Alas de Madonna, retrato oscuro y obsesivo de la condición humana

Por: Susana Fernández — 9 de abril, 2008

Quiatora Monorriel en el Teatro de la Ciudad

En el marco del XXIV Festival de México del Centro Histórico, la compañía Quiatora Monorriel presenta una de las propuestas mexicanas sobre el quehacer dancístico en nuestro país con la puesta Alas de Madonna, un espectáculo visual, corporal y sonoro que explora la crisis de identidad en nuestro tiempo producto de la pérdida de valores.

Sobre su participación en el FMCH, Benito González y Evoé Sotelo, codirectores de la compañía hablaron con Interescena:

¿Qué significa para ustedes su actuación en la plataforma artística del Festival de México en el Centro Histórico?
Ante todo, nos llena de orgullo. Somos el único grupo de danza de México que participa este año en el Festival, así que tenemos una gran responsabilidad por ofrecer un trabajo de buena factura, pero creemos que así será. José Wolffer, director del Festival, apuesta en esta edición del evento a propuestas de vanguardia y ha demostrado su interés en Alas de Madonna desde que le presentamos el proyecto.

¿Cuál es el hilo conductor de Alas de Madonna?
La nueva coreografía de Benito plantea un discurso escénico aleatorio en torno a individuos fragmentados, alienados, enajenados. El eje temático gira en torno a la violencia urbana, a través de acciones de movimiento sencillas, concretas, pero con una carga emotiva densa. Alas de Madonna es una visión personal acerca de la degradación humana como reflejo de una enfermedad social, pero no pretende aplicar juicios de valor ni ofrece soluciones ante un tema tan complejo. Tan sólo es un retrato oscuro y obsesivo de nuestra condición humana en los tiempos actuales.

¿Cómo han modificado su discurso coreográfico a lo largo de 15 años de trayectoria?
A decir de algunos, nos hemos vuelto más “serios”. Esto tiene que ver con que Quiatora Monorriel recurre en ocasiones a una visión más luminosa de los temas que aborda, sin embargo, en los últimos años nuestra propuesta ha girado deliberadamente hacia universos más oscuros. Pero no podríamos decir que permaneceremos así por siempre. Nos gusta explorar territorios diversos y en ocasiones hasta radicalmente opuestos. Es divertido saber que siempre habrá nuevas formas de abordar el hecho escénico y no conformarnos con encontrar fórmulas exitosas. Nos gusta el riesgo.

Con el apoyo del FONCA en el rubro de Jóvenes Creadores 2006-2007, y únicamente seis bailarines y seis sillas, Quiatora Monorriel presenta una obra cuyo tema central es la vida de los seres humanos en la sociedad contemporánea, donde innumerables presiones externas han puesto en crisis valores como la libertad o la individualidad. El tema es explorado a través de la imagen del cuerpo fragmentado, metáfora de la identidad del individuo en nuestra época.

A través de la danza y el diseño sonoro del músico electrónico Conasupo, Alas de Madonna representa, de manera crítica, el universo emotivo de esos individuos rotos: la belleza y el horror de vivir en un mundo inestable.

Bajo la dirección de Benito González y Evoé Sotelo, Alas de Madonna se presenta en el marco del Festival México del Centro Histórico, el jueves 24 de abril, en el Teatro de la Ciudad.

Creadores coreográficos con una trayectoria consolidada e importantes premios adquiridos, Quiatora Monorriel llega al FMCH con una propuesta dancística que busca mostrar su interior.

“Para nosotros la danza es la manera en la que hemos decidido expresar nuestro universo interior a través del cuerpo. Como el universo interior de todo individuo es infinitamente complejo, único y mutable, creemos que las formas en las que la mente decide expresarse a través del cuerpo serán igualmente inagotables e irrepetibles. Por lo tanto, la danza implicará siempre nuevos territorios por los cuales transitar”, Quiatora Monorriel. Fotos 1 y 2: Antonio Saavedra