Por: Gabriela Jiménez Bernal — 5 de noviembre, 2013
El ser humano ha llegado a priorizar su ambición por el poder sobre su necesidad de amar y ser amado. Esa es parte de su condición humana…
Tal es la esencia de Dido y Eneas, propuesta dancÃstica posmoderna de Óscar Ruvalcaba, quien se inspiró en la famosa ópera de Henry Purcell, catalogada como obra monumental de la época barroca.
La obea del destacado coreógrafo mexicano, lejos de tener tintes históricos o barrocos, sólo retoma la esencia de la música para trasladarla a nuestra época, y reflejar cómo las emociones y sensaciones de los dos personajes centrales son atemporales.
El estreno de Dido y Eneas será en la máxima casa de estudios: la UNAM, los dÃas 13, 14 y 15 de noviembre. También se ofrecerán dos funciones de pre-estreno en el Teatro Legaria los dÃas 8 y 9 de este mismo mes, además de una breve temprada los viernes 22 y 29 de noviembre, y 6 de diciembre.
El detonador…
Fue hace más de dos décadas y media cuando Ruvalcaba escuchó por primera vez la ópera Dido y Eneas de Purcell. De las cosas que más le maravillaron fue la instrumentación, la belleza de las arias y la capacidad de reflejar la condición humana en una sola pieza: “Es una ópera muy peculiar. Con una extrema economÃa de medios, Purcell logra recrear una visión muy clara de la condición humanaâ€, señala el coreógrafo.
Al preguntarle la razón de trasladar esta ópera al lenguaje del cuerpo, quien fuera miembro del Sistema Nacional de Creadores comenta:
“El barroco en general tuvo música muy rÃtmica. La música de esa época estuvo influenciada por las danzas de la Corte. Al escucharla de inmediato te despierta el deseo de moverte. Asà que desde que la conocà pensé que era una obra muy bailable y asumà el reto profesional de hacer una versión vanguardista en danzaâ€.
La propuesta…
La ópera de de este compositor inglés relata la historia de amor entre Dido, reina de Cártago y el héroe troyano Eneas, quienes se sumergen en un mar de emociones cuando tienen que separarse y anteponerse al poder, la traición y la ambición sobre el amor.
Ruvalcaba aclara que su mirada en torno a la ópera de Purcell es posmoderna. Es decir, toma la acción del pasado y la coloca en una situación totalmente actual.
No hace ningún referente histórico al barroco, por lo que su montaje podrÃa suceder en cualquier lugar de la Ciudad de México o del mundo, además Dido y Eneas pueden ser cualquier ser humano viviendo lo cotidiano.
“Le quité la distancia que te puede provocar la época histórica y puse el relato en una situación contemporánea en todos los niveles, desde el movimiento corporal hasta la escenografÃa y vestuario. No es una fábula histórica, no hay referentes al barroco. Sólo tomé el elemento fundamental del drama humano y lo coloqué en la contemporaneidadâ€. En ese sentido, Dido y Eneas sólo recurre a escasos elementos escenográficos y a un vestuario totalmente cotidiano.
En cuanto a los bailarines, son cuatro en escena. Dos, son los que personifican a Dido y Eneas, los cuales simbolizan la condición humana sujeta a la condición polÃtica. En tanto que las otras dos intérpretes son las Brujas, quienes parecieran ser el inconsciente de Dido.
Sobre la música, el coreógrafo menciona que existen muchas versiones de la ópera de Purcell, pero él quiso tomar una en especial que surge en la corriente de los años ochenta y noventa, y marca el regreso a la música antigua, la cual se apega más a la música original. Esta versión elegida por Ruvalcaba pertenece al británico Christopher Hogwood.
El mensaje…
El maestro Ruvalcaba comenta que su propuesta rescata ese retrato psicológico que hizo Purcell de la humanidad, sobresaliendo en particular dos situaciones. La primera es cómo en determinados momentos de la vida del ser humano, la máscara del poder tiene mayor peso que la necesidad del amor. La segunda tiene que ver con esa maldad natural en el individuo, quien que no necesita justificación, ya que lo hace por el simple placer de destruir.
Sobre la actualidad del mensaje implÃcito que contiene la pieza, el coreógrafo señala:
“El arte que trasciende es aquel que plantea un tema que nos atañe. Y en este caso la obra de Purcell habla del poder de la máscara y de la imagen sobre el amor, una situación que desafortunadamente seguimos observando en nuestra realidad. Hoy en dÃa vemos cómo el orgullo y las diferencias pesan más que la misma necesidad de amar y ser amadoâ€.
Finalmente, Óscar Ruvalcaba recuerda la frase que Henry Purcell menciona en su ópera y que es un reflejo fiel del contenido de esta historia: “Las grandes mentes con frecuencia conspiran contra sà mismasâ€. Fotos: Gloria Minauro.
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