Las Minas Puerto… la pasión del flamenco con los aromas y colores de otras culturas

Por: Claudia Magun — 4 de febrero, 2017

“Se trata de un show cargado de sensibilidad e imagen; un viaje por la historia de la música de los puertos que ha pasado por las principales ciudades españolas…”

Antes de su presentaciones en diversos escenarios de Madrid, Barcelona, Oviedo, Murcia y otras importantes ciudades españolas, Las Minas Puerto Flamenco llega a la Ciudad de México para presentarse en uno de los foros más emblemáticos de esta complicada metrópoli, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

No se trata de un simple espectáculo de baile español, es toda una producción que lleva la firma de Aurelio Solana, quien como productor logra este concepto que surge como brazo exterior e impulsor del Festival del Cante de Las Minas, una de las citas más importantes del flamenco que se celebra en Murcia hace más de 55 años y se enorgullece de haber obtenido la Medalla de Oro de las Bellas Artes en 2014.

“Las Minas Flamenco es sin duda el espectáculo principal del Festival del Cante de Las Minas, uno de los eventos flamenco más importantes del mundo y desde luego el más antiguo, el único que tiene un concurso con solera demostrada y con resultados claros. No en vano ha sido cuna de grandes artistas como Miguel Poveda o Vicente Amigo”, Aurelio Solana.

En su concepto, Las Minas Puerto Flamenco es una historia coreográfica que rescata las geografías del arte, esos cantes de ida y vuelta que a través de once artistas llevan el flamenco a una fusión donde las soleás, peteneras, tanguillos, alegrías, seguirillas, cañas, bulerías, rondeñas, vidalitas, milongas, guajiras, colombianas, habaneras y otros tantas géneros se encuentran con un arte tan español, como universal.

Son los bailaores y los cantaores que enmarcados por la sonoridad de las guitarristas, la flauta, el saxofón y las percusiones, dan vuelta de tuerca a una tradición tan añeja que huele a tierra, a la tierra que la vio nacer y con el tiempo tomo camino y en los puertos se encontró con los hombres que llegaban abrazados de sus anécdotas, sus costumbres y por supuesto de su música y sus bailes, otros estilos de vida que echaron raíces en un arte que huele a España y se perfumó con los aromas y colores de otras culturas.

“Los viajes a las Américas se realizaban en barco y los productos de extremo oriente llegaban por las rutas de la seda. Los Puertos eran el eje del comercio, y, por qué no, de la fiesta. Diurna y nocturna…”, Ángel Roja.

Eduardo Guerrero, Amador Rojas y Yolanda Osuna son quienes con su arte dan el lenguaje a este homenaje que se le hace a la danza española; Gema Jiménez, Manuel Soto y Bernardo Miranda son los trovadores que llevan la enjundia y el jondo gitano del cante; José Tomás Jiménez y Javier Ibáñez son las guitarras, Oscar de Manuel es la flauta, Juan Diego Sáez es el saxofón flamenco y Lolo Plantón es la percusión.

Cinco instrumentistas que dan marco a esta historia que rinde homenaje a los trabajadores de aquellas gargantas marítimas que reciben a un mundo lejano que al llegar trae consigo otros sabores que enriquecen una herencia tan rica en cultura como es la España de Cervantes.

Son los ganadores del Festival del Cante de Las Minas, talento y presencia de un elenco artístico que engrana el espectáculo de Las Minas Puerto Flamenco, un estreno en México que no hay que perderse hoy sábado 4 de febrero en el teatro de la Ciudad Esperanza Iris, un espectáculo del siglo XXI que en su trasfondo guarde el sabor de la tierra y lo añejo de una tradición que no olvida sus orígenes.

Las Minas Puerto Flamenco, una estructura escénica que demanda imaginación, talento y desarrollo artístico que recae en la creatividad de Ángel Roja, quien como director de este concepto engendra una narrativa subyugante y una estética visual que lleva al espectador por una fiesta que se viste con el atrevimiento de un mundo inimaginable donde la fusión del baile con el cante y la música flamenca se transforma en un celebración que cautiva como un ente que vive la escena como catarsis de la pasión que conlleva la vida.