Por: Claudia Magun — 21 de enero, 2009
El año pasado que recién culminó, la experiencia de la danza contemporánea en los escenarios capitalinos cumplió con propuestas conmovedoras y espectáculos que nos demostraron la capacidad del cuerpo para evocar la belleza, fuerza y fantasÃa a través del lenguaje en movimiento.
El 19 de enero, el público no dejó un solo lugar vacÃo en el majestuoso Palacio de Bellas Artes, que esa noche rindió pleitesÃa a la memoria de un artÃfice de la danza en México, José Limón. Con tres obras representativas de distintos momentos artÃsticos del coreógrafo, Suite de una ofrenda coreográfica, El Traidor y Salmo, los testigos de esa memorable noche, aplaudieron y disfrutaron de tres piezas cargadas de fuerza y crÃtica a los tiempos que se vivÃan en el momento de su creación, mostrando lo adelantado que estaba el propio José Limón a su época.
Después de más de un año de autoexilio, José Rivera Moya regresó a los escenarios con Las simples cosas, homenaje a las grandes divas Dolores del RÃo y MarÃa Félix cargada de ironÃa y sarcasmo donde el director de la compañÃa La Cebra mostró las dotes de bailarÃn innato que lo han colocado como uno de los intérpretes más distinguidos de nuestro paÃs. Narración coreográfica donde su interpretación como Sandunga y la música de Chavela Vargas arrancaron aplausos y dejaron claro el gusto del coreógrafo por lo mexicano del 28 al 30 de abril en el Teatro de la Danza.
De los escenarios neoyorquinos y en el sentido más puro de innovación y creatividad llevadas al extremo, Diqui James (fundador de De la guarda) y Gaby Kerpel presentaron en la Carpa Santa Fe, durante el mes de abril y mayo, Fuerzabruta, la adrenalina llevada al espectáculo donde un performero continuamente derribaba y se enfrentaba a una pared, cuadros visuales espectaculares que atraÃan al espectador de hito en hito por distintas escenas donde los artistas volaban y se abalanzaban sobre la audiencia.
Sin duda, pasará un largo tiempo antes de olvidar la danza acuática que sobre nuestras cabezas ejecutaron las integrantes de la compañÃa, mezcla de sensualidad y fantasÃa que crearon imágenes corpóreas, efÃmeras pero sorprendentes.
Como cada año, el Festival de México en el Centro Histórico sorprendió a los asistentes con su programa dancÃstico. Este año, el aplauso y la ovación del público se los llevó la compañÃa canadiense La La La Human Steps y su maravillosa Amjad (el 16 y 17 de abril), hÃbrido de dos clásicos del ballet, El lago de los cisnes y La bella durmiente, que en un acto de verdadera disciplina, técnica y belleza mostraron a los asistentes el significado del ballet moderno, ejecución precisa que sobre puntas y a un ritmo vertiginoso conmocionaron a un Palacio de Bellas Artes donde no cabÃa un solo espectador más.
El Teatro de la Ciudad fue el escenario para el estreno de Huesos Rotos, obra que plasmó la situación y las condiciones corporales que exige la disciplina de la danza en una pieza profundamente conmovedora y demandante creada por el director de la CompañÃa de Danza Butoh 0.618, Jaime Razzo.
Con la proyección de diversos testimonios de creadores dancÃsticos, Huesos rotos mostró la fragilidad del cuerpo a través de un ejercicio dramático y bello que también realizó una breve temporada en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes.
La nota de nostalgia y emoción del 2008 pertenece a la CompañÃa Nacional de la Danza en el merecido homenaje, con toda la plana mayor de la comunidad dancÃstica, y entrega de la Medalla Bellas Artes al bailarÃn Richard Cragun, en la función inaugural de La fierecilla domada, de John Cranko, el domingo 4 de mayo.
Cátedra de ballet fue la que nos brindó El Ballet de la Scala de Milán en el Auditorio Nacional del 13 al 15 de junio, con su presentación de Don Quijote, equilibrio entre el baile masculino y el reinado de las puntas, con una producción dispuestas a echar la casa por la ventana que dejan claro porque los italianos marcan pautas en esta disciplina que simplemente maravilló al público.
Y para demostrar que el ejercicio dancÃstico puede ser renovado sin grandes artilugios, Marcos Rossi y Beatriz Madrid, directores de Fóramen M. Ballet presentaron –del 8 al 10 de agosto, en la Sala Miguel Covarrubias del CCU–, Velo vé, narración estética que exploró los sentidos y el movimiento por si mismo, danza a partir de la mirada del redescubrimiento que hace el artista de si mismo como ser humano y que contagia a quien observa desde la butaca. Fóramen M. Ballet también presentó esta producción dentro del Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López en octubre pasado.
Los que en verdad son tratados como hijos pródigos cada vez que regresan a esta Ciudad son los integrantes de la hoy compañÃa mazatleca, Delfos, quienes para no perder costumbre fueron muy aplaudidos en el festejo de su XV Aniversario en la Sala Covarrubias –del 12 al 14 de septiembre–, con la puesta de Delfos a la Postmodernidad.
Integrado por tres obras –que en esta ocasión fueron montadas por tres coreógrafos invitados–, Delfos demostró porque hoy por hoy han logrado hacer de su escuela uno de los semilleros más importantes para bailarines y nuevos creadores en el norte del paÃs.
Es una lástima que siendo tan pocas las oportunidades que se presentan en nuestra Ciudad y dado el gran público que los sigue no se programen más fechas para su presentación o se coordinen otras actuaciones en otros escenarios.
La que cautivó, provocó y definitivamente hizo honor a su fama de irreverente fue la catalana Marta Carrasco. De visita en nuestra Ciudad, en el marco del Festival internacional Cervantino, la coreógrafa y Maestra (asà con mayúsculas por genial) hizo burla de los estereotipos que persiguen a la mujer, al amor y rindió un homenaje –muy a su manera– a Camille Claudel.
Danza frenética, lúdica e imaginativa la que se presentó en la Sala Miguel Covarrubias el 15 y 16 de octubre, aunque desgraciadamente ante un público pobre que no recompensó en su valÃa el trabajo de la compañÃa.
Sin embargo, no todo es perfección en el arte del lenguaje corporal y de repente se llegan a suceder uno que otro traspiés que muestran que la danza no llega a ser todo lo que el público espera y cuando más expectante te encuentras en ocasiones recibes las decepciones más profundas cuando asistes al teatro.
La noche del 19 de junio, cuando todos esperábamos una noche memorable por el 40 Aniversario de Carmina Burana, la CompañÃa Nacional de Danza nos dejó en frÃo y en lugar de una función de danza nos recibieron con un mitÃn polÃtico exigiendo la destitución del director –en ese entonces– Dariuz Blajer.
El Palacio de Bellas Artes fue confundido como una extensión del Zócalo y quienes creemos que hay escenarios y momentos para cada cosa nos retiramos más que desilusionados.
La mala difusión es uno de los mayores lastres de la danza, es asà que en busca de atraer y conectar nuevos públicos se impulsó el proyecto de Danza-Minuto, viñetas coreográficas presentadas en distintas estaciones del metro del 24 de mayo al 8 de junio, que pese a contar con un gran número de talentosos grupos no tuvo la difusión necesaria ni el seguimiento para hacer correr la voz y dejar de ser un simple hecho fortuito sucedido en el metro.
Otra experiencia de mala divulgación que pesa en las funciones de danza son las temporadas en el Teatro LegarÃa, que al no ser programadas con antelación y contar con verdaderas carpetas de difusión que coadyuven a su difusión no siempre son lo suficientemente apoyadas en su presentación.
Asà nos sucedió con el espectáculo quebequense SPEED Sped-Up, que se presentó del 18 al 20 de julio, y que nos quedamos con ganas de ver, entre otros más que escapan a la memoria en este momento.
Las partidas siempre son dolorosas, en este caso el fallecimiento de Mario Maya el pasado 27 de septiembre en Sevilla, España, dejó un profundo hueco para los amantes del arte flamenco en nuestro paÃs.
Y pese a que el maestro Maya colaboró y mantuvo siempre lazos muy entrañables con los creadores de la disciplina española en México, un homenaje a su obra e influencia aún no han sido programados.
La falla técnica del año que nos cortó la inspiración fue la sucedida en el espectáculo de African Footprint –en el Auditorio Nacional, en la fecha de su estreno, el 14 de octubre. Grandes bailarines, cantantes profesionales y una excelente producción fueron opacadas por una ¡falla técnica!, poco después de transcurrida la mitad de la presentación. Aunque un gran número de asistentes espero ha que repararan el daño, el ritmo y ánimo de los asistentes no se recuperó.
He aquà algunos de los momentos que nos hizo vivir la danza, alegrÃa, belleza, fascinación y uno que otro mal paso… Que este 2009 sean mayores la experiencias!!!
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