Teatro

Testosterona… el poder y cómo acceder a él

Por: Josué Romero — 21 de febrero, 2018

Cecilia Suarez y Enrique Arreola actuan en Testosterona, obra de  Sabina Bergman, dirigida por Ana Francis Mor. Teatro El Granero, febrero 2018 Mi amor secreto por Cecilia Suarez me llevó a retrasar por más de una semana la reseña de Testosterona para ser publicada en Interescena. Confieso que me daba miedo contestarle el teléfono a mi editora y decirle que aún no tenía la nota. Fueron muchos los intentos por escribirla y ninguno me acababa de gustar. Fueron tantos los principios que no me convencían que el “enter” de la computadora fue la tecla más activa de los últimos días.

Luego, caí en cuenta que en cada intento que no me gustaba regresaba al cartel oficial y veía a la protagonista, ella tan guapa, empoderada, con alma de cabrona y una seguridad tan de ella, que me preguntaba, ¿Por qué se te está complicando tanto hacer la reseña si el chiste es escribir sobre el poder y la igualdad de género?

Cecilia Suarez actua en Testosterona, obra de  Sabina Bergman, dirigida por Ana Francis Mor. Teatro El Granero, febrero 2018 Entonces regresé a lo básico. Testosterona es una historia escrita por Sabina Bergman y protagonizada por Cecilia Suárez y Enrique Arreola, bajo la dirección de Ana Francis Mor que nos lleva a disfrutar de un texto inteligente y muy bien planteado que habla sobre la naturaleza y la lucha por el poder, esa “cosa etérea” que desde el principio de la humanidad ha seducido tanto a los hombres como incomoda a las mujeres por igual.

Ahora bien, ¿qué es lo que pasa en el escenario? Es víspera de Navidad, Antonio, director general de un prestigioso periódico, le hace dos confesiones a Alex, subdirectora del mismo diario. El primer planteamiento es que Antonio tiene una enfermedad muy complicada y, por lo tanto, sus días están contados tanto en lo personal, como en su compromiso con la empresa. La segunda, debe elegir a su sucesor a la de ya, el problema es que el criterio laboral de la compañía está sustentado en un sistema lidereado por el sexo masculino y él no sabe como tomar la decisión.

Cecilia Suarez y Enrique Arreola actuan en Testosterona, obra de  Sabina Bergman, dirigida por Ana Francis Mor. Teatro El Granero, febrero 2018 El escenario se dibuja a partir de algunos elementos de oficina y la tan socorrida ambientación multimedia (con proyecciones de vistas espectaculares desde un moderno piso 18). Es ahí donde el poder se siente y se ejerce, es ahí donde se sucede la disputa por el controversial nombramiento.

En una esquina se encuentra Alex, mujer sumamente inteligente, creativa y perspicaz. En la otra esquina, Beteta, un pequeño hombre corrupto y extorsionador que también ha trabajado en el periódico por 25 años. La ventaja y desventaja de ella no sólo es su condición de mujer, además, existe la parte romántica que no ayuda: Alex termina por confesarle su amor platónico a Antonio.

En la entrevista prenavideña que Antonio (Enrique Arreola) le hace a Alex (Cecilia Suárez) no sólo estorba el cuestionamiento sobre su vida personal, amores, actividad sexual y postura ante la maternidad; también interviene la parte corrosiva del machismo: Antonio, le sugiere untarse testosterona en el estómago ante ciertas debilidades porque en algunos casos a ella le faltan “pelotas”.

Enrique Arreola actua en Testosterona, obra de  Sabina Bergman, dirigida por Ana Francis Mor. Teatro El Granero, febrero 2018 Finalmente, los sentimientos dejan de ser un secreto entre ambos, lo que complica las cosas en el terreno laboral y personal, por lo tanto la decisión de Antonio va más allá de una simple contratación… Es así como el poder, el sexo y la lucha de géneros se mezclan en esta obra que Sabina Berman escribió hace cuatro años y que en anteriores ocasiones ya ha sido llevada a la escena teatral.

Testosterona es un texto de esos que te ponen a pensar a través de una historia que representa ese universo del poder y quien lo ejerce, es un “tête à tête” actoral entre dos personajes complejos que descubren situaciones que van más allá de una simple anécdota y las preguntas para el público se multiplican.

Es ese espacio de reflexión que realmente pone al espectador a recapacitar sobre preguntas tan insidiosas como: ¿son los méritos, el conocimiento y la experiencia elementos suficientes para subir en la escala social o son las intrigas, los juegos sucios y el chantaje los mejores instrumentos para conseguir el poder? El mundo está cambiando. ¿Será que la igualdad entre hombres y mujeres debe de admitirse como evidente?

Cecilia Suarez y Enrique Arreola actuan en Testosterona, obra de  Sabina Bergman, dirigida por Ana Francis Mor. Teatro El Granero, febrero 2018 Si así lo cree usted como espectador, no está de más que se de una vuelta (de jueves a domingo) para encontrarse con una pareja de excelentes actores que representan una historia donde se puede descubrir si, ¿el poder es la única hormona que distingue a los hombres de las mujeres? O, ¿qué puede más, el amor o la guerra?

Más allá de estas preguntas, Testosterona sostiene la idea de que el mundo está cambiando, ahora, la igualdad entre hombres y mujeres debe de admitirse como evidente. Las mujeres se preparan y los hombres progresistas simpatizan con ello, aunque les cueste trabajo aceptarlo.

El escenario de Testosterona, es el Teatro El Granero, Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque, un espacio para disfrutar de una buena obra que plantea si los juegos sucios y chantajes son los mejores instrumentos para conseguir el poder… No se la pierdan, tienen hasta el 25 de febrero para atestiguar porque Michel Foucault asegura “el poder es la capacidad de unas personas de determinar lo que han de hacer o creer otras”.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.