Por: Susana Fernández — 16 de octubre, 2016
“Fragmentarios es una obra neoclásica bastante contemporánea dentro de los cánones de la danza clásica, yo siempre lo pensé para abrir el programa, para abrir el apetito, para sorprender al público a su llegada al teatro”. Carlos López, coreógrafo mexicano con más de 50 años de trayectoria.
La CompañÃa Nacional de Danza (CND) inició este sábado 15 de octubre en el Palacio de Bellas Artes, el programa Velada Neoclásica de Ballet, una breve temporada que además ofrece funciones hoy domingo 16, el jueves 20 y el domingo 23 de octubre, en un programa que expone el vÃnculo de lo clásico con lo contemporáneo a partir de cuatro piezas que cautivaron al público por la belleza plasmada en el escenario.
El programa inició con Fragmentarios, pieza concebida en una colaboración entre Carlos López (coreografÃa) y JoaquÃn López Chas (música), dos importantes figuras del ámbito dancÃstico que a partir de su visión coreográfica crearon momentos sutiles de gran belleza evocados a partir de duetos, solos y ensambles de gran formato que reproducÃan imágenes que poco a poco atrapaban la atención del espectador.
Una bella creación donde, sin un argumento expreso, se descubre una perfecta secuencia de fragmentos (de ahà el nombre) donde lo que impera es el diálogo entre la danza y la música.
“En Fragmentarios están mis conceptos musicales no porque yo haya hecho la música, sino porque yo estuve al lado, como un arete, junto al compositor JoaquÃn López Chas, pidiendo: ‘yo quiero esto’, ‘yo quiero lo otro’, los dos cocinamos la música, después fue sacarla e interpretarla coreográficamente con los bailarines”, Carlos López.
Para continuar esta velada, la pareja conformada por la primera bailarina Mayuko Nihei y Sebastián Vinet, cautivaron y arrancaron los vitores del público con la interpretación de dos pas de deux del siglo XX: la primera Aguas primaverales, coreografÃa del lituano Assaf Messerer con música de Serguei Rajmaninov; la segunda que lleva el tÃtulo de Verdi, se inspira en la música de este compositor romántico italiano a través de la coreografÃa del cubano Gustavo Herrera. Dos piezas cortas que confirmaron la elegancia y escuela de Mayuko Nihei, una exquisita bailarina consentida del público mexicano.
Para cerrar con broche de oro el programa Velada Neoclásica de Ballet, Agustina Galizzi interpretó a la siempre pasional Carmen, obra del cubano Alberto Alonso, con música de Rodion Shchedrin sobre el original de Georges Bizet.
Una pieza cargada de pasión y sensualidad, que expone a la heroÃna trágica que lucha por ser libre, una gitana que afronta a la sociedad al defender su identidad y forma de vida. Una obra de gran dramatismo donde el ruedo representa la vida misma, que al igual que el toro, el torero y los personajes antagónicos se entregan a una lucha de vida o muerte.
Fue asÃ, que Carmen cautivó al público de principio a fin, una pieza de gran entrega que proyecta el temperamento de sus intérpretes y que marca la nueva dirección de la CompañÃa Nacional de Danza a cargo del maestro Mario Galizzi.
Con Velada Neoclásica de Ballet, la CompañÃa Nacional de Danza presenta la visión de diferentes autores y deja ver su compromiso por hacer programas que permitan y exhiban la diversidad que a lo largo de su trayectoria la han conformado. Fotos: Carlos Quezada.
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