
Por: Colaborador Invitado — 25 de octubre, 2011
Con los deslices del paciente y las manÃas de su psiquiatra; al tiempo que se disfruta de las canciones de las divas y los divos que marcaron la década de los ochenta, Pedro Kóminik resuelve los insospechados culpables de sus fijaciones laborales…
Aunque no lo crean, hubo una época en la que los celulares no existÃan, las computadoras eran gigantes y las pelÃculas apenas empezaban a ser caseras. No importaban tantas cosas que hoy son inpensables, como que la comida no fuera light, se tuviera que traer el cinturón cuando se maneja, para viajar uno podia llegar media hora antes o se fumara en los bares y para divertirse, la gente iba a las discotecas y la música, ¡ah la música! qué decir de la música, en la radio –pues no habÃa iPod ni nada parecido- se escuchaban canciones como Obsesión, Material girl, MaquÃllate, Amante bandido, Verano Peligroso, A quien le importa y otras tantas, que sólo de recordarlas dan ganas de cantarlas y disfrutarlas de nuevo.
Esta cultura popular que se formó en esa época, impactó en muy distintas formas a muchas personas, al grado de recordar aquellos años como la mejor etapa de su vida, tanto asà que para muchos aquellos nostálgicos tiempos merecen un tributo.
Una de estas personas, que aun cuando no se quedaron atrapadas en los ochenta, si los recuerdan como una de sus mejores momentos, es Pedro Kóminik, actor, cantante, director de escena y mucho más, que nos presenta una nueva aventura bien llamada Psicoanálisis pop, un tributo cabaretero a esa década de cabellos largos y ropas de colores chillantes, un musical en el cual el propio Kóminik se abre al público en una sesión de terapia con el fin de resolver su problema de adicción al trabajo.
Una especie de búsqueda que lleve al espectador por un viaje en el tiempo a través de la música de varios intérpretes como Madonna, Miguel Bosé, Mecano, Alaska y Dinarama, Miguel Mateos, Luz Casal y Alejandra Guzmán, y otros tantos que hicieron de sus canciones temas inolvidables.
A lo largo de esta travesÃa, que se presenta en el Teatro Casa de la Paz (todos los sábados, hasta el 10 de diciembre), vemos a un Pedro totalmente sometido a varias sesiones musicales, principal medio de expresión del género de cabaret, en las cuales su psiquiatra rusa Frida SofÃa Armanda Guadalupe Plutarca Scrotovich –caracterizada por Teresa C. Palma–, poseedora de manÃas muy peculiares, intenta ayudarlo a encontrar las causas y caracterÃsticas de su obsesión por el trabajo. A la par de su tratamiento, el humorista y su doctora van desempolvando las triquiñuelas de un cruento asesino serial de conejos que asedia esta ciudad… ¿Y qué más?
Psicoanálisis pop es un show que entre la escenografÃa y vestuario de colores fluorescentes, un cartel que recuerda la obra de Andy Warhol y mucha picaresca mexicana, además de entretenernos y hacernos cantar, mediante la música interpretada por Jesús Topete (piano) y Mario Cortés (bajo), busca que el público asistente traiga a su memoria los momentos que vivió en esa época y de paso, ayudarlos a reflexionar sobre su realidad actual y descubrir otros tantos cambios que sufrieron con el pasar de los años. Todo esto con el propósito de entender quiénes somos, dónde estamos y en qué paÃs vivimos.
Es pues, una oportunidad para todos aquellos que vivieron en esa época su juventud y recuerdan con añoranza todos los felices momentos que pasaron y, que para bien o para mal, al llegar a la madurez del siglo XXI olvidaron, y sus ideas e ideales se vieron transformados en aquello que siempre odiaron, por eso de vez en cuando necesitan un pequeño tributo ochentero desde el diván o un Psicoanálisis pop al estilo Pedro Kóminik y su visión cabaretera para divertirse.
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