Taller Coreográfico de la UNAM presente en el Palacio de Bellas Artes

Por: Susana Fernández — 4 de octubre, 2006

Más de tres décadas de existencia, ha cambiado la forma de hacer y ver la danza, con su obra impregnada de animismo, es decir, el mensaje de sus coreografías llega al alma… El Taller Coreográfico de la UNAM mantiene un contacto psíquico y espiritual que llega directo al espectador.

La producción artística del Taller Coreográfico se ha presentado en recintos universitarios y en múltiples escenarios de la Ciudad de México y otras ciudades del país, poniendo la danza al alcance de todas las clases sociales.

Además ha rebasado nuestras fronteras con funciones que han sido aclamadas por el público y la critica internacional. Recientemente se presentó en escenarios de Nueva York, Washington; Los Angeles y San Petersburgo.

Ahora, con esa filosofía basada en los preceptos vasconcelistas: acercar la educación y la cultura a todo el pueblo, este organismo que dirige la maestra Gloria Contreras sale de su casa sede para dirigirse a un público diferente al del foro universitario.

Como parte de su compromiso de acercar a todos los amantes de la danza a disfrutar de su propuesta, Taller Coreográfico ofrecerá dos funciones en el Palacio de Bellas Artes, sede de los grandes eventos artísticos de nuestra Ciudad. Esta presentación será un esbozo de la vida coreográfica del Taller, con piezas de reciente creación y obras que forman parte de su repertorio artístico y en las que se pueden apreciar ritmos que van desde el danzón y mambo, pasando por los clásicos del siglo XX como Stravisnsky, y los del periodo barroco y romántico, como Mozart.

“Somos un taller que no solo se para de puntas sino que baila todo tipo de danza y en cada una de nuestras funciones tenemos nuestra sección mexicana para el disfrute del público. En Bellas Artes, presentaremos obras maravillosas, con una parte ligera con el danzón y el mambo, bailado por toda la compañía y dedicado con mucho orgullo a Tongolele que fue una extraordinaria bailarina”, Gloria Contreras.

Para la función del domingo 8 de octubre, la agrupación ofrecerá el Programa I, integrado por las coreografías: Mambo, dedicado a Yolanda Montes, una obra donde la coreógrafa no sólo logra transmitir el carácter del baile sino que ofrece un espectáculo llamativo que glorifica la libertad y expresión de los sentimientos humanos.

La segunda pieza: Dueto del cuarteto KV 465 (de las disonancias) -dedicado a Pedro Hernández Silva-, un estreno con un marcado contraste musical, interpretado por los bailarines Diana Sánchez y Tonatiuh Martínez; y Réquiem de Mozart -In Memoriam Montserrat Benet Gregg-, conformada por nueve danzas de gran emoción estética, interpretada por 12 bailarines, en ritmos y dinámicas, desde danzas de paz y tranquilidad hasta las vertiginosas. En este Requiem, música y danza se unen en un solo mundo que nos permite conocernos.

En la segunda parte se presenta un arcoíris de piezas musicalizadas con la música de compositores mexicanos: Redes, obra estrenada en 1998, que muestra la lucha de los pobres por subsistir; Intermezzo -dedicacada a Miya Hisaka y Juan Carlos Rincones-, pieza de 1991, con música de Manuel M. Ponce, enmarcada en el tema del amor e interpretada por los bailarines Mireya Rodríguez y Andrés Arámbula; La conquista, obra estrenada en la UNAM en 1997, acompañada de Toccata para percusiones de Carlos Chávez.

La siguiente obra escenificada para esta segunda parte de la noche será Hora de junio -dedicada a Ramón Bolívar Martínez-, inspirada en la música de Revueltas, esta coreografía enmarcada por la poesía de Carlos Pellicer será ejecutada por el bailarín Arturo Vázquez; Por último se escenifica Huapango -dedicado a Lorena Luke-, se estreno en Nueva York, en 1958, en el Palacio de Bellas Artes, en 1959 y en la UNAM, en 1971, esta pieza es es cronológicamente la segunda creación de Gloria Contreras, y se trata de un ballet neoclásico que permitió a la autora el descubrimiento de la rotación del torso que da sello a todo el ballet y le permite asumir el ritmo intenso y brillante de la música.

El segundo Programa de la presentación del Taller Coreográfico en el Palacio de Bellas Artes, el lunes 9, iniciará con y Allegro enérgico -dedicado a Eduardo Luis Feher-, en esta obra se recuerda el trágico y absurdo episodio mundial que encabezó Hitler: el nazismo. La música esta integrada por el el primer y segundo movimientos de la Sinfonía No. 6 de Gustav Mahler.

Después se escenificará una serie de alegorias dancística dedicadas al amor, la primera será Adagio K. 622, se trata un pas de deux de naturaleza lánguida, en donde la estructura sin equilibrio parte de un punto para caer en otros. Adagio fue estrenada en 1991, la música comprende el 2° movimiento del Concierto para clarinete de Wolfgang Amadeus Mozart y será interpretada en esta ocasión por Vera Islas y Andrés Arámbula; Romeo y Julieta -dedicada a Humberto Musacchio-, obra shakesperiana con música de Tchaikovsky, estrenada en 1993, recrea una historia de amor donde la capacidad poética, narrativa y estética del ballet es indescriptible. Los interpretes serán Ana Roca en el papel de Julieta y Héctor León como Romeo. La última coreografía presentada en esa gala universitaria será Besos y Opus 45, basada en la poesía Besos, de Tomas Segovia, bailada por Claudia Hernández y Francisco Rosas.

¡Heeeey familia… En la segunda parte de este programa, la agrupación subirá al escenario con una serie de danzones: Nereidas, inspirado en el danzón homónimo de Armando Torres, interpretado por la Orquesta Filarmónica de Ciudad de México; Clarín de la selva, un estreno mundial dedicado a Yolanda Montes, Tongolele, músicalizado con el Danzón No. 2, de Arturo Márquez, interpretado por Adriana Caballero y Arturo Vázquez; y Danzón, pieza dedicada a Lyndee Knox, en donde se presenta la magnificencia de este estilo de danza. Danzón fue estrenada en Puerto Rico, en el año 2000.

El marco del Palacio de Bellas Artes abre sus puertas a la Danza Universitaria y reconoce el trabajo de una gran bailarina, coreógrafa y sobre todo una insistente generadora de nuevos valores… La presentación del Taller Coreográfico en el Palacio de la cultura es una forma en la que las instituciones, más allá de las estructuras burocráticas, reconocen el trabajo de organismos que hoy son determinantes en el desarrollo cultural de nuestro país.