Solar en el Festival de México en el Centro Histórico… un diálogo constante en un espacio coreográfico

Por: C. Magun y S. Fernández — 13 de marzo, 2009

Entre las actividades dancísticas que este año presenta el Festival de México en el Centro Histórico destaca el proyecto de intervención Solar, propuesta que surge específicamente de la danza para dialogar con otras disciplinas desde una reflexión del cuerpo con el espacio.

En entrevista exclusiva para InterEscena, Tania Solomonoff y Mariana Arteaga, curadoras de este ambicioso proyecto hablaron del proceso que las llevó a concibir una propuesta que integra en un único espacio la visión artística de los coreógrafos Magdalena Brezzo y Rodrigo Angoitia; la música de Israel Martínez y el concepto visual de Luis Felipe Ortega.

Mariana Arteaga: Solar es un diálogo constante a través del cual se fue construyendo la obra. Nosotros propusimos que en el proceso de creación hubiera laboratorios escénicos a partir de los cuales los creadores dialogarán junto con el equipo curadurial, posteriormente, a partir del segundo y tercer laboratorio con el público se trabajó sobre las conclusiones de cómo se iría desenvolviendo el proyecto.

¿Por qué crear a partir de un espacio arquitectónico determinado, y en este caso, particularmente el Centro Cultural Universitario Tlatelolco?
Mariana: Porque es un proyecto de intervención en un espacio no convencional. Lo primero que propusimos es que no se podía pensar en crear una obra sin habitar el espacio donde se va a crear ésta. Particularmente, Solar parte sobre dialogar con un espacio determinado, con circunstancias determinadas e historia propia, a parte para provocar una permeabilidad entre todo el equipo de trabajo.

¿Qué implicó llevar a artistas al espacio y partir de ahí para la elaboración del proyecto en si?
Tania: La idea principal fue a partir del pedido específico del Festival: hacer un proyecto en danza mexicana, así decidimos convocar a coreógrafos mexicanos para insertarlos en un contexto que los moviera de lugar, que de alguna manera se vieran acotados a trabajar en condiciones que les implicara acudir a otros referentes o fortalecer los propios más allá de la danza y de la coreografía. Vimos todo lo que es las artes visuales, el cine, el trabajo en espacio no convencionales, eran como características que podían usar los coreógrafos y que nos iban a aportar un descolocamiento de lo convencional como proceso creativo en danza y como producto. Lo que hicimos en esta movida de piso fue estimular a los artistas a otros referentes, además invitar a un artista sonoro y ocupar un espacio no convencial.

¿Cuáles fueron los criterios para elegir a los creadores?
Tania: Dentro de un perfil que nos interesaba nos planteamos los criterios y a partir de esto llevamos a cabo una convocatoria de material de trabajo a diferentes compañías, no sólo del Distrito Federal sino de toda la República. En este sentido, partimos de un enfoque de apertura y de descentralización, y a través de los materiales que nos entregaron buscamos que todas tuvieran una fortaleza propia. Después cada una –por separado– revisó el material y enviamos unas preguntas sobre hechos globales, locales e individuales que a ellos en lo personal les afectaron –sin que necesariamente fueran tragedia–. Observamos los tiempos de entrega, la reflexión, el nivel de comunicación, interés y demás.

¿De que tipo de preguntas se trataba?
Mariana: Qué pasa con la danza mexicana, cuáles son los productos y procesos que se generan en México, cuál es el imaginario del bailarín, cómo trabaja el bailarín su corporalidad, apertura al dialogo y otras disciplinas. Cuáles son los anillos de impacto y qué tanta permeabilidad se permite tener para llevar a cabo un proceso creativo y trabajar en equipo.

¿Como se integraron los artistas y ustedes como curadoras?
Mariana: Poco a poco cada uno empezó a replantearse el espacio de una manera distinta. Creo que hubo un punto de unión donde los artistas constantemente se replantearon cómo solucionar y cómo dialogar con el espacio. Realmente se logró un redimencionamiento de lo que es la palabra espacio.

Tania: En este resituarse, hablamos de que ellos se desapegaron de un espacio escénico controlado para moverse a otro espacio donde la situaciones que se planteaban fueran muy diferentes. Y claro!!!, en un principio hubo una resistencia.

Mariana: Creo que es fundamental decir que hay una nueva redimensión del espacio. El Centro Cultural Tlatelolco fue elegido, entre otras cosas, más allá de su carga historica, como un espacio clave. Empezamos por la estructura arquitectónica del edificio como tal, ya que en esta época no se encuentran espacios de dimensiones que le den al individuo una sensación especial poco común de espacio, el poder sentir el valor de la escala. Y esto redimensionó una reflexión: intentar que el bailarín, el coreógrafo y el público habiten el espacio.

¿Qué unificó el trabajo de quienes participan en Solar?
Tania: La música fue un contenedor y un resonador de todas las posibles lecturas que pueda tener Solar. Al no partir de una temática específica, ni de una narrativa sino de hechos, la música fue el detonador para empezar hablar y a escuchar a los artistas. Así que desde el inicio se concibió que el aspecto sonoro era lo que iba a unificar la obra. Al final decidimos integrar un artista visual, lo cual quedó perfecto, en realidad equilibró todo este concepto de transdisciplina.

¿Cómo es la relación tiempo-espacio en la obra, hay una secuencia de historia?
Mariana: No hay una relación directa como tal. Solar es arquitectonicamente un espacio que se designa a construir en él, por eso el proyecto lleva ese nombre. Hay una intención de que el espectador mismo construya lo que quiera construir a a partir de lo que ve. Todo tiene una reflexión, incluso la idea de la simultaneidad. Como hablamos sobre los acontecimientos globales, locales, individuales, nuestra conclusión fue que todo evento global nos permea y nos afecta, al mismo tiempo lo que te sucede localmente está influenciado por lo que ocurre globalmente. Entonces dijimos, Solar y sus piezas deben ser simultaneas.

Sobre los riesgos de un proyecto de tales características, ambas curadoras coinciden sobre lo que esperan de este proyecto.
Tania: Nadie sabe que va a resultar, lo que queremos es que el público se lleve una experiencia. El concepto básico de Solar es la itinerancia y habitar el espacio con la calidades que el espacio tiene.

Mariana: Solar es una intervención coreográfica, sonora y visual del espacio del Centro Cultural de Tlatelolco, no es un espectáculo, es una intervención coreográfica espacial, visual, sonora que gira entorno al cuerpo. La danza es nuestro punto de partida y a través de pensar en ella es que llegamos a este proyecto.

Solar
Festival de Mexico en el Centro Historico
Centro Cultural Universitario Tlatelolco.
Viernes 13 de marzo, 20:30 hrs.
Sábado 14 de marzo, 19:00 hrs.
Domingo 15 de marzo / 19:00 hrs.
Lunes 16 de marzo, 20:30 hrs.