Teatro

Político de alcoba, una comedia inglesa muy a la mexicana

Por: Josué Romero — 15 de septiembre, 2011

Político de Alcoba, obra del genio inglés Ray Cooney y la dirección de Rafael Perrín, se presenta en el Teatro de la Comedia Wilberto Cantón, septiembre 2011 Una de las frases más escuchadas en el mundo del teatro es: “No hay nada más difícil que hacer reír al público”. No se si sea totalmente cierto. Sin embargo, en el Teatro de la Comedia Wilberto Cantón esta frase se cumple a cabalidad, sobre todo cuando se presenta Político de Alcoba, obra del genio inglés Ray Cooney.

Esta hilarante comedia de enredos cuyo título original es Out of Order obtuvo en 1991 un Olivier como Mejor Comedia en el Reino Unido, en nuestro país se presenta gracias a la excelente producción de Jurgan & Calatrejo, quienes la adaptaron con realidades y personajes de la vida política mexicana.

Plutarco Haza y Darío T. Pie protagonizan Político de Alcoba, obra del genio inglés Ray Cooney y la dirección de Rafael Perrín, que se presenta en el Teatro de la Comedia Wilberto Cantón, septiembre 2011 La genialidad de la historia radica en su sencillez. El personaje principal, en este caso un diputado federal, se ve en la necesidad de mentir –cosa que no sucede ni aquí, ni en China ni mucho menos en Inglaterra– para salir de una situación embarazosa: el posible adulterio con la secretaria del Líder Parlamentario de la oposición. Para salir de este tremendo lío involucra a su secretario particular, un personaje fundamental en esta trama, que al verse cada vez más involucrado en los enredos de su jefe improvisa de acuerdo a cada situación y circunstancia para salir del tremendo lío que ambos han creado.

Y para que la historia se vuelva más absurda, ésta se complica cuando aparecen el marido de la secretaria, la esposa del diputado, la enfermera que cuida a la mama del asistente, el gerente del hotel, una mucama ¿sensual? y un camarero sin escrúpulos.

Político de Alcoba, obra del genio inglés Ray Cooney y la dirección de Rafael Perrín, se presenta en el Teatro de la Comedia Wilberto Cantón, septiembre 2011 Además, y para aderezar el cuento, la acción se lleva a cabo en el Hotel Hilton de la Ciudad de México, que sobra decir que aun cuando sean de cinco estrellas, todos pueden ser de paso, cuya ventana defectuosa da pie a esta original puesta en escena.

Tanto Plutarco Haza, como Darío T. Pie, como protagonistas, se toman muy en serio lo de hacer reír al respetable público que se sorprende cuando estos dos actores se salen de su “zona de confort” para atreverse a romper con los esquemas a los que nos tienen acostumbrados y manejar la comedia como profesionales que son.

Sin embargo, esta realidad no se expresa en lo individual, pues en su texto Ray Cooney plantea un fenómeno de carácter colectivo, por lo que esta partitura escénica se complementa con las actuaciones de Rosita Pelayo, Plutarco Haza y Darío T. Pie protagonizan Político de Alcoba, obra del genio inglés Ray Cooney y la dirección de Rafael Perrín, que se presenta en el Teatro de la Comedia Wilberto Cantón, septiembre 2011 Pedro Romo, Alma Cero, Luis Manuel Avila, Armando Pascual, Patty Ardón, Claudia Bollat y Carlos Oronó, un grupo que bajo la ágil batuta de Rafael Perrín hace de esta puesta en escena una comedia moderna que no pretende dejar un mensaje, sino tan sólo divertir. Situación que se logra gracias al movimiento y el ritmo con los que se plantean los gags y los chistes.

Definitivamente, Político de alcoba es una comedia de enredos para reír y carcajearse, de viernes a domingo y darle sabor al fin de semana. Así que no hay pretexto alguno y hay que hacer todo lo posible por ver esta excelente comedia inglesa muy a la mexicana en el Teatro de la Comedia Wilberto Cantón.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.