Danza

Creación Coreográfica Contemporánea

Por: Claudia Magun — 1 de noviembre, 2005

El controvertido PREMIO INBA-UAM, en su edición de este año toma el nombre de Premio Miguel Covarrubias INBA-UAM. Concurso de Creación Coreográfica Contemporánea… Por supuesto que es polemico, como no lo va a ser, sí año con año, al finalizar el certamen, la mayoria juran que no vuelven a participar, que los resultados son sólo por conveniencia, amistad, relaciones o por el momento en que se encuentran los ganadores.

En fin, este proyecto en el que ha participado casi toda la comunidad dancística de México, nunca deja contentos a aquellos participantes que al inscribirse tuvieron la intención de dar lo mejor de su creación y se emocionaron con la idea de ser parte de la aventura coreográfica más importante del país, sin importar lo que serian los resultados. Sin embargo en el transcurso de la selección y hasta la premiación, el entusiasmo se va apagando y los intereses por sobresalir salen a pasear. Y por supuesto que el resultado es, además de una que otra aportación al fomento de la creación coreográfica, un ir y venir de protestas y sentimientos encontrados entre los creadores, intérpretes y organizadores.

Finalmente, lo importante de este evento dancístico no son los ganadores, ni los perdedores, o la aprobación de aquellos que quedaron contentos, tampoco el desacuerdo de los enojados, lo importante de este certamen es la aportación que sólo se puede calcular al paso del tiempo, a la hora que se ven los resultados de la aportación que sirvió para el crecimiento de aquellos que surgieron a más posibilidades de presencia y beneficio para sus creaciones y proyección artística. Aquellos que a lo largo de más de dos décadas han llegado a colarse en los primeros lugares y gracias a esto adquirieron un mejor apoyo por parte de los encargados de fomentar y promover el arte coreográfico en nuestro país –llámese INBA, Coordinadora Nacional de Danza y demás organizaciones relacionadas con este género tan poco apoyado-.

En palabras del maestro Marco Antonio Silva, quién también alguna vez fue participe del INBA-UAM y hoy Coordinador Nacional de Danza: “El Premio INBA-UAM es el único que tiene como característica fundamental la participación de diferentes propuestas y puntos de vista, el servir de plataforma y escaparate para que las propuestas de los coreógrafos figuren dentro del menú de opciones de la oferta dancística. Con 25 ediciones, el galardón revela una postura por parte de las instituciones respecto al apoyo y la opción que puede brindar un espacio de estas características, ya que la final se lleva a cabo en el Palacio de Bellas Artes, lo que permite unas proyección mayor de los grupos participantes, algunos de los cuales han recibido un importante impulso a partir de haber logrado figurar entre los finalistas o como ganadores de este certamen”…

Así al pasar de los años, el hoy ya tradicional Premio INBA UAM, enriquece su nombre relacionandolo con el del ilustre maestro Miguel Covarrubias, pintor, investigador, promotor y un apasionado de las diferentes disciplinas, además de haber sido director del Departamento de Danza. Y en el marco del Homenaje Nacional que el Instituto Nacional de Bellas Artes realiza este año a esta emblemática figura de una etapa importante del desarrollo de la danza contemporánea del país, renombra este concurso tratando, a lo mejor, de darle más hincapié a la creación que a los “ires y venires” de las especulaciones y chismes que conlleva el más importante escenario de la danza en nuestro país.

Así, de 43 trabajos inscritos este año al XXVI Premio INBA-UAM, un Comité de preselección muy riguroso -integrado de parte de la Universidad Autónoma Metropolitana por Ivette Gómez Carrión, directora de la Casa del Tiempo; Tomás Ejea, catedrático, y Fidel Ugarte, responsable de Artes Escénicas. Y por el Instituto Nacional de Bellas Artes: Dariusz Blajer, director de la Compañía Nacional de Danza; Ignacio Escárcega, Coordinador Nacional de Teatro; Gustavo Rivero Weber, Coordinador Nacional de Música y Ópera, y Marco Antonio Silva, Coordinador Nacional de Danza- al final determinó que 15 trabajos cumplían con las condiciones para competir y presentarse en las eliminatorias que se llevarán a cabo en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque -del 14 al 16 de noviembre- para que al término de la función el jurado delibe y de a conocer los nombres de los finalistas, para posteriormente presentarse en el Palacio de Bellas Artes -el sábado 19 de noviembre- donde se celebrará la ceremonia de premiación.

“La importancia de este premio radica en su constancia, ya que creo que los premios de danza deben de contar con tres características fundamentales: flexibilidad, resistencia y fortaleza, como todo buen bailarín. Un bailarín que no contenga estas tres características tiene un futuro incierto dentro de la danza, y todo aquel candidato que posee estas cualidades tiene un futuro mucho más amplio. En este sentido, el premio tiene que ser fortalecido, tiene que crecer y cambiar, con una modalidad nueva que estimule el futuro no sólo del premio sino de los proyectos que de él deriven. La intención es fortalecer las iniciativas de los creadores, impulsarlos de la mejor manera posible, brindarles un espacio y vitrina para que la gente conozca sus obras” Marco Antonio Silva.

DE 43 PROPUESTAS COREOGRÁFICAS, SE SELECCIONARON 15 PARA DISPUTAR
EL PREMIO INBA-UAM, QUE ESTE AÑO LLEVA EL NOMBRE DE MIGUEL COVARRUBIAS

*** Como finalistas quedaron los creadores del Distrito Federal: Jaime Camarena,
Gerardo Delgado, Ester Lopezllera, Beatriz Robles Ronces, Isabel Romero,
Rafael Rosales, Óscar Ruvalcaba, Vicente Silva Sanjinés y Diego Vázquez; de
Querétaro, Bárbara Eugenia Alvarado y José Juan López Palacios; de Oaxaca,
Rolando Beattie y Laura Vera Esperanza; de Mazatlán, Xitlali Piña Poujol, y de
Guanajuato, Mauricio Nava

*** La permanencia del premio con 25 ediciones revela el apoyo decisivo a la danza
de parte de las instituciones convocantes, que ha permitido la proyección de
los que lo han recibido y del impulso a la danza nacional, dijo Marco Antonio
Silva, Coordinador Nacional de Danza del INBA

Por su estructura dramática y desarrollo temático, manejo del lenguaje dancístico, interpretación de la obra por parte de los bailarines, integralidad de los recursos escénicos en su conjunto, así como un currículum destacado, fueron seleccionados 15 proyectos a partir de la evaluación de los 43 trabajos inscritos al XXVI Premio INBA-UAM, que a partir de 2005 toma el nombre de Premio Miguel Covarrubias INBA-UAM. Concurso de Creación Coreográfica Contemporánea.

En la segunda etapa del certamen, con la preselección de los coreógrafos participantes, resultaron seleccionados del Distrito Federal: Jaime Camarena (A Poc A Poc), Gerardo Delgado (En Dos Partes), Ester Lopezllera (Eterno Caracol), Beatriz Robles Ronces (Fictorrealidad Danza), Isabel Romero (Proyecto Finisterra), Rafael Rosales, Óscar Ruvalcaba, Vicente Silva Sanjinés (Compañía Vicente Silva Sanjinés) y Diego Vázquez (Laleget Danza).

Del estado de Querétaro fueron elegidos: Bárbara Eugenia Alvarado y José Juan López Palacios ((Terra Morfos); de Oaxaca, los coreógrafos: Rolando Beattie y Laura Vera Esperanza (Ballet Contemporáneo de la Ciudad de Oaxaca); de Mazatlán: Xitlali Piña Poujol (Escuela Profesional de Danza de Mazatlán) y de Guanajuato: Mauricio Nava (El Circo Contemporáneo).

El Comité de Preselección estuvo integrado de parte de la Universidad Autónoma Metropolitana por Ivette Gómez Carrión, directora de la Casa del Tiempo; Tomás Ejea, catedrático, y Fidel Ugarte, responsable de Artes Escénicas. Y por el Instituto Nacional de Bellas Artes: Dariusz Blajer, director de la Compañía Nacional de Danza; Ignacio Escárcega, Coordinador Nacional de Teatro; Gustavo Rivero Weber, Coordinador Nacional de Música y Ópera, y Marco Antonio Silva, Coordinador Nacional de Danza.
CONTINÚA…
DE 43 PROPUESTAS… 2

Fue un Comité de Preselección muy riguroso que al final determinó que 15 trabajos cumplían con las condiciones de poderse presentar en el premio, comentó en entrevista el maestro Marco Antonio Silva: “A cada trabajo se le va a brindar un apoyo de 10 mil pesos para que puedan concluir sus propuestas coreográficas, mismas que se presentarán en las eliminatorias. Cabe señalar, por ejemplo, el trabajo que viene desarrollando la Compañía de Danza Contemporánea de Ecuador junto con Gerardo Delgado, una modalidad nueva con un proyecto amparado por la currícula del coreógrafo mexicano, quien ha logrado involucrar a esta compañía que se suma a este festín de trabajos coreográficos”.

Calificó la respuesta de los coreógrafos participantes en esta edición como positiva: “en este año una de las características de la convocatoria era ser muy riguroso en cuanto a los antecedentes curriculares de los coreógrafos, del propio proyecto que pedía una sinopsis con los elementos dramatúrgicos que se iban a desarrollar, con un video de los antecedentes de sus obras. Todo esto nos permitió darnos una idea de posibles resultados; la respuesta fue muy interesante porque ya hay un primer filtro que es el ejercicio autocrítico que pudieran ejercer algunos de los coreógrafos”.

Marco Antonio Silva dijo que hay que reconocer también que ha existido una serie de estímulos como el programa México en Escena del Fondo Nacional para la Cultura y las Ares que tiene en este momento muy ocupados a los coreógrafos más relevantes y tienen el compromiso de llevar a cabo una serie de funciones, temporadas y talleres; su atención está puesta en otra etapa de su propio proceso profesional.

Agregó que, con estos 43 inscritos se conforma una panorámica de la propuesta actual de la danza contemporánea mexicana, con una selección en la que hubo un riguroso ejercicio critico con respecto a las propuestas y ahora, el jurado convocado para seleccionar la obra ganadora, perfilará un criterio de selección sobre las propuestas artísticas actuales”.

Consideró que en esta ocasión existió una presencia importante de coreógrafos provenientes del Distrito Federal, sin que esto excluya a Oaxaca, Querétaro, Mazatlán y Guanajuato, una situación que responde a la idiosincrasia nacional donde se supone que la capital es el oasis y espacio donde existe un mayor número de oportunidades. “Sin embargo provincia también ha mostrado un desarrollo interesante, como el caso de Querétaro, con el Centro Nacional de Danza Contemporánea de Guillermina Bravo; en Oaxaca donde se conocen varias propuestas que cuentan con apoyos para llevar a cabo este tipo de iniciativas de manera independiente; o Mazatlán, donde está la escuela del grupo Delfos y ahora participa en el premio una de sus integrantes”.

Para Marco Antonio Silva, el Premio INBA-UAM es el único que tiene como característica fundamental la participación de diferentes propuestas y puntos de vista, el servir de plataforma y escaparate para que las propuestas de los coreógrafos figuren dentro del menú de opciones de la oferta dancística.

CONTINÚA…

DE 43 PROPUESTAS… 3

“Con 25 ediciones, el galardón revela una postura por parte de las instituciones respecto al apoyo y la opción que puede brindar un espacio de estas características, ya que la final se lleva a cabo en el Palacio de Bellas Artes, lo que permite unas proyección mayor de los grupos participantes, algunos de los cuales han recibido un importante impulso a partir de haber logrado figurar entre los finalistas o como ganadores de este certamen”, dijo.

“en este año una de las características de la convocatoria era ser muy riguroso en cuanto a los antecedentes curriculares de los coreógrafos, del propio proyecto que pedía una sinopsis con los elementos dramatúrgicos que se iban a desarrollar, con un video de los antecedentes de sus obras. Todo esto nos permitió darnos una idea de posibles resultados; la respuesta fue muy interesante porque ya hay un primer filtro que es el ejercicio autocrítico que pudieran ejercer algunos de los coreógrafos”. “Su importancia radica en su constancia, ya que creo que los premios de danza deben de contar con tres características fundamentales: flexibilidad, resistencia y fortaleza, como todo buen bailarín. Un bailarín que no contenga estas tres características tiene un futuro incierto dentro de la danza, y todo aquel candidato que posee estas cualidades tiene un futuro mucho más amplio. En este sentido, el premio tiene que ser fortalecido, tiene que crecer y cambiar, con una modalidad nueva que estimule el futuro no sólo del premio sino de los proyectos que de él deriven. La intención es fortalecer las iniciativas de los creadores, impulsarlos de la mejor manera posible, brindarles un espacio y vitrina para que la gente conozca sus obras”, aclaró.

Finalmente comentó que en el marco del Homenaje Nacional que el Instituto Nacional de Bellas Artes realiza este año al maestro Miguel Covarrubias, se consideró que llevara su nombre dado que es una figura emblemática de una etapa importante del desarrollo de la danza contemporánea del país; un hombre que también fue pintor, investigador, promotor y un apasionado de las diferentes disciplinas, además de haber sido director del Departamento de Danza. “Pensamos que justo en el Homenaje que le brinda el INBA se le pusiera el del maestro, con el objetivo de rescatar la figura de esta gran personalidad”.

Las coreografías seleccionadas en la XXVI edición del certamen, se presentarán en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque, del 14 al 16 de noviembre. Al término de la función el jurado deliberará y dará a conocer los nombres de los finalistas. Posteriormente se presentarán las coreografías finalistas en el Palacio de Bellas Artes, el sábado 19 de noviembre a las 17:00 horas y se celebrará la ceremonia de premiación.

Cabe destacar que en la función de finalistas se presentará también la obra Memorias de Tonanzintla, creación coreográfica a partir de la idea original de José Limón y recuperada a través de la memoria por las maestras Rocío Sagaón, Valentina Castro y Martha Castro, con diseños de escenografía, vestuario y utilería del maestro Miguel Covarrubias.

Los comentarios están cerrados.

Directorio

Un listado de enlaces a centros culturales, música, teatro, danza, infantiles, festivales y medios y más.

“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.