Por: Miguel G. Calero — 24 de marzo, 2017
Todo el que esté medianamente familiarizado con la literatura infantil mexicana recordará con agrado el clásico tÃtulo de Francisco Hinojosa: La peor señora del mundo. Ahora, tras haber cautivado a una generación entera de niños, este clásico ha llegado a nosotros como una obra de teatro.
Asà es, la historia de esta perversa mujer “que hace las cosas malas más buenas del mundo”, se presenta actualmente en el Foro Shakespeare (todos los domingos hasta el 27 de agosto) bajo la dirección y adaptación de Marta Torres y Helena Tinoco, quienes con una amplia trayectoria de 25 años tras bambalinas, han logrado a base de ingenio que este cuento cobre vida con personajes de carne y hueso, acercándonos de forma creativa a la fantasÃa infantil de esta supervillana.
La trama es sencilla, un par de actrices, con una maleta de viaje, inician el recorrido literario cuando encuentran el libro homónimo de Hinojosa y comienzan a leerlo. En ese momento cada palabra del libro se hace tangible y todo empieza a tomar vida, hasta que la historia se hace realidad.
En entonces, cuando… ¡Aparece la peor señora del mundo! Y asà tan mala como es, empieza a ser una abusiva con quien se le pare en frente. Es entonces, que las dos actrices tendrán que leer toda su historia para poder librarse de la muy pero que muy mala que es esta Señora con ellas. Leyendo y sólo leyendo es como podrán hacer frente a esta malvada, que hará de todo para hacer la vida de los demás algo muy difÃcil y sufrido.
La puesta en escena de La peor señora del mundo cuenta con una serie de recursos escénicos que hacen de su dinámica algo muy interesante. El recurso más evidente es el continuo cambio de vestuario, que no es completo, sino que con una sola prenda, las actrices en escena pueden cambiar por completo su papel en el escenario y en el plano de acción, ello hace que el espectador requiera un extra de agilidad mental para llevar el ritmo cambiante de cada nuevo ambiente formado.
Otro recurso es también el hecho escenográfico que al igual que el vestuario plantea escenas muy variadas y en constante cambio, haciendo que los eventos que ocurren tomen cierto aire atemporal, como si pudieran ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar. Asà “la peor señora del mundo” parece que bien puede vivir en tu colonia, ser tu vecina e incluso un pariente tuyo.
Sin grandes despliegues de vestuario y escenografÃa, estos salen de una maleta de viaje, los elemento se transforman en el parámetro fijo de todo lo que sucede a su alrededor, es ahà donde proviene todo el material que las dos mujeres irán descubriendo a lo largo de toda la obra.
Es asÃ, que el objeto que representa la maleta es guardar tantos objetos y herramientas como se requiera y cuanta utilidad le conceda a la imaginación. Es, al igual que en muchos libros y programas enfocados para niños, esa lugar especial de donde provienen esos vehÃculos que otorgan la acción a los personajes. Un fantástico recurso para estimular el misterio y la imaginación de los pequeños. Aunado a esto, la música compuesta por Animista Teatro hace de cada espacio y momento un acontecimiento muy particular que lleva las emociones y la atención por diferentes senderos al espectador.
Con una producción de Animista Teatro, esta adaptación de la obra de Francisco Hinojosa me parece valiosa porque rescata, al menos en mi opinión, mucho de la retórica que guarda la creación de personajes en la literatura infantil. La Peor Señora del Mundo es una antÃtesis de la figura de la mamá tradicional, siempre busca lo malo para sus hijos, y ello crea en el niño una idea de lo que es verdaderamente malvado.
Un conflicto común en los niños es considerar que la figura de autoridad materna o paterna sea alguien que actúa de forma malvada, con castigos y con poca diversión; pero el personaje de esta Señora potencia ese elemento que ayuda al niño a comprender qué de verdad es malo, al punto que comprende mucho de lo que es la amistad, el valor y la tolerancia.
Además de esta “antimamá” que representa la Señora, el acercamiento al libro por parte de las protagonistas (para poder vencer el mal), es un guiño total a los más pequeños para encontrar herramientas valiosas en la lectura, que es el motor que vence todos los obstáculos. El conocimiento y el aprendizaje que llega de los libros y de los valores son las mejores herramientas para solucionar los problemas, no asà la violencia. El contenido de La Peor Señora del Mundo es un hallazgo muy atractivo entre las puestas en escena que se encuentran hoy en la cartelera capitalina.
Con las actuaciones de Claudia Yolanda, Helena Tinoco e Izchel Palafox, La peor señora del mundo extiende su temporada en el Foro Shakespeare, cumpliendo asà más de 300 representaciones. Se recomienda comprar los boletos con anticipación debido a la demanda. Esta historia llena de risas y momentos conmovedores es una recomendación fantástica para todos los integrantes de la familia, no importando edad o sexo. No se la pierdan.
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