Por: Aracely Cortés — 21 de enero, 2012
“Opté por buscar una obra de la época en la que trabajaba con el maestro Mendoza, que tiene ciertas caracterÃsticas especÃficas como son la ligereza en el tratamiento del tema, su ánimo festivo, su audacia en el montaje y que fuera una obra musical sin llegar a la comedia musicalâ€, José Caballero.
Como parte del homenaje al maestro Héctor Mendoza, su alumno, José Caballero dirige la puesta en escena de Noches Islámicas, una producción de la CompañÃa Nacional de Teatro (CNT), con música de Rodrigo Mendoza, escenografÃa de Alejandro Luna y vestuario a cargo de MarÃa y Tolita Figueroa; la versión original fue estrenada en los años 80 y en esta nueva etapa se estrenó en la pasada edición del Festival Internacional Cervantino, donde se le entregó de manera póstuma al maestro Mendoza la Medalla Cervantina. Ahora, la CNT la lleva hasta el 29 de enero, a la escena del Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario.
Noches islámicas es la sÃntesis de la labor teatral del maestro Mendoza, porque resume su sabidurÃa adquirida como director en la escenificación de las comedias del Siglo de Oro español; como dramaturgo es, al mismo tiempo, un maestro de actuación y el instaurador del concepto de puesta en escena, por lo tanto escribe desde el actor y, en este caso, desde el alumno de actuación.
Un texto fino que contiene algunas de las máximas preocupaciones de Mendoza, como son la amistad y la relatividad moral, en una adaptación sobre un pasaje de Las mil y una noches, una maravillosa serie de historias persas del siglo IX que desde tiempos lejanos causó gran expectación en Occidente y del que se han realizado diversas ediciones e interpretaciones, especialmente la parte de aventuras y fantasÃas que se han difundido principalmente entre niños y jóvenes.
A partir del cuento Durmiente Despierto, Mendoza construyó un divertido laberinto dramático que sucede en Bagdad en el año 787 de la Era Cristiana, de tal manera que ante el espectador se presenta la visión de una privilegiada simultaneidad que sólo es posible en el teatro, como puede ser la alusión al sueño de un hombre que quiere ser el Califa, un hombre de una generosidad extrema pero que no cree en la amistad y por lo tanto no propicia ningún tipo de relación con quienes lo rodean.
Al igual que en la obra, el cuento original revela las virtudes de los personajes, como la de Malik as Suujrauardi quien dice que uno de sus deseos es ser el Califa Harún al-Rashid, lo cual logra sólo por un dÃa, situación que genera un enredo porque él nuevo Califa clama venganza contra quien fuera su mejor amigo.
Asà es que tanto el nuevo señor, como su amigo el perseguido conocen el amor, uno con la hermosa mujer llamada Grano de Almizcle y el segundo con el personaje de Caña de Azúcar, ambas pertenecen al Harem principal del Palacio, a pesar de esto, gracias a la magnificencia del verdadero Califa y a ciertas promesas hechas a su esposa, pueden casarse con los gentiles que solicitan su mano.
En paralelo, en la historia aparecen dos enviados de Carlomagno, quienes, perdidos por las calles de Bagdad, intentan cumplir una misión importante, pero a partir de los incidentes que hay en la ciudad, en palacio, en la casa del nuevo califa, además de las órdenes de decapitación dictadas, se ven impedidos de cumplir cabalmente con la misión para la que han sido enviados.
AsÃ, a partir del texto de Mendoza y la dirección de Caballero podemos apreciar el trabajo de más de 10 personajes representados por los actores Mariana Gajá como Grano de Almizcle; Óscar Narváez como Yafar; Roberto Soto como Harún al-Rashid; Héctor Holten como Massur; Rodrigo Vázquez como Abul Hassán; Arturo Reyes como Malik as Sujraguardi; y, Everardo Arzate y Américo del RÃo como los enviados de Carlomagno.
La mirada del Occidente hacia el mundo árabe es en muchas ocaciones difusa, en ésta se ve con recelo a las mujeres veladas, al harem, a las funciones del Califa, y a ciertas costumbres, y es con estas reservas que se representan las obras clásicas del mundo árabe, en Noches Islámicas se guardaron ciertas formas pero con una visión un tanto lúdica, como explicó José Caballero, con elementos exóticos puesto que aborda una cultura un tanto distinta a la nuestra, es decir, el Islam, pero con personajes un tanto a la mexicana, porque hablan de una manera muy cercana a nosotros. Fotos: Sergio Carreón Ireta.
Un listado de enlaces a centros culturales, música, teatro, danza, infantiles, festivales y medios y más.
Deja un comentario