenicienta, es todo un reto para la mancuerna de Elisa y Yasmany, ellos llevarán a escena este gran ballet que basado en el popular cuento de Charles Perrault nos lleva a vivir la música de Sergei Prokófiev, interpretada en vivo por la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la batuta del maestro griego Niksa Bareza. Este año, también participan Agustina Galizzi y Harold Quintero, quienes la estrenaron en 2010 en el Auditorio Nacional con gran éxito y estarán en dos de las funciones de esta temporada.

Para Elisa Ramos, el representar esta obra tiene un significado muy especial ya que es el primer ballet completo que protagoniza como primera balarina de la CND, en su opinión esta pieza requiere un gran esfuerzo físico, además de técnica y valor interpretativo.

Por su parte Yasmany, declara que se trata de una tarea postergada, ya que el año pasado estaba previsto que él estrenaría la obra pero debido a una lesión no pudo hacerlo, así que esta es una actuación anunciada que le impone una mayor demanda y compromiso en escena.

Compañía Nacional de Danza presenta La Cenicienta en el Palacio de Bellas Artes, junio 2012 El montaje de este año es de Tim O’Keefe, quien actualmente es el encargado de supervisar, a nivel mundial, las puestas en escena y reposiciones de Sir Ben Stevenson –maestro de importantes ensambles como el English National Ballet, el American Ballet Theatre, el Joffrey Ballet y el London City Ballet, entre otros– quien para recrearla se compenetró directamente con la música de Prokófiev para contar esta bella historia que incluye pas de deux técnicamente difíciles, y en conjunto constituye un espectáculo para toda la familia, pues la ilusión de niños y adultos se ve reflejada en el escenario.

Los diseños de vestuario y escenografía de este ballet son obra de René Durón –uno de los más destacados diseñadores mexicanos-, y la iluminación es de Rafael Mendoza.

“La Cenicienta es una historia que todos conocemos, experimentarla a través del ballet nos hace vivirla desde otro ángulo y disfrutarla mucho más. Estoy muy agradecida con este papel que es todo un reto porque demanda mucha precisión y fuerza en escena”, Elisa Ramos.

Yasmany Hernández, comentó: “bailar La Cenicienta es un placer porque es toda una experiencia compartir una historia en que todos disfrutan. El guión es sencillamente fantástico y poder transmitir la emoción y tristeza que siente el príncipe cuando se enamora a primera vista es algo que sólo con el tiempo se puede madurar”.

Compañía Nacional de Danza presenta La Cenicienta en el Palacio de Bellas Artes, junio 2012 Sobre la reposición de esta obra que ya es tan conocida (por lo menos en su versión de dibujos animados) y que a primera vista pareciera que no ofrece grandes atracciones para el público, ambos intérpretes destacaron dos puntos importantes.

Elisa Ramos opina que: “esta obra es una buena oportunidad para acercar a los niños al ballet porque conocen mejor la historia que los adultos, ellos se vinculan más con los personajes. Para ellos es una experiencia fantástica ver una princesa en escena, de ti depende que ellos te crean”.

Yasmany Hernández destacó el carácter lúdico que tiene en particular esta versión de la obra basada en el cuento de Charles Perrault. “La Cenicienta no es una obra cómica pero considero a Ben Stevenson, un gran narrador de ballet que logra con éxito explorar la vía cómica”.

La Cenicienta fue concebida originalmente para el Palacio de Bellas Artes, pero tuvo que ser estrenada en el Auditorio Nacional debido a la remodelación que tuvo el recinto cultural, y fue hasta el año pasado cuando cumplió con éxito su primera temporada en este escenario.

Compañía Nacional de Danza presenta La Cenicienta en el Palacio de Bellas Artes, junio 2012 “El público se quedo con ganas de verla, por eso a través de varios medios nos pidió que la volviéramos a presentar y aunque hace muy poco la Compañía estuvo en este bello escenario con Don Quijote, decidimos volverla a incluir en la programación del Palacio, que no es fácil por las múltiples actividades que tiene el recinto”, Sylvie Reynaud.

Esta versión coreográfica de Sir Ben Stevenson que la Compañía Nacional de Danza presentará el domingo 24, martes 26 y jueves 28 de junio, fue creada para el Washington Ballet en 1970, y cuenta con una atractiva escenografía, además de algunos efectos especiales que siempre sirven muy bien para atraer la atención y mantener el interés de los niños.

Este montaje tiene muchos rasgos que lo acercan al cuento de Charles Perrault: está la zapatilla de cristal, la calabaza que se convierte en carruaje y las doce campanadas que deshacen el hechizo, pero Stevenson ha agregado algunas particularidades: las dos hermanastras son interpretadas por bailarines que recurren a un tono caricaturesco y el hada aparece primero como una mendiga que es socorrida por la heroína del cuento. Además, el coreógrafo ha alterado el orden de algunos temas de Prokofiev, y ha sido enfático para que los bailarines se adentren en las emociones de los personajes y depuren a tal grado sus proezas técnicas que éstas no sean las protagonistas de la obra.

Es así que para Sylvie Reynaud, “La Cenicienta responde a la vocación de la CND de generar nuevos públicos con espectáculos para unir a la familia…

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.