Cuando los disfraces se cuelgan… Delfos se presenta en el Teatro de la Ciudad

Por: Susana Fernández — 29 de julio, 2009

Todos somos lo que somos…
Las máscaras nos ayudan a sobrevivir.
Solo es cuestión de tiempo…
Todo lo que comienza… Acaba,
Hasta las máscaras también tienen fecha de caducidad.

De nueva cuenta los vientos del querido puerto de Mazatlán traen de regreso a la Ciudad de México una de las compañías más propositivas y frescas de la escena nacional, Delfos Danza Contemporánea.

Con más de una década de trayectoria, un reconocimiento nacional e internacional, múltiples premios y un sello distintivo en la creación coreográfica que a lo largo de sus más de quince años de trayectoria ha sumado tanto público, como nuevas generaciones de creadores egresados de su escuela y otros ojos para mirar la danza de jóvenes que a través de su propuesta se han acercado a la disciplina corporal, Claudia Lavista y Víctor Manuel Ruíz vuelven a la ciudad que las vio nacer artísticamente con: Cuando los disfraces se cuelgan, obra presentada en noviembre del año pasado en el Festival Cultural Mazatlán en el escenario del Teatro Angela Peralta con motivo del XV aniversario de la compañía.

Con un proyecto que les ha permitido mostrar al público tanto su valor técnico y disciplina como un aspecto lúdico, ver a Delfos cautiva. En esta ocasión parece no ser la excepción, Cuando los disfraces se cuelgan aborda el tema de las máscaras, que día a día, todos utilizamos como maniobra para sobrevivir, para amar y para poder coexistir en una realidad que al parecer no nos permite liberarnos de nuestros propios disfraces… La máscara es un disfraz, a veces nos es útil, pero las máscaras tienen fecha de caducidad y, a fin de cuentas, sale a relucir nuestra verdadera naturaleza.

Quienes ya han tenido oportunidad de ver esta coreografía, la consideran una “concepción visual y musical muy rica que incluye elementos que atrapan al auditorio como el manejo de multimedia, proyecciones y manipulación de la imagen en tiempo real”, misma línea de exploración que Claudia y Víctor han abordado en Sidereus Nuncius, El mensajero sideral, proyecto interdisciplinario que contó con el apoyo del Festival Internacional Cervantino y Música y Escena y que proximamente se estrenará en el DF y en Guanajuato.

“La obra está pensada en una serie de cuadros artísticos, distintos, que plantean una especie de recorridos a través de esas preguntas, que no necesariamente tienen un orden cronológico, pero si un ciclo que inicia y cierra como una forma muy natural. De alguna manera Cuando los disfraces se cuelgan es un reflejo de nuestra necesidad por encontrar esa alma, esa espiritualidad, ese encuentro sencillo entre dos seres humanos, que se conectan y entonces se reconocen y se quieren… Nosotros nos planteamos la idea de hablar sobre qué pasa cuando nos quitamos todos esos disfraces que usas en el día, que puede ser el disfraz de director, maestro, esposo o mamá. ¿Qué te encuentras cuando te quitas esos disfraces?, cuando queda la esencia”. Claudia Lavista.

Asimismo, en Cuando los disfraces cuelgan destaca a decir de la propia Claudia “el deslumbrante vestuario de Eloise Kazan, además del efectivo y muy bien integrado diseño video-escénico, que sumados dan como resultado un espectáculo que deleita por su propuesta visual y dancística”.

Cuando los disfraces cuelgan se presentará el jueves 30 y viernes 31 de julio y sábado 1 de agosto, en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”, actuación que esperamos conmueva y trastoque nuestro sentidos como suele hacerlo Delfos. Una de esas interpretaciones donde el lenguaje corporal provoca todos los sentidos y entendemos, una vez más, porque la danza posee ese sentido de universalidad donde se puede coincidir sin necesidad de la palabra.