Danzas Macabras en el Centro Histórico al estílo de Tiger Lillies

Por: Marcela Chávez — 27 de marzo, 2007

Raros, realmente raros, físicamente más como alemanes que como ingleses, pero definitivamente con esa actitud tan británica característica de un pueblo llevado a la mala por la irrealidad de la corona…

“Son fuera de lo común, por ponerlo levemente”, diría José Areán, responsable de que Tiger Lillies este en México, y sean partícipes del evento artístico y cultural más importante del DF: el Festival de México en el Centro Histórico.

Con ese espíritu joven que caracteriza al Festival, Danses Macabres, es el nombre del espectáculo que estos tres maduros músicos, ya no tan jóvenes –pero que unos años atrás fueron punketos, pero de a deveras, no punketos de México–, presentarán en el Teatro de la Ciudad un irreverente cabaret gótico que con su música narra historias de la vida, del oscuro camino que llevó a Tiger Lillies a ser lo hoy son: un grupo que se distingue por la cruda pasión y oscuro sentido del humor.

Vivencias que algúna vez fueron suyas y que hoy llevan al escenario para deleite de sus seguidores, “gente con sentido del humor, que le gusta reirse del dolor”, como describen Tiger a sus fans, con una propuesta teatral de comedia negra del absurdo y música que para algunos convecionales, como los estadounidences, es folk satánico, pero que para los méxicanos será simplemente “beatiful”, como lo describió en la conferencia de prensa, el propio Adrian Stout (Adrian el gordo).

Con su inusual indumentaria y nuevos temas de dos discos por salir, la voz y el sonido del acordeón, el ukelele y el piano de Martin Jacques; el serrucho y bajo doble de Adrian Stout, complementados por las percusiones de Adrian Huge, presentarán una extraña noche gótica a una alta temperatura primaveral donde los conocedores de este género –que en nuestro país son varios- encontrarán eco a su triste realidad o depresión crónica que padesen con un sui generis humor.

Con admiradores como Terry Gilliam, Marilyn Manson, Robin Williams y Matt Groening, Tiger Lillies se apoderó del espíritu decadente de la pos guerra de esa sociedad que va por la vida, por una parte, quejándose de todo y por la otra embriagándose u otras cosas, sin ninguna posibilidad de llegar a ser parte de esa rancia aristocracia con la que conviven hasta hoy, en el siglo XXI, los ingleses o los incomprendidos y fuera de toda realidad darketos mexicanos.