Danza

Tándem: de entrañas y emoción surge la danza

Por: Luciana Martínez Suárez — 2 de octubre, 2009

“Conmover al espectador, con la belleza de cuerpos que trazan con precisión el movimiento que dicta la condición humana”, Leticia Alvarado.

Tandem Compañía de Danza presenta 50 Sentidos, creación coreográfica de Marco Antonio Silva, en el Teatro de la Danza, octubre 2009 Celebrando 15 años de actividad Tándem Compañía de Danza presentó el pasado 25 de septiembre en el Teatro de la Ciudad, la coreografía 50 Sentidos, una presentación que marcó el retorno de Marco Antonio Silva a las obras de gran formato.

Silva, es reconocido como uno de los principales coreógrafos mexicanos del siglo XX, su visión surge del estudió de danza clásica en el Seminario del Taller Coreográfico Universitario y danza contemporánea con Raúl Flores Canelo, Michel Descombey y Gladiola Orozco.

Su recorrido por la creación escénica lo ha llevado a emprender una búsqueda en diferentes disciplinas logrando una constante que lleva implícita el distintivo del coreógrafo que en esta nueva creación se sitúa a partir de la danza frente a la celebración musical de las sonatas para piano de Ludwig van Beethoven, interpretadas por Frederich Gulda, con una intervención sonora de Joaquín López “Chas”, y la caracterización pianística de Isabel Ladrón de Guevara.

Un horizonte de preguntas que pueden no encontrar respuestas de manera inmediata, pero que para Marco Antonio, evocan en esta obra cuestionamientos como: ¿Cuál puede ser el aroma de los sonidos y los silencios? ¿A qué profundidad pueden llegar los gestos, giros, pausas de un cuerpo que se desplaza en el espacio? ¿Podemos dibujar con el oído aquella curva sonora? ¿El sabor de un sonido apenas perceptible queda en la memoria? ¿Luz y asombro se pueden deletrear con las mismas notas? ¿La inmovilidad es cálida?

Así la representación de 50 sentidos, brinda la oportunidad de abordar un análisis coreográfico a Silva, quien plantea que para él: “50 setidos busca dar cuenta de estas preguntas, quizás las respuestas descansan en cada uno de nosotros y tal vez ayuden a germinar nuevas interrogantes”.

En esta función especial, –en pro de la Fundación Cadavieco, cuya misión es generar, a través del arte, el fortalecimiento emocional de personas en situación de vulnerabilidad para propiciar su libertad y plenitud— se contó con la participación de los bailarines: Verónica García, Georgina Almeida, Cynthia Barrios, Jorge Ronzón, Julio C. Landa, Erick Sánchez, Christine Wingartz y Alejandro Hernández.

Paralelamente a esta función se proyectó un documental sobre los 15 años de Tándem con testimonios de importantes personalidades de la danza mexicana, además se contó con la presencia de coreógrafas como Isabel Beteta y Cora Flores.

Continuando con la celebración, Tándem lleva de nueva cuenta este fin de semana, 50 sentidos al escenario del Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque.

Para una compañía de danza contemporánea tener una trayectoria de quince años habla de solidez y permanencia. Significa también forjar un lenguaje con el que es posible comunicar el código de latidos y deseos que hacen la danza.

Dirigida por la coreógrafa Leticia Alvarado, Tándem cumple 15 años de trayectoria nada mejor que festejar esta fecha con el estreno de una obra que marca el retorno de un artista que siempre ha provocado expectativas a través de su lenguaje creativo, ofreciendo al público una alternativa comprometida de la expresión dancística.

“Han sido muchos años de un esfuerzo colectivo enfocado a desentrañar nuevas rutas expresivas. En la compañía existe una relación muy cercana con la música, incluso algunos montajes se realizan sobre partitura, por ello no es coincidencia que a 15 años de nuestro inicio abordemos la obra de Beethoven como una forma de celebración”, Leticia Alvarado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Directorio

Un listado de enlaces a centros culturales, música, teatro, danza, infantiles, festivales y medios y más.

“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.