
Por: Colaborador Invitado — 12 de mayo, 2007
Jaime, el que por siempre será llamado “Jaimito†dada su condición de jotito del pueblo, emigra a la capital para trabajar de mozo en una casa de ricos (cuya fortuna deben a una promoción de los polvorones marinela). Su sino es caer enamorado del patrón y soñar en la mejor manera de seducirlo para culminar su romance y salir de pobre. ¿Lo logrará? Si usted quiere saberlo vea Sensacional de Maricones que se presenta semana a semana en el teatro El Galeón.
Con un texto de Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio, la compañÃa Los Endebles se lanza, bajo la dirección de Boris Schoemann, a la creación de una puesta en escena fársica y provocadora que a partir de firmes trazos de ironÃa y a veces abierto sarcasmo, consiguen un divertimento irreverente y muy propicio para coronar el actual clima de “apertura polÃtico-social†representado por la aprobación de la ley de sociedades de convivencia, que erróneamente se ha visto sólo como la legalización de los matrimonios gay.
La puesta se borda sobre este género tan difÃcil –la farsa- en el que se coligan dos lÃneas de tensión. Por una parte, el acercamiento a temas conflictivos, polÃtica y moralmente controversiales para cualquier sociedad donde el conservadurismo mantiene un lugar preponderante –en este caso, la homosexualidad del protagonista y las vivencias cotidianas inherentes a la búsqueda de realización de sus deseos (tan humanos y carnales como los de cualquiera)- y provocando con ello el nerviosismo, la incomodidad, posiblemente la molestia, pero a fin de cuentas, atrayendo la mirada del público hacia la reflexión y el cuestionamiento de sus propias convicciones y/o prejuicios. Y en un segundo camino encontramos el humor y la risa como medios para llegar, a un nivel más inconsciente, al entendimiento del espectador. Esa risa que es provocada por el sutil guiño (textual, actoral, ideológico) o la más exacerbada y grotesca de las acciones y palabras.
En este sentido, el trabajo de Boris Schoemann y los actores (Emmanuel Márquez, Mahalat Sánchez y Alejandro Morales) parte de la estética kitsch, romanticoide y absurda, propia de las revistas del corazón (tipo CorÃn Tellado o Yolanda Vargas Dulché) a la que se suma el morbo calenturiento y primario de los muy famosos Sensacionales de… Los personajes están construÃdos en su discurso y corporalidad como estas imágenes de revista que no eluden para nada el estereotipo del mozo, la condesa, el señor de la casa y el jotito. Los personajes están caricaturizados como una exigencia propia del género. Lo atractivo es que esta triada actoral juegue con la caracterización y caricaturización de sus personajes sin estereotiparse ellos mismos. Un rasgo fÃsico, un tono de voz acertado, una postura muy definida y tenemos a estos personajes de revista contándonos la muy melodramática historia del jotito.
Al traslucirse la burla que representa, hacia esta literatura del corazón y el morbo, es que la puesta en escena resulta tan divertida, porque enfatiza todos los vicios y prejuicios de los que hacen gala estas revistas: machismo, homofobia, sentimentalismo barato, misoginia, estructura narrativa absurda, pero eso sÃ, harto sexo pa’ que venda.
Muy a tono, el espacio escénico en que se desarrolla la historia: dos excusados públicos y sus aditamentos. El lugar por excelencia para encerrarse con una novelita romántica o calenturienta, o para enmarcar el grotesco de la tragedia sentimental de Jaimito.
No pueden faltar las referencias al universo de las loquitas y su particular joterÃa (porque esta no es una obra sobre la diversidad o un tratado sobre dignificación de la homosexualidad), por eso eran imprescindibles dos referencias al musical, una de ellas con un Ãcono por excelencia: Juan Gabriel y su himno No tengo dinero.
Sin duda Sensacional de maricones es una obra que debe ser vista si se quiere quitar el mal sabor de boca a intolerancia, fanatismo, hipocresÃa y hasta fundamentalismo que nos dejan las declaraciones y manifiestos de los sacros opositores a la ley de convivencia, a la despenalización del aborto y próximamente a la eutanasia. O simple y sencillamente por divertirse y reÃr como loco (o loca, usted dirá señor, señora) con una buena obra de teatro.
Para evitar pretextos, Sensacional de maricones está dentro del programa: Los jueves al teatro que sólo cobra $30.00 por boleto, más barato que el cine y éste sÃ, en tercera dimensión.
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