
Por: Colaborador Invitado — 12 de septiembre, 2011
Me gustan las leyendas y tradiciones de nuestro México, y si me las cuentan con cantos, juegos y tÃteres, como lo hace La CompañÃa de Teatro 2 –que surgió en La Habana, Cuba, y que se especializa en montajes de teatro de tÃteres para niños– pues que mejor.
Basada en una tradición huasteca, Las piedritas de Chicomexochitl es una obra de tÃteres para toda la familia creada por William Fuentes, quien siempre la pensó para los niños más pequeños y sobre todo aquellos en edad preescolar.
“Es una visión tan opuesta de la que tenemos en Cuba, allá la muerte es la clásica visión de la tragedia y el llanto. Cuando llegué a México me di cuenta que era todo lo contrario. Eso me llamó mucho la atención y quise indagar más sobre este mundo y bueno, poco a poco me fui metiendo en la cultura mexicana y empecé a investigar, a leer y a descubrir este mito de Chicomexochitl, que se desarrolla en la Huasteca, y a partir de ahà vi las posibilidades de crear un cuento para niñosâ€, William Fuentes.
La historia se desarrolla en un altar de muertos, ese que ponemos todos los años el último dÃa de octubre y los dos primeros dÃas de noviembre, con papel picado, frutas comida, dulces, bebida, flores, fotos y tantas otras cosas que ponemos para agasajar y recordar a nuestros difuntos.
Y en su texto, inteligente y divertido, nos plática de cómo un buen dÃa los hermanos Chicome y Xochitl se escaparon del Cincalco, que en náhuatl significa “casa de las mazorcas†y también se le considera la entrada al inframundo. Fue asà que su visita permitió que la cosecha de maÃz fuera más abundante que otros años, sin embargo la calaca andaba tras ellos.
Estos hermanos que eran tan parecidos entre sà como dos gotas de agua, aprovecharon esta situación para burlarse de la muerte y entre canción y canción se le escaparon y… Quiéres averiguar que más pasa, pues diles a tus papas que te lleven algún domingo –hasta el 30 de octubre– al Teatro Helénico, al sur de la Ciudad de México, para descubrir cual es final de esta historia donde conoceras a los traviesos duendes del maÃz que hacen que todos los años los elotes crezcan muy grandes para que no nos falten ni los tamales ni el atole. Dos personajes que se le escabullen a la “Calaca†para permanecer en el mundo de los vivos.
Una leyenda que cobra vida gracias a los actores titiriteros SofÃa Padilla Arana, Adriana Ramona Pérez, Cinthia Patiño Urrea y Santiago Bernal Abreu, quienes a través de diversos tipos de tÃteres nos divierten por igual a chicos y grandes y de paso nos ayudan a conocer nuestras celebraciones. Porque como dice William Fuentes, “todos los que participan en esta producción pusieron mucho de sus recuerdos de su niñez, sobre todo en la parte de las canciones y los juegos, para lograr este cuento escénico que aun cuando es sencillo pretende rescatar la leyendas orales de los pueblos, en este caso el DÃa de Muertos, el cual representa una parte muy importante de la cultura mexicanaâ€
En el sentir de esta tradición los personajes cobran forma y vida gracias a la técnica del guiñol, que por si no los recuerdan son los de guante; también están los de varilla, que gracias a la manipulación de una varilla se mueve el cuerpo. Además, vemos a los morotos, que son los muñecos que se salen del escenario gracias a que se cuelgan del cuello de los actores, se enganchan a sus pies y con las manos los artistas mueven las varillas para darle vida a cada tÃtere.
La joya de la corona –en este caso de los tÃteres– es la “Calacaâ€, que a partir de la técnica del teatro negro la podemos ver en una graciosa coreografÃa donde pierde la cabeza; y a través de un muñeco tipo mojiganga, que es manipulado por dos personas –una para mover las manos y la otra la boca y el centro del muñeco– te arrancará una “risa loca†que te hará “tener ganas de hacer pipÃâ€.
“La idea de utilizar tÃteres partió de las posibilidades de movimiento y acción que estos ofrecen. Además de utilizamos la técnica de luz negra en una parte de la narración, donde el titiritero desaparece para dar vida propia a la calaca, quien al tener un fondo negro y un vestuario fluorescente se puede ver desarticuladaâ€, William Fuentes.
Las piedritas de Chicomexochitl, es una historia que no sólo genera vÃnculos con nuestras costumbres, también es un divertido cuento con tÃteres, juegos y música, una experiencia diferente que cuando la vea toda la familia se encantará y querrá aprender más sobre los indÃgenas nahuas y sus relatos de cómo se originó el maÃz, otra de las tantas leyendas y mitos que con respeto han pasado de generación en generación.
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esta muy bonito su representacion sobre dia de muertos, eso me dio una idea, de como trabajar una actividad en la escuela, gracias y sigan adelante esta precioso…