Nemian, 25 años: El camino de la vida… tres visiones que resumen el quehacer en la danza

Por: Claudia Magun — 17 de julio, 2018

¿Quién es Isabel Beteta?
Es una mujer que ha llevado el arte como columna vertebral de su yo creativo. Para ella, como buena amante de la literatura, la plástica, la música y la danza, su existir en la escena ha sido a partir de ese énfasis que su cuerpo le ha prodigado como filosofía de vida. Ella, a lo largo del tiempo se ha visto involucrada en todo aquello que representa la expresión artística.

Hoy, después de una larga travesía por los escenarios, Isabel celebra 25 años de Nemian, ese conducto que ha hecho posible exteriorizar todo aquello que ella como un ser profundo y consiente de su entorno quiere transmitir. Es así que la danza ha sido el instrumento que Nemian ha hecho suyo como transmisor de una historia que construya un diálogo con el espectador.

¿Qué es Nemian Danza Escénica?
Una historia particular que inició con el I Ching, quien los llevó a consultar a una de las mancias más profundas: el Tarot. El Diablo, La Muerte y El Colgado determinaron el rumbo de la entonces incipiente compañía, que, a su vez, contaba con tan sólo tres miembros: Rosario Verea (La Muerte), Isabel Beteta (El Diablo) y Narciso Sánchez (El Colgado).

Tres arcanos mayores dirigidos por Bruno Bert, quien supo hacer que ese inexperto intento escénico de tres bailarines se transformara en una estructura que tuviera sentido dramatúrgico. A partir de ahí, el trabajo de Nemian se ha caracterizado por tener tres objetivos: lenguaje propio, honestidad y una propuesta auténtica que los aleje de caer en falsos artilugios.

“Escogí Nemian como el nombre de la compañía porque significa ‘El camino de la vida’, entonces para mí la danza es mi camino. La experiencia escénica es la parte que más me gusta porque hay una energía y un contacto muy especial que no existe en otro tipo de relación. El escenario es un espacio literalmente vacío, que se llena de la energía del público y de los que estamos en él. Para mí el cuerpo siempre ha sido mi eje central y con el tiempo he descubierto que la danza te da una relación mucho más profunda con él, te brinda un conocimiento desde la emoción y desde el espíritu, es casi como conocer el mundo desde ahí, es una riqueza que la mayoría de la gente no la tiene porque olvida que está y que lo posee”, Isabel Beteta.

¿De dónde viene Nemian?
Desde su inicio, surgió -en 1993- como un proyecto que se caracteriza por llevar al escenario las experiencias de vida de sus integrantes, siempre preocupados por la investigación de nuevos lenguajes dancísticos. Así, la danza como filosofía escénica se distingue por imágenes poéticas de valor simbólico que proyectan un lenguaje estético a partir de un discurso humano y profundo que empatice con el espectador.

¿Qué significa Nemian para Rosario Verea?
“Para mí Nemian es un canto a la vida porque me ha permitido hacer lo que más me gusta y a través del tiempo he crecido como bailarina, como maestra y también como persona. Para mí es un gusto y un placer ser parte de este proyecto, el que también ha crecido y se ha transformado en estos años, y sigue en evolución constante”.

Nemian, 25 años: El camino de la vida, una celebración en el Palacio de Bellas Artes…
Para la función de Gala, hoy martes 17 de julio, Nemian Danza Escénica ha preparado un programa que expone la visión de tres creadores y una sola perspectiva de un ensamble que cumple con el quehacer de la danza a partir de tres miradas que sintetizan la identidad de un imaginario que en el escenario se traduce como literatura del cuerpo.

“Cuando se está creando una obra, la obra misma te va guiando. Muchas veces te sorprende porque llegas a un lugar muy distinto al que tú te imaginabas en un inicio… pero al final llegamos a la concepción de tres perspectivas escénicas que hacen de Nemian el lenguaje del cuerpo con la intención de proyectar 25 años de danza”, Isabel Beteta.

Programa… Tres piezas disímbolas que en su concepto estilístico sintetizan el proceso que la compañía ha sostenido en estos 25 años.
Esta noche de danza incluye tres obras, tres pensamientos que resumen toda una vida en la danza. La primera es Llenar el vacío, una celebración de Isabel Beteta a la trayectoria de Nemian a partir de una obra que habla sobre esa realidad que permea en el hombre, quien como ente de una sociedad desinteresada por el yo interior se ve aislado de su entorno, un lenguaje de poesía que busca dar respuesta a una pregunta básica: “qué representa el sentido de aquello que hacemos en la vida”.

Además, un estreno de Rosario Verea, que lleva por título Kafkiano, una sentencia coreográfica que incurre en la expresión de dos cuerpos para crear una alteración amorfa que toma la figura de un insecto de dos cabezas, un ser bizarro que proyecta una aproximación distinta en mi acercamiento a la lectura del lenguaje de cuerpo.

Como cierre de esta función, se presenta una reposición de la autoría de Javier Amado, quien en su comprensión escénica descubre imágenes de opresión, sensualidad y, sobre todo, ese sentido femenino inherente al hombre a partir de un panorama contemporáneo aderezado con pinceladas del arte flamenco que traen a la memoria la dureza inquebrantable de Bernarda Alba, el personaje literario de García Lorca.

“Debido a mi formación o deformación profesional (historiadora de arte), mi trabajo es mucho más a partir de la imagen y de una serie de movimientos que me van conduciendo a una historia; mientras que Rosario explora más desde su cuerpo, al contar con ese tipo de cuerpos privilegiados que pueden hacer todo. Finalmente, Javier es un tanto más tradicional en su proceso creativo, más cercano a un lenguaje literario, de hecho, su obra se basa en La casa de Bernarda Alba”, Isabel Beteta. Fotos: Gerardo Castillo/Isoptica y Fabian Cruz/INBA.