Por: Interescena informa — 22 de julio, 2016
“Omordelé parece que al final del dÃa es un lamento, pero no sin esperanza; más bien es una radiografÃa para entender lo que sucede en la actualidad, pues me parece importante hablarle al público joven de manera más madura”, Arturo Marruenda.
Gabriela Huesca presenta Omordelé, un espectáculo que evoca el origen del mundo según la tradición africana a partir de una narrativa aunada a cantos y bailes que retoman e inventa los oráculos (mitos) emanados de la cultura africana, además indaga sobre el origen de la vida y la inherencia humana en los infantes.
Arturo Marruenda, quien lleva la dirección escénica, señala que si bien la obra se basa en un texto que parte de un mito, en realidad es una analogÃa de lo que sucede actualmente. “En Ãfrica inicia toda la vida y con ello toda la esencia. Omordelé habla de todas esas complejidades que enfrentamos los humanos y aunque es un espectáculo para divertir, sà contiene algunas imágenes crudas“.
En el escenario sonidos y objetos de elementos africanos descubren la historia del nacimiento de la vida en Ãfrica, el surgimiento de los seres vivos, de los seres humanos y, por lo tanto, el principio del amor, el odio, la guerra y la paz…
AsÃ, el arte multimedia confronta la poética de Omordelé para traducirla en una reflexión visual que enmarca la presencia de Gabriela Huesca, quien canta y actúa compartiendo el escenario con los bailarines Yseye Appleton y Rosa Villanueva, para llevar al pequeño espectador por un micromundo de sabidurÃa.
Ese micromundo de Omordelé, es el encuentro de Gabriela Huesca y Arturo Marruenda y su apuesta como medio transformador para personas de todas las edades, caracterÃstica que hace de este espectáculo una garantÃa de calidad y sensibilidad escénica para chicos y grandes.
Omordelé, se presenta sábados y domingos a las 5pm., hasta el 31 de julio, en La TiterÃa Casa de las Marionetas (Vicente Guerrero No.7, Coyoacán), una buena recomendación para el disfrute de toda la familia, porque más allá del divertimento, este espectáculo de Gabriela Huesca comparte la sustancia del tiempo y se de cuenta de las cosas reales que suceden en el mundo a través de una complicidad, de un amor, de una pasión y honestidad por la convivencia permanente con los pequeños.
“Yo sostengo que la inteligencia de la infancia es parte también de la inteligencia inherente a nosotros como seres humanos. Crecemos y vamos perdiendo pedacitos, asà que recuperar la infancia como adultos nos devuelve esos fragmentos que hemos perdido por el dolor, las alegrÃas y los estereotipos con los que vamos llenando los vacÃos”, Gabriela Huesca.
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