Danza

Danza del mal amor… la continuidad de un estilo

Por: Susana Fernández — 1 de noviembre, 2005

José Rivera es uno de los coreógrafos más controversiales y genuinos del ámbito nacional. Su discurso estético surge por la necesidad de innovación pero indiscutiblemente de la búsqueda de expresión de una forma ser y pensar.

Actualmente, el ahora director del Ballet Independiente se encuentra en otra faceta creativa, sin descuidar la dirección de La Cebra Danza Gay, compañía con la cual ha logrado distinciones importantes a lo largo de nueve años de su creación.

Con una propuesta dirigida y conceptuada a partir de una visión gay, La Cebra ha plasmado en el escenario una cara de las muchas que conforman nuestra realidad. Las coreografías surgidas en este contexto son sencillas pero profundamente realistas y creativas.

En este sentido, surgió Danza del mal amor o mejor me voy, obra ganadora del primer lugar en el Concurso Interno de Coreografías del Ballet Independiente en 1990, con música de Antonio Vivaldi y de una narrativa dancística que le ha valido éxito en distintos escenarios como el Teatro Jiménez Rueda, el Palacio de Bellas Artes, el Teatro de la Danza, el Festival Internacional de Danza Lila López, en la ciudad de San Potosí y en la X Bienal de la Danza en Lyon, de Francia, entre otros.

“Era muy joven cuando realicé esta obra y tenía la inquietud de empezar a experimentar la creación coreográfica desde la temática gay para imponerme ante la sociedad. La obra es radical, agresiva y provocativa” José Rivera Moya.

Después de 15 años de su creación, la obra se mantiene vigente y posee los rasgos distintivos del trabajo de Rivera, fluidez, armonía e ímpetu. Es así que con motivo de celebrar las 100 representaciones de su estreno, el domingo 6 de noviembre, se develará una placa conmemorativa en el Teatro de las Artes, a cargo del director de cine, Jaime Humberto Hermosillo.

En una sociedad donde el prejuicio y discriminación prevalecen en la aceptación de la diversidad sexual, la obra de José Rivera es una manifestación de respeto y encara una problemática social a partir de un dialogo sensible, amoroso y humano.

En esta celebración, La Cebra presentará un programa compuesto por seis coreografías: El colegio militar (1998), El cazador nocturno (1981), El tiempo lo arrasa todo…queda la muerte (2004), Los pachucos (1987), Danza del mal amor o mejor me voy (1990) y I will survive (1998), las cuales integran el repertorio de la compañía y del Ballet Independiente.

La Cebra se presentará del 3 al 6 de noviembre en el Teatro de las Artes del CENART, una danza con un lenguaje especial que dibuja a través del cuerpo una decisión de libertad y respeto. Fotos Daniel Ochoa.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.