Escena Norte: Tijuana “Desierto industrial” donde las cosas bellas e inexplicables suceden

Por: Eunice Contreras — 4 de octubre, 2011

Plantronics abrió sus puertas al arte y con ello arropó la ilusión de 200 obreros que incrédulos descubrieron la danza en su planta productiva.

Esta actividad fue filmada por el cineasta defeño Alberto Cortés quien dirige un documental dedicado a la Tijuana que trabaja.

Lux Boreal fue el espejo de la planta maquiladora quien a través de su danza puso movimiento a la realidad de los obreros.

Lux Boreal llevó al sector maquilador en Tijuana el sensible estímulo de la danza a través de la pieza Desierto Industrial, creada por Ángel Arámbula, octubre 2011 Tijuana BC, 2 de octubre del 2011.– Como áspero fruto, por fin alguien encontró el dulce y pulposo néctar de una Tijuana que se mueve. Donde amanecer y anochecer es lo mismo, mientras se produzca a todas horas. Mientras las plantas productivas continúen su ruido, y con él su gente.

Tijuana ha sido objeto de muchas películas siempre con una misma versión. La “leyenda negra” de una ciudad de paso, donde la prostitución, el alcohol, el bordo, la maquila, el narco, los polleros y las faldas de los cerros llenos de casas improvisadas; el cine ha revestido la pantalla grande siempre de lo mismo.

Curioso escuchar alguien de fuera pedir “quiero la Tijuana híbrida, la que trabaja, la dinámica…la leyenda negra no nos interesa”. Esas fueron las palabras del cineasta defeño Alberto Cortés, cuyo objetivo era realizar un documental sobre una de las agrupaciones musicales más representativas de esta frontera: Nortec.

Lux Boreal llevó al sector maquilador en Tijuana el sensible estímulo de la danza a través de la pieza Desierto Industrial, creada por Ángel Arámbula, octubre 2011 Así, con el objetivo de realizar tal trabajo llegó a Tijuana y se encontró con otros distintivos que igual dan vida y rostro a esta tierra de neón, tanto dentro como fuera de ella. Entre los paisajes el mejor, la urbe con todo lo que conlleva, incluida su fauna, luces, sonidos y movimientos. Se encontró pues, con una desafiante frontera atrapada de un surrealismo neto, donde solo las cosas bellas e inexplicables suceden.

Así, la tarde del pasado 23 de septiembre una de las empresas del sector maquilador en Tijuana, mayormente reconocida por ser una de las mejores plantas productivas para trabajar en el mundo entero, abrió las puertas de su planta No.1 para brindar un sensible estímulo a aquellos que trabajan en líneas, sentados, con una meta fija de producción por horas, donde a diferencia de otras plantas, la cuestión emocional positiva es un verdadero requisito para laborar en ella y por lo tanto les buscan estímulos a sus recursos humanos, que así la detonen.

Lux Boreal llevó al sector maquilador en Tijuana el sensible estímulo de la danza a través de la pieza Desierto Industrial, creada por Ángel Arámbula, octubre 2011 Los ojos de dos centenares de trabajadores empezaban a tornarse inquietos, cuando un grupo de personas desconocidas ocuparon el espacio frontal de la planta número uno Plantronics. Se instalaron dos bocinas, tres cámaras cinematográficas, comandadas por Alberto Cortés quien hoy tiene en sus manos un hecho único y por lo tanto histórico en el mundo, la mezcla de la rutina de una planta maquiladora con la danza de una compañía por de más emblemática de estas tierras.

La curiosidad era cada vez mayor. Tres bailarines y una bailarina se preparaban con sus mesitas rojas y sus uniformes cafés. El reloj se escuchó sonar y con él iniciaba la danza del Desierto Industrial de Lux Boreal. Cabe mencionar que esta pieza fue creada en el 2002 por Ángel Arámbula, director general de esta compañía de danza quien desde entonces buscó plasmar su identidad en su trabajo escénico.

Lux Boreal llevó al sector maquilador en Tijuana el sensible estímulo de la danza a través de la pieza Desierto Industrial, creada por Ángel Arámbula, octubre 2011 “Como engranes empezamos nuestro día sin saber que somos un desierto industrial. Producimos y fijamos sin darnos cuenta que somos una industria en movimiento”, así define su autor a esta obra, que la tarde del viernes 23 de septiembre provocó el desenfado y entusiasmo de 200 obreros, mismos que decidieron convertir su breve, en un contundente descanso en movimiento.

Más de uno se vio en esa danza. Doscientos corazones al unísono de un reflejo de su vida actual en movimiento, donde sin ser eruditos desarrollaron un nivel de lectura dancístico, convirtiéndose en doscientos expertos en su conjunto, sin contar el personal administrativo y el presidente de la empresa, Alejandro Bustamante, quien gustoso abraza a su planta productiva con el tibio y cálido abrazo del arte.

Es posible que todos los teatros se cierren, es posible que todos los cerros se llenen de más casas, que los inversionistas extranjeros, nacionales y locales planten más industrias en Tijuana, es posible que el salario aumente anualmente (ojalá), pero nunca nada será suficiente para frenar la conjunción de voluntades, con tal de provocar una sociedad más sensible y con más oportunidades.

Un emotivo día donde se filmó el material de la Tijuana que pocos ven pero que existe, y será estrenado en el mes de enero del 2012 por Canal 11. La danza, las cámaras, doscientas almas en una maquila reflejándose a través del claro espejo de la pieza Desierto Industrial que danza para todos. Aquí el foro, las luces y el telón toman forma humana para dar paso al milagro de la danza en la industria.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.