Hilda Islas y la visión de Dore Hoyer

Por: Interescena informa — 22 de octubre, 2014

Afectos humanos (recargado) 1962-2014, una apuesta museográfica para la reconstrucción de las danzas de Dore Hoyer… Una exposición que busca mostrar los apegos y desapegos respecto a estas creaciones y la multiplicidad de vías y caminos para traducirlas en el México del siglo XXI.

Afectos humanos (recargado) 1962-2014 es un proyecto de investigación-creación dancística basado en una coreografía para bailarina solista que la alemana Dore Hoyer creó en 1962, y que se compone de cinco danzas: Vanidad, Deseo, Odio, Angustia y Amor. Una investigación encabezada por la coreógrafa Hilda Islas, quien comparte con el público parte del proceso de “traducción” de materiales del pasado a versiones actuales.

“Entramos a los procesos actuales de apropiación en principio por un sentido, diría Prada, de apropiación esteticista y acrítica: amamos a Dore Hoyer, sus acciones corporales apelaron a nuestro propio cuerpo con una irremediable atracción fatal. Sólo queríamos movernos como ella…”, Hilda Islas.

Un video grabado por la misma Hoyer fue el documento que permitió a coreógrafos como Betty Jones, Susanne Linke y Martin Nachbar, estudiar y reconstruir el trabajo surgido hace 52 años, y cuya “traducción” performática se presentará a partir del 23 de octubre a la Galería Arte Binario (AB) del Centro Nacional de las Artes (Cenart). La exhibición permanecera hasta el 16 de noviembre, de lunes a domingo, de 9:00 a l8:00 horas.

Además de dar a conocer el trabajo poco difundido de Dore Hoyer, inscrito en la veta de la danza de expresión alemana, esta exposición pretende compartir nuestros apegos y desapegos respecto a estas creaciones y la multiplicidad de vías y caminos para traducirlas a nuestros propios afectos en México, en los inicios del siglo XXI.

Las danzas que dan vida a este proyecto se presentarán el sábado 25 y domingo 26 de octubre; además del 8 y 9 de noviembre, y el 15 y 16 de noviembre. Afectos humanos (recargado) 1962-2014 es el resultado de la colaboración de los coreógrafos Tania Benhumea, Hilda Islas y Bernardo Orellana; los músicos Héctor M. Islas, Javier Lardizábal, Sergio Reyna Orta y Raúl Valverde; la fotografía de Christopher Gallegos y Rocío Hidalgo; el video de Fátima Sánchez; y la coordinación de Iliana Mendoza.

“Considero que este formato museográfico puede ser de gran importancia para la difusión de la investigación de la danza, acercando con un formato más amable al público general algunos de los modos de producción e indagación de esta disciplina a través de otro tipo de códigos y contribuir entonces a la apreciación y comprensión del modo de operar de la danza y de sus procesos de indagación, además de potenciar y disfrutar el trabajo con artistas de otras disciplinas”, Hilda Islas.