Concierto por la vida, pináculo personal y profesional de Orly Beigel

Por: Susana Fernández — 1 de enero, 2006

Hace un año, en una larga charla con Orly Beigel fue que escuchamos el primer esbozo de un proyecto que para la promotora representaba uno de sus grandes sueños. Nunca más: Un concierto por la vida es un homenaje a la memoria de seis millones de vidas que fueron sacrificadas por los nazis y que no deben ser olvidadas, y especialmente, a dos sobrevivientes: Yetty Beigel Halpern y Gisela Katz Halpern.

Reconocida y apreciada internacionalmente por figurones de las artes, Orly compartió con nosotros el largo trabajo detrás de esta idea altruista y a la vez, declaración imperiosa de libertad donde por primera vez en nuestro país confluyen en un mismo escenario pilares de la cultura como Jessye Norman, Philip Glass, Ute Lemper, Laurie Anderson, Shlomo Mintz, Giora Feidman y el director Elli Jaffe.

¿Cómo surge la idea de realizar este concierto? Hace tiempo que quería realizar un concierto que tuviese que ver con la conmemoración del Holocausto, en memoria de mi madre. Tomando como marco el 60 aniversario de esta luctuosa fecha que permanece atada a mi memoria y siendo ésta una de las últimas oportunidades que tenemos los aún sobrevivientes del Holocausto, decidí que este era el momento justo para hacerlo.

Coproducido por el Doctor Marcos Katz y su esposa Adina Katz, y Orly Beigel Producciones, con el apoyo y colaboración de CONACULTA y el Instituto Nacional de Bellas Artes, Nunca más: Un concierto por la vida –el cual se llevará a cabo el 17 de enero de 2006 en el Palacio de Bellas Artes–, es un espectáculo sin precedentes que aspira a ser, a través de la música y de testimonios de sobrevivientes, un ejercicio compartido de memoria y, a la vez, un acto colectivo de esperanza; una afirmación de que nuestra esperanza en un mañana sin persecuciones sigue viva.

¿Cómo lograste reunir a tan destacadas figuras en un mismo escenario?
Prácticamente represento en México a todos estos artistas –menos a Giora Feidman, con el cuál será la primera vez que trabaje–. Así que me dispuse a llamar a mis queridos amigos: Philip Glass, Ute Lemper, Laurie Anderson y Jessye Norman para contarles la idea.

Y en enero de este año nos reunimos en casa de Philip. Fue una reunión única. Tenerlos a todos ellos juntos significó mucho, para mi fue un momento muy emotivo.

Todos ellos dijeron un rotundo SI al proyecto. Se identificaron con el tema, vieron la importancia de dicho evento y por nuestra gran amistad y sabiendo que era en memoria de mi madre todos aceptaron participar.

Finalmente, se integraron al Concierto Shlomo Mintz, Giora Feidman y el director Elli Jaffe. Lo más difícil fue establecer la fecha en que todos coincidiesen. Así se fue formando. Cada uno de ellos aportó algo a la idea, expresó lo que quería cantar o tocar y durante todos estos meses hemos ido armando el programa.

Con un espíritu estoico que ha logrado sobrevivir en la vorágine de la promoción cultural de nuestro país, Orly es una de las pocas promotoras independientes que aún le da batalla a los monopolios del espectáculo.

En este sentido, Concierto por la vida es un logro que significa credibilidad absoluta en una profesional que durante 25 años ha sembrado y con este ambicioso proyecto ve la cosecha de su tenacidad para con las artes y compromiso con los creadores.

¿Cuál es la visión de este singular concierto?
Nunca más a los genocidios. Nunca más a las matanzas de ningún pueblo, religión o grupo étnico… Y, ¡SI un Concierto POR LA VIDA!!! ¡Qué más importante que la vida misma.

Yo como hija de sobreviviente de campos de concentración y muchos más de mi generación, somos la prueba fiel de que no pudieron matarnos a todos. ¡Estamos vivos! Estamos aquí para dar testimonio a través de lo que oímos de nuestros padres de las peores atrocidades que se les han hecho a un pueblo.

¡Estamos aquí para no olvidar! Sólo a través del recuerdo quizás, podremos ayudar a que la historia no se repita.

En un ambiente internacionalmente bélico donde prolifera la violencia, la discriminación, la xenofobia, la hambruna y sobre todo la apatía ¿No corremos el riesgo de lanzar discursos al vacío, de hablarle a la nada?

De ninguna manera es un discurso al vacío, al contrario. ¡La indiferencia es la peor actitud que podemos tomar! Si cada uno de nosotros aportará algo, la vida sería otra. Yo haré ahora mi aportación a través de la música, lenguaje universal.

¡Qué maravilla!, que después de 25 años de carrera, pueda no sólo realizar un evento tan significativo, sino también donar las entradas a causas sociales muy importantes. Estoy profundamente conmovida por la reacción, tanto de los artistas como de la gente que me ha apoyado, para que este evento pueda ser una realidad.